Aquí no se habla mal de Chávez!... Pregunto a Diosdado, ¿de Maduro sí?

La consigna lanzada por Diosdado Cabello durante su mazazo del miércoles 25/01/17 y casi repetido en 01(02/, orientando a los funcionarios y militantes en solicitud de acompañamiento para la colocación de un cartelito en las oficinas de las dependencias partidistas y públicas, amén de todos los medios tecnológicos disponibles, señalando "aquí no se habla mal de Chávez!, alegándola como respuesta a la campaña lanzada desde Colombia que pretende soslayar, y seguro no podrán lograrlo, la imagen y la memoria histórica de nuestro Líder Supremo, debe permitirnos una reflexión de carácter político que en mi caso adelanto, no tiene por qué verse más allá de una crítica constructiva que busca aclarar confusiones o malos entendidos respecto a la consigna; trataré de explicarme.

Nadie puede dudar que habiéndose ido físicamente el Comandante, la burguesía y los que la acompañan de frente y los aun escondidos, se creyeron la idea de que les había llegado su hora para acabar con la revolución bolivariana y en tal sentido, se dispusieron y lo hacen, atacar con todos los medios y medidas al Presidente Nicolás Maduro; una de las primeras herramientas que lanzaron fue la patraña que buscaba confundir al pueblo chavista en torno a la decisión inobjetable de Chávez para que eligiéramos a Nicolás y no a otro/a como Presidente de la República. Recomiendo leer en Aporrea: Las redes sociales, la calle y la consigna del chavismo sin Maduro ante el CNE-Carabobo, publicado en fecha del viernes, 23/09/2016

Así, no pudiendo vencer electoralmente a Nicolás en las presidenciales del 2013, abren fuego contra la figura personal, que en definitiva es contra la consolidación de su liderazgo, subestimándolo como siempre hicieron con Chávez. Después de fracasar en sus salidas inmediatas del 2014, llenos de violencia y fascismo, que es lo mismo, la derecha y sus aliados por doquier insisten en la maniobra de medir capacidad y marcar diferencias entre ambos líderes para generar duda la maliciosa, mientras, atacan al pueblo que resiste al lado del nuevo Presidente. Se lanzan con toda la artillería promovida por el imperio de una guerra interna e internacional no convencional pero afincándose en lo económico alimenticio, se aprovechándose al mismo tiempo de las propias burocracia y corrupción internas tantas veces denunciadas por el Líder Supremo, pero, lamentablemente, sin haber logrado mucho; ahora dada la situación de baja de los precios petroleros que debilitara el rentismo parasitario y corrupto, inducida o de otra naturaleza, achacándosela intencionalmente al Presidente Maduro, crean una situación bastante difícil y compleja devenida del control de la producción y distribución especulativa y bachaquera de alimentos y demás rubros importantes que vienen y siguen en poder del sector privado, asumiendo que con ella vendía la rendición definitiva y total del pueblo chavista irremediablemente por el hambre.

Nadie en la derecha, y otros en sus perspectivas de neo-derecha lo esperaban, la respuesta inmediata del Presidente Nicolás, con el llamado de resistencia en movimiento y consiente logró que, imposible según los cálculos de la burguesía, el pueblo acompaña con todo fervor. De esta experiencia obtenida en los años 2015-2016 con resistencia popular y victoriosa conducida por el Presidente Obrero, los chavistas tenemos que revisarnos bien evitar caer en la trampa que más ha venido favoreciendo a la burguesía, la comisión reiterada de nuestros propios errores políticos, los cuales, en buena medida nos llevaron al desastre electoral del 6/D-2015.; ahora, si insistimos en cometerlos hoy, sería cruel por lo dañino y realmente lamentable para la revolución si nos empeñamos en exaltar en la militancia chavista y popular una pasión sin análisis político serio, esto porque una parte de la derecha que piensa o ha aprendido, sabe que no debe meterse con Chávez directamente, pues, tendría un automático rechazo del chavismo popular, para ubicarnos es necesario recordar aquello lanzado por el tal c. radonzky y otros de sus secuaces, cuando en su última campaña electoral presidencial señaló casi que "Chávez era bueno, el malo es el Maduro" aunado de todas las bestiales y clasistas descalificaciones ocurridas, cuando, muy a pesar de las adversidades emocionales ante la partida eterna del Comandante y las ya presentes dificultades económicas, el chavismo del pueblo junto a Nicolás Maduro, les ha venido dando a esa parasitaria burguesía la misma y contundente respuesta victoriosa.

Por otro lado, si no medimos en este momento que la verdadera la intención de la derecha está camuflajeada con la idea de insistir en la provocación para distraer y/o confundir al pueblo chavista, haciéndolo olvidar y separarlo de las contundentes victorias políticas del 2016 para como pueblo dudemos de Nicolás. Quieren que veamos solo la nariz para que descuidemos la conciencia que nos permite saber o descubrir el exacto sentido de las pretensiones burguesas, si nos lo permitimos estamos fritos, es decir, para la derecha con sus extremistas aliados está bien clara y lo han demostrado pese a sus aparentes y públicas divergencias, el enemigo para derrotar a la revolución bolivariana, hoy es Nicolás Maduro. Ellos saben que el autobusero realmente representa y simboliza la continuidad del proceso chavista y el legado del Comandante, porque ha demostrado capacidad de mando y un liderazgo propio aceptado reconocido más allá del pueblo chavista, no solo en Venezuela sino en América Latina y el mundo, de allí que, nosotros los chavistas de corazón y los patriotas desde las vísceras, estamos obligados a no poner en duda que la burguesía y sus secuaces en las revisiones hechas porque así lo dicen sus acciones y discursos permanentes, seguramente se plantean por lo pronto separar al Pueblo del Presidente Maduro o viceversa, arguyendo que éste ya no tiene importancia y no tiene respaldo popular o, quizás, como lo han hecho en épocas pasadas en todo el mundo, estimulando cual diablito escondido, en lo interno del propio proceso, liderazgos peligrosos que a lo sumo, sí derrotarían definitivamente el legado y la orden del Comandante Hugo Chávez, la Unidad que nos permitirá las luchas, las batallas y las Victorias en lo adelante.

Ahora, independientemente de los pequeños o grandes efectos negativos, los errores en política no son aceptables bajo ninguna circunstancia, como corolario me permito dejar unas interrogantes: No podríamos estar cayendo en la trampa de nuestro inexcusable y propio error si decimos, por muy fuerte que gritemos, pero llenos solo bajo la pasión de los aplausos "aquí no se habla mal de chávez", si al mismo tiempo estamos dejando ver o entender como un símbolo oculto que en las oficinas de las dependencias partidistas y públicas, amén de todos los medios tecnológicos disponibles, sí se puede hablar de Maduro?



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Gustavo C Vásquez


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