Hablar de Paz, en medio de tanta incertidumbre es medio complicado, pero el esfuerzo es necesario. Vociferar y añorar espacio para la confrontación es una salida realmente irracional. Los escenarios de discordancia producen caos, y a su vez, saldos negativos que no entienden ni seleccionan sus víctimas. La tristeza y el luto dejado al paso de un conflicto interno o externo de cualquier sociedad dejan cicatrices difícil de sanar, el no vernos como iguales o como de una misma comunidad que comparte un territorio, tiene un alto precio en el futuro; cuando se le intente explicar a hijos y nietos por que no se atacaron las causas que desataron efectos difícil de superar. La inequidad producto de la viveza, será entonces la gran responsable de tanto desastre, se fue inconsciente e irresponsable en el manejo del asunto público, por parte del accionar político del gobierno y la oposición. Se dejó de pensar en las vías reales que pudieron facilitar la comunión de la diversidad de corrientes o modelos de pensamientos. Con gran facilidad se cae en el patético mundo del pensamiento insensato y egoísta, se muestra al pueblo una vinculación o sentido de pertenencia a los cargos, mas no a la Paz nacional. La apetencia por el poder deja de manifiesto intenciones que dejan de lado, la buena voluntad de soberano, así como su confianza en sus líderes de gobierno y oposición.
Ya basta de tanto sacrificio para el pueblo, al igual que ellos ruego por ver a Venezuela, distinta con oportunidad para emprender y borrar en la mente y conciencia de los niños tantas penurias. Debemos de dejar de lado el pesimismo y evocar el activismo, mezclando elementos de encuentros capaces de transformar realidades adversas a la desmotivación, apatía y fatalismo. Los escenarios deben ser capaces de reunir grandes auditorios para el compartir. La aceptación del uno por el otro, debe ser bandera ineludible. Pensar en rescatar la Venezuela del progreso, la vecindad en las comunidades, el respeto a lo ajeno y tantos otros valores que definían al venezolano, como un ser extraordinario. Rescatemos los hermanos profesionales que prefirieron irse a otras latitudes, ellos son elementos necesarios para la reconstrucción del país. Por la Paz me la juego, ya que en su uso pueden comulgar los afectos al gobierno o la oposición. VIVA LA PAZ - VIVA VENEZUELA.