Eventos de nivel de extinción, historia de las civilizaciones y la teoría del décimo hombre

Corrían los años finales del siglo VIII D.C., cuando durante el asedio de Pavia al norte de Italia, específicamente en la localidad de Ticinum, al sudeste de Milán, se enfrentaban dos grupos de huestes bárbaras, los contingentes de lombardos liderados por el Rey Desiderio contra las legendarias tropas del ejército franco dirigidos personalmente por el Rey Carlomagno, antes aliados y parientes ya que Carlomagno era yerno de Desiderio, al haber contraído nupcias con la princesa Desiderata, ahora rivales no solo por rivalidad directa entre ellos, sino por el verdadero Casus belli, el real motivo o causa bélica, los problemas políticos entre el Rey Lombardo y el Papa Adriano I, a quien este último deshonró al expulsar a los oficiales lombardos de la Curia Papal, pero también por la deshonra provocada por Carlomagno al divorciarse de Desiderata y devolverla con su padre, esto exacerbo los ánimos aún más, el Rey Desiderio regresó el insulto, dando asilo a los sobrinos y la cuñada-viuda de Carlomagno la reina Gerbega, reclamando para ellos todos los territorios francos que les correspondían. Esto generó la fractura definitiva entre francos y lombardos, luego de la victoria de los francos sobre los lombardos, y después de una cruenta lucha que legó miles de víctimas, Carlomagno de autoproclamó Rey de Italia, sentando las bases del Sacro Imperio Romano, pero también legando la influencia y el poder del estado pontificio.

Pero no fue este hecho el más importante, aunque si uno de los más documentados, pero hubo un fenómeno poco evidenciado, no solo por las limitaciones científico-tecnológicas de la época, sino también por el caos y la oscuridad consecuencias probables de este desconocido hasta hace poco, acontecimiento, dicho evento ocurrido durante el contexto histórico antes mencionado, en algunos círculos científicos se debate si fue uno de los principales detonantes del periodo más infame de las señaladas como las Edades Oscuras, se le ha denominado Evento Carlomagno, y recuerda que como dice el periodista Walter Martínez, vivimos en una nave espacial, una pequeña isla azul, donde vivimos ensimismados en nuestros continuos, dimes y diretes políticos, en nuestras quejas inmediatas por carencia de efectivo, alimentos o enseres varios, así como angustiados por las acciones de nuestros congéneres sobretodo de los delincuentes, pero se nos olvida que como habitantes de esta pequeña embarcación espacial, somos mucho más pequeños e insignificantes de lo que creemos.

Y a estas alturas de la lectura (y antes que ud. decida dejar de leer) usted se debe estar preguntando ¿Que c…. tiene que ver el tema histórico del primer párrafo con el tema astronómico-existencial del segundo?. Existen textos históricos de cronistas del siglo VIII que describen que el sol se volvió increíblemente caliente y que en regiones de Italia y las actuales Francia y España, se observaron luces como cortinas y banderas que ondeaban en los cielos nocturnos de la época, y que posterior a estos extraordinarios eventos, los pueblos de Europa en general fueron afectados por severas sequias y "las semillas no afloraban, las plantas se mostraban raquíticas y no daban frutos, las tropas se disgregaron, muchas gentes enloquecieron, muchos enfermaron y murieron de pestes desconocidas".

Sigue preguntándose el lector, ¿qué tengo que ver con esto?, estas crónicas han sido comparadas con hallazgos científicos observados en tejidos vegetales específicamente en anillos de crecimientos de especies madereras como Robles y Cedros ubicados cronológicamente entre los años 773 y 775 D.C. los cuales muestran montos anormalmente altos de Carbono 14 (C14) isotopo radioactivo del Carbono, en estas maderas, esto indica que en esa época estos árboles estuvieron expuestos por alguna razón, a elevadas dosis de radiación, y en base a deducciones realizadas por revisión tanto histórica como del comportamiento de los eventos que pudiesen haber desencadenado estas consecuencias, concluyeron que probablemente se trataba de un evento de eyección de masa coronal, por parte de nuestro sol, un tipo de tormenta solar extrema, este incidente no tuvo registro cronológico claro porque los cronistas no lograron conectar los hechos.

