El mejor gobierno

A los gobernantes del Nuevo Ideal Nacional (Delgado Chalbaud, Suárez Flamerich, Pérez Jiménez), les forjaron el calificativo de "dictadura" y se lo aplicaron como hierro candente que penetró y quedó, cual marca indeleble, en la epidermis de la historia. Ese calificativo, luego de la trayectoria represiva ejercida por los gobiernos que los sucedieron ¿Mantiene vigencia? A propósito del 23 de enero de 1958, la revisión comparada de la historia aporta elementos para demostrar que los gobiernos del Nuevo Ideal Nacional, por los niveles de desarrollo alcanzados y haber sido superados en violencia represiva por los gobiernos que los sucedieron, han ganado el mérito de ser considerados como los mejores de nuestra historia republicana. Entre 1948 y 1958, en Venezuela se produce un cambio cualitativo y cuantitativo, no igualado por gobierno alguno, en referencia con el tiempo de cada uno: 10 años del Nuevo Ideal Nacional; 40 años de gobiernos adeco/católico/copeyanos; y 19 años del gobierno chavista. Analicemos dos aspectos de la comparación histórica:

A.- Infraestructura.

B.- Violencia represiva del Estado.

A.- Infraestructura. Las obras realizadas por los gobiernos posteriores al 23 de enero de 1958 –en 60 años - no superan la infraestructura construida en los 10 años del Nuevo Ideal Nacional ni en volumen ni en importancia económica y social ni en resultados culturales. Ese desarrollo alcanzado en tan poco tiempo, le permitió al país saltar a la modernidad y romper con el pasado semifeudal del gomecismo. Cambio registrado no sólo en las ciudades. Tocó otros espacios: transformó la estructura económica y, en lo social, trató de llegar, en lo posible, a los rincones más apartados del país. ¿Qué hubiera ocurrido en Venezuela de no haber sido construida esa infraestructura en ese momento?

La obra desarrollista de modernización abarcó una gran gama de actividades: vías de comunicación marítimas (puertos), aéreas (aeropuertos), terrestres (carreteras, autopistas, ferrocarriles, telégrafo, correo); hospitales, acueductos, represas para el regadío de extensas áreas agrícolas; sistemas de cloacas en pueblos y ciudades; edificios y locales para la educación en todos los niveles, tanto escolar como universitario; urbanizaciones para la clase obrera y eliminación de ranchos en los cerros de Caracas, centros vacacionales, casas sindicales, zonas recreacionales para los obreros; red hotelera nacional; plan nacional de electrificación; unidades agropecuarias, modernización de la agricultura y producción de alimentos en las cercanías de las ciudades con inmigrantes venidos de Europa luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial (italianos, portugueses, españoles y otras nacionalidades); grandes proyectos de industrialización (agroindustria, siderurgia, petroquímica, fábricas de cemento, de materiales de construcción); promoción del arte y folclor nacionales, del gentilicio venezolano, del patrimonio histórico. En fin, la década de los años cincuenta del siglo pasado fue el gran salto de la Venezuela rural, atrasada, semifeudal, a la modernidad.

Es lamentable, pero, en los años sucesivos, con la instauración de los gobiernos adeco/católico/copeyanos, todo ese extraordinario gran impulso de transformación nacional fue frenado, detenido, mediatizado, invisibilizado –se consideraba boato – Se impuso la actitud egoísta de pretender presentar sólo lo negativo de aquel período gubernamental que, en un sentido, merece la más rotunda condena en cuanto a la violación de los derechos políticos. Pero, en otro sentido - el de la realización de la infraestructura física en beneficio del bienestar de las mayorías nacionales - merece el más efusivo aplauso. Si en el platillo de una balanza se coloca lo negativo del gobierno del Nuevo Ideal Nacional, llamado "dictadura"; y en el otro platillo lo negativo de los gobiernos adeco/católico/copeyanos, llamados "democracia", con toda seguridad el platillo de la balanza se inclina del lado de los gobiernos adeco/católico/copeyanos.

