Carta abierta a los judeovenezolanos

Ya empezaron a oírse desde el exterior las acusaciones de antisemitismo en respuesta a la actitud vertical del Presidente Chávez al denunciar la agresión militar Israelí a la población civil en Palestina y Líbano, acompañada del retiro del encargado de negocios Venezolano en Israel. Se enarbola la hipótesis de la posibilidad de represalias hacia la comunidad Judía en Venezuela como producto de esta actitud, amén de la banalización del Holocausto en la Alemania de Hitler y de las víctimas Israelíes del conflicto actual.

Creemos que nuestros compatriotas judeovenezolanos tienen en bandeja de plata la posibilidad de contribuir, desde esta patria revolucionaria, a la solución de un conflicto que ha manchado de sangre la costa Sureste del Mediterráneo. Nadie en Venezuela ha perseguido a los judíos, ni ahora ni antes, más bién esta tierra acogió a los inmigrantes de todas partes del mundo sin cuestionarles sus opiniones religiosas o políticas, aún en tiempos de abyecta genuflexión al Imperio. Somos un conglomerado humano multiétnico y pluricultural, y sólo las manipulaciones mediáticas han podido tratar de crear divisiones dentro de nuestra población para imponer la hegemonía imperial sobre un pueblo que se resiste a ser atomizado; los medios de comunicación del imperio son maestros en ese arte, por lo que debemos cuidarnos mucho de sus amenazas.
Lo que aquí planteamos humildemente es una toma de posición coherente con la democracia y el humanismo. Las acciones del gobierno Israelí, los repetidos desconocimientos a las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas, no pueden ser avaladas por los venezolanos, aunque su ascendencia religiosa los haga sentirse comprometidos con la causa Israelí: son ante todo venezolanos, y la ilegalidad de las acciones bélicas del gobierno Israelí no pueden ser justificadas a la ligera. Nadie presagia una nueva Diáspora, es más bién obligación de los judeovenezolanos levantar su voz de protesta para que las partes en conflicto retomen las vías diplomáticas con seriedad, alejadas del dogma del pueblo elegido; en esta tierra todos somos iguales y todos tenemos un compromiso con la Constitución, que en su preámbulo proclama el carácter pacífico de nuestro pueblo, que es también su pueblo.

Muchos judíos, progresistas o no, han tomado las calles en diferentes partes del mundo para protestar contra las acciones del Estado Israelí. Es hora que en Venezuela sintamos estos mismos clamores por la solución pacífica y humanitaria de los conflictos, particularmente el presente, en el que se hace evidente el uso de la maquinaria bélica de Israel para satisfacer los intereses de un imperio que es ciego y sordo a las atrocidades que comete o hace cometer a otros para sus fines hegemónicos.

Aquí convivimos venezolanos, españoles, italianos, palestinos, portugueses, sirios, libaneses, judíos y pare de contar, y convivimos en paz, independientemente de las divisiones que el imperio trate de crear entre nosotros, independientemente de los conflictos en las tierras de nuestros ancestros. Somos ante todo VENEZOLANOS, hospitalarios, tropicales, abiertos a las diversas culturas que coexisten pacíficamente en nuestra tierra.
Organicemos JUNTOS marchas de repudio a las acciones bélicas del estado Israelí, pidamos el acatamiento a las resoluciones de la ONU, abracémonos todos juntos, judíos, libaneses, sirios y venezolanos en esta tierra de gracia, y mandemos un mensaje de paz, solidaridad y respeto al mundo.
Ing. Franco Munini muninifranco@gmail.com


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