Los sucesos se pueden considerar eventos de nivel de extinción, ya que consisten en manifestaciones extremas del clima espacial y durante los cuales somos bombardeados de manera colosal con partículas cargadas y rayos cósmicos (rayos X, gamma, y de neutrones, entre otros), con la consecuente irradiación que puede matar, esterilizar o enfermar a gran cantidad de especies tanto al humano como a las especies vegetales y animales que lo sustentan y que cohabitan con este, en nuestra pequeña nave espacial. Estas podrían describirse como consecuencias globales, que afectan tanto al humano como al resto de componentes de la trama ecológica terrestre.

Pero existen otras consecuencias que son más específicas de la especie y la civilización humana, estas hicieron pasar desapercibido dicho evento durante la épica descrita en el primer párrafo, el mundo o mejor dicho, la humanidad no era tecnológicamente dependiente como lo somos ahora, y es que si ocurriese, una eyección de masa coronal como la acontecida en el siglo VIII, durante el Evento Carlomagno, los primeros "síntomas" de que está pasando algo como esto seria, la aparición de auroras hasta en altitudes cercanas al ecuador, los satélites y aviones caerían inertes afectando las telecomunicaciones y el transporte aéreo de una manera sin precedente, y secuencialmente todos los dispositivos electrónicos y las bases de datos literalmente se borrarían y quemarían, los sistemas de generación y distribución e incluso las líneas eléctricas se quemarían e interrumpirían, al final incluso las tuberías de agua y toda estructura metálica ramificada estallarían por las ingentes corrientes eléctricas que conducirían, hasta los pozos petroleros o gasíferos explotarían por la excesiva electricidad estática en el ambiente, resumidamente llevaría la civilización actual prácticamente a la edad de piedra, paradójicamente, las cosas que nos caracterizan como humanos modernos, electricidad, agua corriente, comida, nivel de vida y salud, nos harían más vulnerables a las tormentas solares extremas de lo que fueron los humanos de las épocas oscuras de la humanidad. Siguen las preguntas, los dos puntos acá enlazados ¿Qué tienen que ver con la teoría del décimo hombre?. Bueno, la probabilidad de este escenario es muy baja en términos históricos humanos (pero ¿cuánto tiene el ser humano y más concretamente, la civilización humana, en términos cronológicas en la tierra?) Sin embargo, es lo suficientemente probable para saber que ocurre en cada ciclo solar (cada 11 años) a una escala de intensidad bastante menor, pero en una escala parecida a esta, aproximadamente cada 1500 años, es decir que estamos en las vísperas, de hecho entre este año y el año que viene se espera el pico del máximo solar, incluso, este año la Casa Blanca emitió a través del presidente Obama una orden ejecutiva que insta a agilizar en un plazo máximo de 180 días a partir de la fecha de emisión (mes de octubre) para tener un protocolo establecido para proteger las instalaciones principalmente las militares (no es de extrañar) de eventos extremos del clima espacial, quizás en base a la teoría del décimo hombre, ya que muchos astrofísicos dicen que es improbable que esto ocurra, sin embargo existe otro grupo minoritario que opina que hay una probabilidad de que si sucedan, aquí es donde nos atañe, lo vemos tan lejos o estamos tan ocupados en otros asuntos, que ni nos preguntamos ¿tenemos planes que nos permitan resguardar instalaciones, bases de datos y todo lo relacionado a la infraestructura estratégica de la nación? Cabe la pena preguntarnos si debemos permanecer inmutables a esta información, ya que somos un estado energético productor de carácter estratégico para el planeta al poseer las reservas certificadas más grandes, pero también por poseer infraestructura eléctrica y de otros servicios susceptible de ser afectada por eventos de este tipo… esto más allá de nuestros problemas cotidianos, e intestinos, tan humanos.

BIÓLOGO



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Juan Carlos Paz


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