Las grandes obras nacionales de infraestructura física (autopistas, represas, dique seco de Puerto Cabello, hospitales, hoteles, universidades, liceos, grupos escolares, urbanismos, teleféricos y otras), eran contratadas con empresas nacionales o europeas (italianas, francesas) y en ningún caso con empresas estadounidenses:

La Siderúrgica fue contratada a la empresa italiana Inocenti.

Barcos de la Marina y aviones Camberra comprados a Inglaterra. El armamento a Bélgica.

No se permitió la privatización de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV).

No se enviaron tropas a la Guerra de Corea como lo hicieron gobiernos lacayos, caso de Colombia.

La política petrolera estuvo dirigida a fortalecer vínculos con los países

productores del Medio Oriente (Arabia Saudí, Irán, Irak, Egipto, Siria, Kuwait.). Política nacionalista y antiimperialista que conduciría, al derrocamiento de Pérez Jiménez.

La gota que colmó el vaso ocurrió en la cumbre de presidentes reunida en Panamá (septiembre 1956), donde el enfrentamiento antiimperialista de Pérez Jiménez quedó en evidencia por el rechazo a la instalación en la península de Paraguaná de una base de lanzamiento de misiles con cabeza atómica, lo cual violaba la soberanía nacional. El enfrentamiento alcanzó mayor nivel ante la propuesta integracionista hecha por Pérez Jiménez de crear un Fondo Económico aportado por los países americanos, conformado por el 10% del presupuesto de cada uno, con lo cual se reunían 4.000 millones de dólares para el desarrollo de los países de América Latina. ¿Podía el presidente Eisenhower, presente en la reunión, permitir la sugerencia de políticas económicas para América Latina? ¡Era demasiado atrevimiento en una reunión de presidentes lacayos!

Pero hay algo más. En la década de los gobierno del Nuevo Ideal Nacio-

nal, Venezuela llegó a tener la moneda más fuerte (1956). Era el primer exportador mundial de petróleo y figuraba entre los cinco mayores productores de hierro. El producto interno bruto (PIB) se elevó en 60%. Era la economía de mayor desarrollo en América Latina. Todo ese ¡boom! económico atrajo la atención de multitud de inmigrantes que padecían la ruina y pobreza desatada en Europa como secuela de la Segunda Guerra Mundial y llegaron a Venezuela como obreros, maestros de obra que dieron el gran impulso a la construcción de la infraestructura física y desarrollo de la agricultura. Fue la gran escuela que formó personal venezolano para el desarrollo posterior de la construcción pública y privada.[1]

Ese extraordinario desarrollo económico, unido al antiimperialismo (antiyanquismo) de los gobiernos del Nuevo ideal Nacional, a la larga, crea intranquilidad y roces con el Departamento de Estado. El proceso desestabilizador promovido desde la embajada yanqui, termina por derribar el gobierno de Marcos Pérez Jiménez (Golpe militar del 1º de enero de 1958, de haber triunfado no hubiera ocurrido el 23 de enero). Se refugia en Estados Unidos, de donde es extraditado a Venezuela. De esa manera le cobran el nacionalismo, antiyanquismo y política integracionista, frente al entreguismo pro estadounidense de Betancourt, el cual, luego de mantenerlo preso no tiene de qué acusarlo y lo destierra a España. Ante la posibilidad de regreso por la simpatía popular recibida en las elecciones, lo defenestran por medio de una Enmienda constitucional que impedía su postulación a cargos públicos.

