Enero de Golpe

Quienes se han propuesto desde los estrados del parlamento venezolano, hacerle la vida imposible al pueblo que bajo engaño les dio el voto no se dan tregua y lejos de buscar herramientas para alcanzar la paz y la estabilidad económica, política, social, anímica y espiritual de la sociedad, lo que hacen es exaservar sus amenazas contra la República Bolivariana de Venezuela, mediante el ensayo de golpes de estado en cada sesión de la Asamblea Nacional, con lo cual generan mayor incertidumbre, angustia y dolor en un pueblo que está sometido a le peor pesadilla de su historia.

No basta con el hambre en ascenso, con la escasez de medicina, con la violencia generada por el hampa política y común, como calamidades a que estamos sometidos, sino que también hay que aumentar la angustia con sus discursos destemplados llamando a la Fuerza Armada a dar el golpe de estado, que les permita pescar en rio revuelto, auspiciando la violencia en contra el orden establecido al declararse en desacato a los demás poderes, con un implícito llamado a la rebelión contra el poder constituido..

Definitivamente es imperativo que el gobierno nacional busque una solución y acabe con ese circo que lo único que hace es desangrar al país, pagando bonzos, que no hacen mas que vilipendiar la dignidad de la patria y enlodar la majestad de un poder tan importante como el legislativo, pilar fundamental del sistema democrático.

Los pueblos se cansan de tanta burla y de tanto estrees. Ya los venezolanos hemos demostrado la capacidad de aguante, frente a tanta insolencia y falta de respeto, por parte de quienes desde las instancias de poder pareciera que nos ignoran. Pero cuidado que todo tiene límites, incluyendo la paciencia y la tolerancia de un pueblo trabajador, honesto, solidario y enemigo de la violencia como el nuestro.

Es hora de que quienes disputan las riendas del poder reflexionen y entiendan que Miraflores y los ingentes recursos, que desde allí se manejan no son lo único importante en este país. Los venezolanos hace tiempo que dejamos de ser un número más en el espectro nacional, para pasar a ser un pueblo soberano depositario del poder originario, que Desafortunadamente no hemos llegado a ejercer a plenitud, porque siempre hemos sido expropiados. Ya es hora que quienes fungen de líderes volteen a ver a las mayorías y vayan al dialogo con ellas, para volver al camino que nos trazó el Comandante Hugo Chávez y salvar su legado, com o lo es la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI, que no se puede negociar con la derecha apátrida y mucho menos con la presencia de representantes de los enemigos históricos de las luchas por la liberación de los pueblos, como lo es el imperialismo y sus operadores, en sus diferentes manifestaciones.

La solución a esta tragicomedia montada por la derecha para desprestigiar al movimiento bolivariano lo tiene en sus manos el PSUV y sus aliados en el poder constituido, con la confianza que les dimos an las urnas electorales. Es cierto que ese engendro Malinche, que se apoderó de la Asamblea Nacional no puede ni debe ser extirpado por la fuerza del Estado, pero para eso está el soberano, dueño y señor del poder originario, consulten a ese sagrado y poderosos ejército y pongan fin a los desmanes.

Con los poderes extraordinarios que tiene actualmente el presidente Nicolás Maduro Moros, puede perfectamente emitir un decreto y convocar a un proceso constituyente para legitimación de todos los poderes, con lo cual solventaría la difícil situación que vivimos y que nos tiene expuestos a un estallido civil, con terribles consecuencias que la historia no perdonará a los bandos en pugna.

Demostremos que no es el poder por el poder mismo el causante de la crisis social, económica y moral que nos aqueja. No caigamos en la misma trampa que aprisionó al bipartidismo de la IV República, cuyos más conspicuos representantes, se creyeron hiper líderes, despreciaron al pueblo y se regodearon en sus narcisistas posturas, hasta que les explotó la burbuja en la cara y los enterró en un cementerio que de no ser por la oxigenación que le han dado los errores cometidos desde el gobierno estarían durmiendo el sueño de los justos.

El fracaso del 6D de 2015, es una señal que el pueblo de a píe envío a quienes tienen las riendas de la revolución en sus manos. Fue nada mas y nada menos, que el voto castigo, contra la impunidad frente a quienes se llevaron las reservas del país en empresas de maletín, cuyos nombres siguen siendo un secreto bien guardado. Contra la impunidad que ampara a las mafias que atropellan a indígenas y campesinos, cuyos líderes han sido asesinados y todavía no hay nadie pagando por ello. Un ejemplo, el caso del Cacique Sabino. Contra gobernantes regionales y locales, que no han hecho la tarea, particularmente en lo que atañe a servicios públicos y paremos de contar.

Es imperativo que el gobierno revolucionario ponga el oído en la calle y oiga al pueblo, para que desde esa práctica obtenga los insumos necesarios para dar el sacudón que requiere el proceso revolucionario y mediante la convocatoria del poder soberano vayamos a una constituyente que legitime todos los poderes, acabe con la delincuencia política que se ha apoderado de instancias de mando y permita el real empoderamiento del pueblo y de esta manera poner fin a tanta angustia y a las aspiraciones de quienes nuevamente vuelven por los caminos del enero de golpe.

Periodista* CNP 2414 cd2620@gmail.com



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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