El clima de crispación existente en el país, hace cada día menos posible el poder dormir y trabajar en paz. Estamos en una reedición del período abril 2002 a febrero de 2003, cuando la TV se convirtió en una ventana para recibir cada día el parte de guerra de los fascinerosos de la Coordinadora Democrática, devenida hoy en Mesa de la Unidad Democrática, reeditando el mismo libreto de esa época, con los mismos apocalípticos resultados. En esta nueva edición son ya 39 los venezolanos que han perdido la vida en una confrontación de nunca acabar, porque las acusaciones y amenazas de uno y otro lado sin alcanzar un punto intermedio indican que esta jornada de desgaste y violencia, solo la puede parar el pueblo organizado, que diga de una vez "Basta". Ya es suficiente con la calamidad económica que nos reduce a la condición de menesterosos de manera acelerada, especialmente al sector asalariado integrado por profesionales y clase media, sin contar al obrero de a píe al subempleado y al desempleado.
Es digno de un estudio científico y a profundidad por especialistas en conducta humana, el estado anímico que en la población está creando esta guerra mediática, donde los asesinos por un lado convocan a sus seguidores al matadero previamente organizado, para luego salir lloriqueando en las cámaras de TV, dando el parte de guerra, que son tanto venezolanos que han perdido la vida en las manifestaciones "pacíficas" que el gobierno maluco ha disuelto a bombazos y balazos asesinando a inocentes ciudadanos. "Pero eso no nos detendrá vamos a seguir en la calle, ni represión ni las vidas perdidas nos detendrán"
Del otro lado salen los voceros de un gobierno colocado contra las cuerdas a la defensiva, denunciando a los responsables de los crímenes y la violencia, que los tienen identificados, que mas temprano que tarde la justicia los alcanzará. A estas aseveraciones, la derecha envalentonada con el apoyo y financiamiento internacional, con sus operadores desde el Ministerio de Colonias de USA (Léase OEA), ONU y UE, se burla y zapatea anunciando mas violencia, nuevas convocatorias hacía los sitios que ellos mismo se prohibieron con los destrozos y ataques criminales a hospitales, preescolares y otras instituciones, que en incursiones "pacíficas" en oportunidades anteriores que pusieron en peligro la vida de cientos de niñas y niños inocentes, así como de funcionarios y ciudadanos en general, razón más que suficientes para que Alcaldes y demás autoridades responsables, no autoricen sus marchas "pacíficas", que siempre dejan saldos lamentables.
En medio de esta confrontación está el pueblo de a píe que amén del estrees que sufre por las dificultades para llevar el pan a su casa, tiene que soportar esta locura mediática, donde el molvo de los propietarios y voceros de medios de comunicación se alimenta de las guerra de declaraciones de una y de otra parte, sin esperanza alguna, porque todos sabemos quienes son los cabecillas de la violencia en el país, que protegidos por el manto de la "Inmunidad parlamentaria" y atrincherados en la Asamblea Nacional, gobernaciones y alcaldías, salen diariamente y a cada momento a maltratar el sique del venezolano, que ya ni siquiera puede ver novelas, noticieros, musicales o cualquier otro género, porque todos han sido sustituídos por la guerra de declaraciones y las prédicas de odio Lo peor, es que para ellos no hay justicia, porque pareciera que en nuestro país llegar a una posición por libre elección nos da patente de corso, para matar, robar, destruir y abusar de los ciudadanos. de a píe.
Cabe preguntarse ¿Será que la aplicación de las normas establecidas por el Derecho, no aplican para quienes se autodenominan líderes? ¿Con todo respeto, pero quisiéramos que quienes tienen en sus manos la custodia y defensa de los derechos de los ciudadano, nos respondieran si es que un diputado, un gobernador o cualesquiera otro de la fauna política, tiene mas derechos que un policía o un guardia nacional de los que exponen sus vidas frente a los guarimberos? Porque vemos investigando e imputando a funcionarios, por violar derechos a los violentos, pero no vemos la misma medicina contra el gobernador de Miranda, autoridades de la AN y otros, que violentan todos los principios constitucionales y los derechos de la ciudadanía.
Es hora de ofrecer tranquilidad al pueblo. Es hora de poner fin a la guerra de declaraciones y al sacrificio de inocentes por la codicia de una minoría. Basta de martirizar al pueblo. No más muerte y circo.