En nuestra historia republicana, ¿Algún gobierno hizo tanto en tan poco tiempo y con tanta efectividad y eficiencia en el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo venezolano, como, los gobernantes del Nuevo Ideal Nacional, durante la década de los años cincuenta del siglo pasado? Esa obra quedó ahí, nadie la puede negar, por muy lerdo y sectario en sus juicios. Los gobiernos de la década de los años cincuenta del siglo pasado, marcan la línea divisoria entre la Venezuela rural, atrasada, semifeudal (gomecista), empobrecida y el nacimiento de la Venezuela moderna, aun cuando las mayorías nacionales continuaron sumidas en la pobreza, situación que no va a mejorar un ápice durante los 40 años de los gobiernos adeco/católico/copeyanos, cuyas políticas antipopulares condujeron al "caracazo", situación de crisis social heredada por Chávez, el cual la agudiza y su legatario, la profundiza ¡Hambre es hoy el grito nuevo! Desastre, ruina y negación de los derechos políticos, es en síntesis el legado de Chávez.

B.-Violencia represiva del Estado. El señalamiento de dictadura acuñado a los gobiernos del Nuevo Ideal Nacional: represión política, detenciones, torturas, campos de concentración (Guasima), asesinato o destierro de líderes políticos, es el que perdura. La historia comparada demuestra que la represión habida durante esa década, queda en pañales ante el ensañamiento represivo de los gobiernos adeco/católico/ copeyanos, durante 40 años. La represión individualizada de Pérez Jiménez fue superada por la represión masiva de los gobiernos que lo sucedieron. Comenzó con la orden dada por Betancourt para reprimir la huelga del transporte (enero 1962), "disparen primero y averigüen después", "yo no cargo preso amarrado", acompañada de asalto a sindicatos, al recinto universitario, al Congreso Nacional con detención, cárcel y destierro para diputados y senadores de izquierda. Ilegalización de los partidos de Izquierda (MIR, PCV) y de los sindicatos no afines al gobierno. La represión masiva fue en aumento y tuvo su culminación en el "caracazo". Violencia represiva de tamaña magnitud no ocurrió en el gobierno de Pérez Jiménez. Los métodos de tortura practicados por la policía política - Seguridad Nacional – fueron superados por las técnicas de tortura física y psicológica realizadas en los llamados Teatros de Operaciones: TO 1 en Cabure (Falcón); TO 2 en Cachipo (Monagas); TO 3 en Tocuyo (Lara); TO 4 en Cocollar (Sucre); TO 5 en Yumare (Yaracuy). Militares entrenados por la CIA en la Escuela de las Américas – condición para recibir los ascensos como lo confesara Chávez – Dos generaciones (1945 y 1958) de la Izquierda combativa, fueron diezmadas, abatidas, desaparecidas por el ensañamiento represivo de los militares. De esos militares anticomunistas (macartistas) surge el chavismo militarista. Salieron de las mismas academias y traen la herencia de su creador, el general Juan Vicente Gómez. Para enmascarar su verdadera faz, este 23 de enero llevaron a Fabricio Ojeda al Panteón Nacional. Con sobrada razón el hijo se opuso al homenaje. Fabricio murió asesinado en los calabozos del SIFA. En los TO los militares entrenados por la CIA y el Mossad israelí, ensayaron, perfeccionaron las torturas divulgadas por el Informe del Senado de Estados Unidos, el 14 de diciembre del 2014. Veamos una síntesis sacada de las 500 páginas de dicho Informe:

"Deben cumplir tres premisas básicas para comenzar las sesiones:

"Desnudo: Al comenzar cualquier interrogatorio se desnuda al sospechoso. Lo visten cuando los interrogadores decidan.

"Privación de sueño: De pie y con grilletes, el sospechoso pasa horas. Le ponen pañales por motivos sanitarios.

"Manipulación dietética: Le dan Ensure Plus o algo similar cada cierto tiempo. Mantienen una dieta de 1500 calorías diarias.

Luego, comienzan las preguntas por parte de un examinador. "En general, se da una cachetada apenas el sospechoso hace o dice algo inconsistente con las instrucciones del interrogador", aclara el texto. Se sugiere combinar los métodos de tortura y aumentar las reprimendas conforme pasa el tiempo.

