Fin del año 2016, como acostumbro, unas líneas de fin de año. Las haré breves.
En lo internacional, estamos en plena transición geoeconómica. El Mundo unipolar ha desaparecido, ya hasta el propio gobierno testaferro de las trasnacionales, lo reconoce cuando Obama ordena a su representante en la ONU, en el Consejo de Seguridad, abstenerse en la votación de condena a los asentamientos ilegales e ilegítimos de Israel en territorio Palestino, lo cual, igualmente, equivale a reconocer, que la ONU ya no cumple ningún papel valedero, a no ser que sea contra un país pequeño y progresista, que no les caiga a las trasnacionales, como fue el caso de Libia, de Irak o Afganistán, en cuyo caso, igual los países del eje anglosionista actuarán aún contra resoluciones de la misma ONU, es decir, la ONU es un elefante blanco. En ese contexto, aparecen nuevos bloques comerciales regionales que buscan tener relaciones económicas en monedas propias, se abre una nueva época económica-financiera y política mundial distinguido por hechos como que China anunció el 12 de diciembre que sustituye el dólar en sus transacciones financieras con siete países: Dinamarca, Hungría, México, Noruega, Polonia, Suecia y Turquía, además de todos aquellos con los cuales ya lo hace, la propia Rusia entre ellos, Rusia con otros países, y Venezuela con el Sucre. La gravitación de países como Turquia y Filipinas, hacia la unión entre la Nueva Ruta de la Seda, promovido por China, con la Unión Económica Euroasiática, promovida por Rusia, es ya indetenible, y moldeadora de una nueva realidad geopolítica mundial en plena transición o concreción.
En nuestro país, indiscutiblemente pasamos por tiempo difíciles en lo económico, el 2016 ha sido el año más difícil, por la falta de Chávez, la baja del precio del petróleo, la guerra económica, los conflictos fronterizos, la perdida de la Asamblea Nacional. Quiero hacer especial referencia a la guerra económica, lo cual es un fenómeno que acompaña a toda revolución, los Bolcheviques pasaron por ella, Cuba igual, es que cuando un país trata de construir un nuevo modelo, el capital nacional y trasnacional le hace una guerra hibrida, desde lo militar, lo económico, político, propagandista, etc., incluso con los quinta columna, la ultra-izquierda y hasta parte del pueblo manipulado por la propaganda anti-revolucionaria. Un buen ejemplo histórico, por su enseñanza, es lo ocurrido en Rusia en la ciudad de Kronstadt, donde hubo una rebelión contra el gobierno revolucionario Bolchevique, influenciada por la contrarrevolución, por la pequeña burguesía, por la quinta columna de "izquierda" (socialistas "revolucionarios"), quienes desde noviembre de 1917 hasta el 6 de julio de 1918, participaron en el gobierno, y rechazaron, junto a un tercio de conocidos bolcheviques, admitir la paz de Brest-Litovsk y hacían atentados (al propio Lenin lo tirotearon), e incluso llegaron el 6 de julio de 1918, a un intento insurreccional en Moscú en la que proclamaban su intención de gobernar solos, sin los Bolcheviques. Ese gobierno en esa etapa pasaba por una situación económica que exasperaba a la población, y creaba una fuerte olla de presión, aprovechada por la contrarrevolución, por la pequeña burguesía, y por la ultra-izquierda. Kronstandt causó errores en el gobierno en cuanto al tratamiento a los insurrectos, y obligó a la unión de quienes en el partido hacían críticas a la naciente burocratización y sus jerarcas. Y es que los Bolcheviques prefirieron cometer errores, a que ellos mismos y el pueblo sufrieran las consecuencias sangrientas de permitir el fortalecimiento de la contra y que el proceso se perdiera gracias a la manipulación, engaño, y la guerra económica que todas las potencias le hacían. Consideraron que reprimir en exceso era el mal menor. El caso de Kronstadt merece mucho estudio, pero quedará para otra oportunidad, aunque adelanto que nos enseña que muchas veces en política, lo que se hace no es por propia decisión, sino por obligada necesidad ante las circunstancias que obligan. Eso en modo alguno debe sonar como excusa por los propios errores. Sabemos la clase de oposición tenemos y que intereses están detrás de ellos. Sabemos que construir una nueva sociedad no es fácil, y lleva muchos años de luchar, errar y aprender. Sólo por citar un ejemplo, a Corea del Sur le llevó unos 25 años cambiar su modelo productivo, y eso con la ayuda del capital internacional, maquilas y demás. A nosotros con una feroz guerra económica en contra ya podemos imaginar, cuánto tomará y apenas llevamos 17 años, pero pase lo que pase, lo daremos todo, venceremos. Haremos la nueva vida para nuestra patria.
La gran tarea que tenemos es cambiar el modelo productivo, elevar los niveles de conciencia del pueblo, en cada Comuna y en cada institución, un espacio de formación para que entienda quién es quién, donde están los hipócritas y asesinos que sólo piensan en sus intereses.
Hemos cometido errores, pero mayores han sido los aciertos, o ya el gobierno hubiera caído. Seamos el Pueblo del coraje. Crítica constructiva, pero con Unidad, Lucha, Batalla y Victoria ante los enemigos.
Feliz 2017, salud y bienestar parta todos. ¡Venceremos!.