Carta abierta al nuevo presidente de Colombia Gustavo Petro

Sin duda, que si algún gentilicio, o país del planeta tiene estrechos vínculos, cercanías, amores y hasta secretos con la República de Colombia, es la República Bolivariana de Venezuela, tantas y tantos, como que, en algún momento fuimos una sola patria, la de el mismo Libertado, Simón Bolívar, pero nuestras líneas de tiempo se fueron separando, mientras en un país estallaron muchas revoluciones y guerras que determinaron nuestro destino libertario y hasta impertinente, en la otra se mantuvo una especie de "establishment" pseudo-feudal, se podría decir que neo-burgués, mientras que en uno hubo quiebres que le dieron un giro real al destino del país, en el otro los quiebres solo llevaron a calles ciegas, a nuevos quiebres, a lo que incluso hoy día ya tiene nombre en los anales de la historia universal de la humanidad, "El Conflicto", que por cierto no ha terminado, hubo intentos, hubo estertores pero que, debido a mantenerse vivas las injusticias, sigue más vivo que nunca, cobrando numerosas víctimas hoy día. Pero no es mi objetivo rayar en lo mojado, lo que debemos es, mirar hacia el futuro de dichos nefastos eventos, yo diría hacia el lado opuesto, yo diría que, en miras de la" historia no escrita". Por eso le escribo esta carta Sr. Presidente Gustavo Petro, también lo felicito, de paso, pero no para que Ud. Me responda con emoción como lo hizo "marcadamente" hacia el mensaje del Secretario de Estado Anthony Blinken, y resalto la palabra porque a diferencia de muchas otras felicitaciones recibidas por Ud. esta fue hasta efusiva, como si hubiese sido enviada desde el más allá o desde otra galaxia. Esto me enciende las alarmas, en realidad es solo uno de los ítems que alerta de su postura, ojalá esté equivocado, pero la historia es…..implacablemente certera.

Me preocupa denodadamente su "premisa" de gobierno, El Cambio Climático, soy Biólogo de profesión, y trabajo en el área ambiental, también me preocupa la crisis climática, no el cambio climático, porque este es normal, el cambio climático existe en la tierra desde hace 4000 millones de años , cuando la tierra se formó, mucho antes que la vida hiciera su aparición, 3400 millones de años después, pero esto no e el objeto de mi carta, así que lo podemos dejar para otra ocasión. Lo que sí me preocupa de su discurso, son las omisiones, omisiones como las relacionadas a la reiterada, mantenida, incrementada violación a los derechos humanos ejecutada perversamente por sus, ahora, fuerzas de seguridad, como por ejemplo el Ejercito y el ESMAD, que se há cobrado la vida de numerosos colombianos desde líderes sociales, indígenas y protestantes, hasta ciudadanos de a pié que caminaban por el sitio y en el momento inoportuno. No son sus víctimas, sino del pichón de matarife el ex-presidente Duque, pero si debieron ser su responsabilidad desde antes del comienzo, todavía no he oído nada convincente sobre resarcir justa y moralmente a esas víctimas, y sobre todo de castigar a quienes impunemente ejecutaron esas acciones siniestras, abominables.

Tampoco he oído nada parecido a lo que otro ex presidente latinoamericano hizo en su momento y que sobre muchas de sus acciones progresistas harán que sea recordado universalmente, el ex presidente de la digan República del Ecuador, Rafael Correa, cuando inmediatamente a su investidura, y de una manera valiente y decidida decretó la salida de las instalaciones militares estadounidenses de territorio ecuatoriano, usted tiene, y lo digo con propiedad como ciudadano latinoamericano, TIENE el deber moral con su país de despedir las bases y la ocupación extranjera en su país, incluso por encima de su enorme y elocuentemente guionada (no sé si este logismo existe pero es la palabra que se me ocurre para esta oración) preocupación por el cambio climático, que como dije no debe preocuparle, y la crisis climática que es su verdadera preocupación no es la prioridad en un país tan demandado de justicia como la humillada, violada, lastimada, y vulnerada Colombia. Otra de sus prioridades es resarcir la violentada soberanía colombiana por la bota militar estadounidense.

También debería haber sido prioridad "re-hermanarse" con la eterna república hermana de Colombia, hermana de padre, La República Bolivariana de Venezuela con quien la República de Colombia tiene demasiadas raíces entrelazadas, creo que esta debió haber sido la primera acción geopolítica de su recién iniciada gestión, no puede aunque quiera rehuir a esto ya que estaría tapando el sol con un dedo. Todavía soy un poco optimista, aunque cada vez menos, y cada ve menos debido a su mutismo, cada vez más evidente, como dicen popularmente "el que calla otorga", bueno Sr. Petro Ud. está otorgando al callar, esperemos que su cogobernante la Vice presidenta Francia Márquez lo impulse con su empuje femenino y fresco hacia los cambios que indicarán que anda "en los pasos que son".

Por último y no por ello menos importante que los puntos anteriores, pero si más importante que su locuaz preocupación por la crisis climática, está la aplicación de la justicia, este cumulo de criminales de estado, que andan impunemente por el espacio y tiempos colombianos, narco para diputados, narco para gobernantes, narco para autoridades, narco para militares, guerrilla, para miiitares, y sobre todo narcotraficantes, no es posible que un Ivan Duque, Alvaro Uribe, o una Marta Lucía Ramírez anden como si nada por ahí, impunemente.

Mi preocupación, imagino, es la de muchos colombianos y venezolanos, esa preocupación de "cuando te pica una macagua, bejuco te para el pelo", lo cierto es que no oigo los perros ladrar, y como dijo sabiamente el personaje justiciero de la literatura universal, el hidalgo de Cervantes "ladran, Sancho señal que cabalgamos".



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Juan Carlos Paz


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