Como ha de hacer todo aquel(la) que pretenda para fijar posición u opinión política al respecto, procuro ver los programa de opinión televisivos indistintamente de la orientación de los mismos, en tal sentido quiero referirme particularmente a dos de los transmitidos por la televisora privada Televén; estos son Diálogo Con, conducido por Carlos Croes y José Vicente Hoy, conducido por J. V. Rangel, presentados este domingo 27/N en la mañana.
Carlos Croes, durante el domingo 20 pasó descaradamente lo que nuestro ejemplar diplomático, Roy Chaderton, le expuso claramente respecto al parcializado papel de los medios de la derecha en la situación actual favoreciendo a los entrevistados de la MUD indistintamente de quienes sean, traduciéndose en un constante ataque y saboteo a las políticas y llamados al diálogo hechos y puesto en práctica por el Presidente Nicolás Maduro. Roy insistió en que los medios o los entrevistadores son complacientes con los voceros opositores al dejarlos explanarse en sus ataques contra Maduro, mientras que a lo/as nuestro/as se les interrumpe a cada momento tratando de acorralarlo/as.
Una muestra de lo denunciado por Chaderton, se corrobora cuando el mismo Croes mostró en todo su esplendor en la entrevista a Chuo Torrealba de la MUD y a Hugbel Roa del PSUV, este domingo 27; el periodista con Chuo no solo fue complaciente al disponerle más de los habituales medios tiempos por igual a los entrevistados en cada programa, sino que redundó groseramente identificado con la postura antigobierno de lo dicho por el mudista entrevistado, aparte de las expresiones y tono destemplado y burlón referido a Dilma Russel cuando afirma que la Presidenta fue eyectada, algo así como lanzada al vacío para que se la tragara el suelo después de caer estrepitosamente, ante el heroísmo de los "verdaderos demócratas" brasileños que rescataron su país. Todo lo contrario se presenta al tocarle el turno al diputado Roa; Croes empieza aludiendo a Luis Miquilena haciendo toda una apología ante su muerte, colocándolo como el segundo mejor de todos los hombres y el más capaz y triunfador por la democracia venezolana, echando por tierra toda la canallada de traición que caracterizó a este personaje en sus últimos tiempos; esto sin dejar de atropellar al diputado del PSUV con argumentos disfrazados de preguntas sin esperar respuestas, solo se permitía manifestaciones gestuales de desprecio hasta que, prácticamente diciéndole cállate, lo deja con la palabra en la boca y se para anunciando que se terminó el programa. Qué barbaridad. Esto me permite sugerir a los nuestros que no acepten invitación a ese programa, mientras ese señor mantenga esa aptitud.
Nícmer Evans, insistiendo en presentarse o permitiendo que lo confundan como un chavista genuino, a cada momento muestra más las posturas de derecha que le encanta a la MUD y sus mentores, tan es así que el mismo Croes, en su ataque a Hugbel Roa, toma como referencia la posición favorable que asume coincidentemente este politólogo respecto al referendo planteado por Radonsky, permitiéndole esto increpar al diputado chavista para afirmar que el Presidente Maduro es quien no quiere el diálogo al no aceptar el fulano referendo o las elecciones adelantadas, tal como lo cacarea la oposición derechista.
José Vicente, independientemente que sus entrevistados mayoritariamente son acompañantes de la revolución, no caben dudas de la objetividad de sus preguntas y planteamientos, más aun en sintonía con los llamados al diálogo en contraversión de la violencia que alimenta la derecha.
Por último, como parte del entretelón de los programas quiero referirme a un espacio publicitario donde sale en rol importante el pupilo de Ramos Allup, el Nacho; este "muchacho negrito y pelón" por supuesto ganándose unos realitos con un comercial que promueve chatarra comestible, se envuelve en condición de víctima con un atentado discriminatorio contra sí mismo, al permitir que lo ubiquen o ubicarse voluntariamente como el ignorante, supino o craso, del dúo musical, pues, en un escenario de una reunión social frente a una bella chica viendo beisbol por tele, al no saber algo preguntado por la joven relacionado con este deporte, acude a su pana, el apuesto Chino para que le dé la respuesta a la chica, éste con todo su galantería y con muestra de todo un sabedor de cosas beisboleras tan comunes como un elevado al cuadro con hombre en base, se coloca al lado de la chica y simplemente le responde, mientras al Nacho no le queda otra que sonreír y casi diciendo "…que estúpido soy"