La industrialización necesaria en Venezuela

Demostrado está de muchas formas que el poco desarrollo industrial en Venezuela está íntimamente ligado a lo que hemos llamado la cultura importadora, todo derivado de la actividad petrolera que subsumió la economía en el rentismo petrolero que a su vez produjo esquemas cambiarios que alentaban de una manera u otra el otorgamiento de divisas para las importaciones de productos terminados y en otros casos de componentes y partes y piezas que bien pudieron elaborarse fundamentalmente en medianas y pequeñas empresas que conocemos como Pymes.

Creemos firmemente que el proceso de industrialización debe pasar por la instalación de nuevas empresas que en concordancia con la política de incentivos y apoyo financiero, conformen conglomerados de Pymes que bajo parámetros de especialización complementen productos en diversidad de ofertas que busquen en economías de escala la producción diversificada tan útil para el desarrollo de una economía inclusive con metas y objetivos para abastecer el mercado nacional y coadyuven en plazos razonables la oportunidad de exportaciones aunado a los procesos de integración.

Podemos igualmente afirmar con propiedad que las experiencias en otros países nos servirían de apoyo y ejemplo para los efectos esperados y que estos le otorguen valor agregado en innovación, tecnología y porque no de mano de obra a las nuevas organizaciones fabriles en sectores como la metal mecánica, agroindustria, minería y otras actividades. La diversificación es mucho más viable a partir de las Pymes como base solida para una economía que requiere producción, productividad y complementos de productos a escala del mercado nacional y para ello, las políticas del Estado deben dirigirse hacia derroteros importantes dado el estado actual de oferta que ha obedecido a esquemas de practicas monopolicas y oligopolicas y que en cierta manera han impedido entre otras razones más las citadas el desarrollo de una economía sostenible en el tiempo.

Por tales razones el Estado está llamado a producir los incentivos necesarios como la tributación y el financiamiento, igualmente la potenciación de otro tipo de empresa que bajo el poder popular lleve adelante estas tareas, inclusive aquellas de orden familiar como surgieron inicialmente las pequeñas y medianas empresas en Europa y otras latitudes. Políticas decididas y de apoyo que tomen en cuenta la planificación y necesidades en actividades propias que sirven como complementos de productos terminados en la fabricación de partes y piezas.

La política de industrialización debe ir acompañada de toda una gama de otras consideraciones como lo territorial, la especificidad de las regiones que permitan explotar lo autóctono y la inventiva en aras de producir ventajas y que estas sirvan para la oferta de productos que permitan una competencia sana alejada de cualquier imposición de dominio como ocurre en rubros de consumo masivo, dicho de otra manera, lo que produce una empresa en particular requerirá partes y piezas que otra empresa provea.

Por último, la industrialización en Venezuela tendrá el valor que la sana competencia y la complementariedad permitan en aras de abastecer debidamente el mercado nacional, además en nuestro concepto la pequeña y mediana industria permitirán un crecimiento del Producto Interno necesario para convertir a Venezuela en un país pequeño y de una potencia que permita corregir y eliminar el rentismo y producir la suficiente cantidad y volumen de productos, que como señalamos al comienzo abran el camino para las exportaciones y de esta manera aliviar el ingreso de divisas que coadyuven al financiamiento de los programas sociales.



 



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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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