El informe detalla dos tipos de torturas que se recomienda usar de modo combinado:

"Técnicas correctivas:

"Cachetada. Con los dedos de la mano levemente abiertos. Es el primer método físico que se aplica en interrogatorios, como para asustar, sorprender y humillar.

"Cachetada abdominal. Similar a lo anterior, con el abdomen como objetivo.

"Llamado de atención. Consiste en tomar al sospechoso con las dos manos por el cuello en un movimiento brusco y acercarlo al interrogador.

"Cara agarrada. Con una palma a cada lado de la cara, el interrogador mantiene inmóvil la cara del sospechoso. Pensada para intimidar.

"Técnicas coercitivas:

"Pared. Se coloca al sospechoso de espaldas a una pared especialmente construida que es blanda pero que el contacto con ella genera ruido fuerte. Cuando no responde, lo empujan hacia adelante y luego contra la pared. Se golpea los omóplatos y hace gran ruido –lo que lo lleva a pensar que se está lastimando- pero en realidad no se hace gran daño

"Agua. Vierten agua sobre el detenido, a los efectos de intimidarlo y darle sensación de ahogo.

"Posiciones incómodas. Son varias, como estar sentado con las piernas estiradas y los brazos levantados. El objetivo es crear incomodidad y fatiga muscular. De pie contra la pared para inducir fatiga muscular: el sospechoso es colocado frente a una pared, con los brazos estirados y los dedos tocando la pared. No pueden despegarse ni moverse.

"Encierro. Consiste en mantener al detenido en un lugar cerrado y oscuro hasta por 18 horas o en un lugar pequeño durante dos horas.

"El uso de las técnicas de interrogación combinadas son esenciales para la creación de un ambiente propicio al interrogatorio"

Además de lo descrito, los militares venezolanos practicaron la desaparición de personas torturadas, lanzadas a la manigua o al mar, desde un helicóptero o un avión. Los TO quedaron sembrados de fosas comunes. Estos métodos y técnicas de tortura ensayados durante los 40 años de los gobiernos adeco/católico/copeyanos, fueron llevadas a las dictaduras del Cono Sur y de Centro América. La represión en el gobierno de Pérez Jiménez quedó en pañales ante la represión de los gobiernos que lo sucedieron.

Por haber sido superados en métodos represivos y por su gran obra de infraestructura, los gobiernos del Nuevo Ideal Nacional pasan a ser los mejores de nuestra historia republicana. No lo digo yo, lo demuestran los hechos. En Venezuela, desde su origen como República, ha imperado el régimen del terror, ejercido por los gobernantes de turno: el Estado represivo. La historia comparada permite dilucidar cuál gobierno ha ejercido la violencia con mayor ensañamiento. Ese análisis debería conformar el capítulo más extenso de nuestra historia republicana.

El actual gobierno supera todo lo anterior, al imponer la peor dictadura que gobernante alguno puede ejercer ¡LA VIOLENCIA DEL HAMBRE! El chantaje de los CLAP, el carnet de abastecimiento, y las colas infinitas, además de persecución a la clase obrera y prisión de dirigentes sindicales.

Ante este tráfago de malos gobiernos que llenan nuestra historia republicana, el Nuevo Ideal Nacional pasa a ser el mejor. Si estamos equivocados en el análisis, que alguien demuestre lo contrario. No somos perezjimenistas, pertenecemos a la izquierda clasista, revolucionaria de librepensadores y materialistas. Valga esta revisión histórica de la "oprobiosa dictadura" y de la "excelsa democracia" betancurista/ calderista/militarista, mejor dicho: la MUD.

 


 

[1] León Moraria, El Triángulo Negro, Editorial Autores Editores, Bogotá 2015.

http://www.autoreseditores.com/libro/5366/leon-moraria/el-triangulo-negro.html. http://www.amazon.com/dp/B01D7E5HE4?ref_=pe_2427780_160035660



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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