Ya sabemos, los integrantes de la conferencia episcopal de Venezuela, forman parte de la oposición extrema que atenta contra nuestra estabilidad política, para ello, por encima de todo y aprovechando los mismos medios, le prestan con toda intensión la más mínima importancia a las orientaciones que ha lanzado el Papa Francisco o al menos las desvirtúan, en torno a los llamados para que estos señores hagan todo el esfuerzo en la retoma del diálogo que evite la confrontación entre los venezolanos.
Ellos, la c.e.v. asumiendo planamente la hoja de ruta de los opositores para afianzar su no voluntad de diálogo bajo el pretexto de elecciones generales, actúan con un carácter meramente político y parcializado con los sectores que representan los más oscuros intereses antipatria, tan igual como han hecho las cúpulas eclesiásticas en otros episodios históricos en Venezuela. Saben que la Paz es el instrumento que realmente desenmascara las verdaderas intenciones del imperio y sus aliados en la mud. Esta desobediencia, contrastando con una buena parte de la feligresía de base católica, no solo la que directamente se define como chavista que es bastante, sino a aquella que realmente quiere y ora para que los venezolanos recuperemos la tranquilidad y el sosiego sin necesidad de tanto sufrimiento y sacrificio. El no oír ni acatar las órdenes del Papa y por el contrario, cuadrarse con los que buscan e incitan a la guerra, no es otra cosa que la muestra de subordinación de estos fariseos ante el imperio de estos tiempos, que lanza la despiadada guerra no convencional contra la revolución bolivariana y su pueblo, con el objetivo crear las condiciones que les permita hacer realidad las ansiadas aspiraciones de garantizarse de una vez por todas, además de las ricas y bien conocidas reservas naturales que tienen nuestros suelos, adueñarse de la posición geoestratégica que nuestro territorio ocupa a norte del continente suramericano.
El imperio, no quedándole más alternativas tras las constantes derrotas sufridas con Chávez y ahora con Maduro, en esta ocasión va más allá, pues, como han hecho en Asia y África, aquí se plantean destruir lo que en verdad es más peligroso para sus intereses imperiales, la referencia histórica que hoy mantenemos los bolivarianos de Chávez, tal como ocurriera con Simón Bolívar y su referencia de unidad y emancipación americana hace 200 años.
En tal sentido cabe una interrogante y la relaciono con el porqué de las orientaciones e instrucciones lanzadas el presidente Nicolás Maduro, como líder indiscutible de hoy, al menos así lo asume el chavismo y pueblo de base no estructurado que sigue siendo la inmensa mayoría, a modo de atender la difícil e histórica coyuntura por la que atraviesa Venezuela y más allá, que está reflejado en el lanzamiento del Congreso de la Patria y en la propuesta de convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente? Me estoy refiriendo y así lo lanzo, como un ineludible alerta. El Presidente ha definido que lo/as candidato/as a constituyentes que han de elegirse para que integren la nueva Asamblea Nacional Constituyente deben ser escogido/as por las bases y ,asimismo, producto de un proceso donde resulten lo/as mejores; no tengo duda de que se trata de una advertencia presidencial para que evitar los cupulosos, entiéndase de las cúpulas, que nunca faltan, aprovechándose de listas o líneas preelaboradas por unas fulanas direcciones jerárquicas, usurpen la voluntad popular, desoyendo así, o más bien, desconociendo y contrariando las instrucciones del Presidente, con la intención de preservar intereses grupales y mezquinos, tan igual como hace la conferencia episcopal contra el Papa?
Evitarlo es una tarea ineludible de las vanguardias populares organizadas o no. Se trata una obligación de carácter político e histórico lograr la unidad desde las bases. Despojémonos de aspiraciones tercas, individualistas o grupales que por lo general conducen a cuotas de poder; hagamos un esfuerzo para el encuentro sincero y fraterno que nos permita encontrar un método para postular a lo/as mejores, pues, en esta nueva hora histórica de la República Bolivariana de Venezuela, su pueblo y el presidente Maduro lo están exigiendo.