Ha transcurrido más de un año desde que escribí una nota sobre un tema político interno venezolano.
Entendí desde entonces, que no podía aportar nada nuevo, al análisis de los acontecimientos que se desarrollaban.
Anteriormente y desde 2011 escribí varios artículos y los que me leen saben que mantuve invariable mi posición, que explícito en el título.
Nada ha cambiado desde entonces, a favor del pueblo mayoritario venezolano, de su clase trabajadora, de los humildes.
.Al contrario, se ha instalado un caos.
El caos que envuelve a la Venezuela actual, es el resultado y al mismo tiempo el mejor ejemplo, de lo que significa compartir la economía nacional, con los buitres privados de la oligarquía.
Caos, a cuya formación colaboraron tanto la oposición apátrida y explotadora de los capitalistas, apoyados por el Imperio yanqui, como el propio gobierno de Maduro, con sus burócratas enriquecidos por la corrupción y la conciliación con la oligarquía
Claro que no fui el único, que se expresó permanentemente, contra la convivencia de la Revolución Bolivariana, con la vieja oligarquía capitalista venezolana, asociada a las multinacionales extranjeras y a la Banca especulativa internacional.
No fui el único tampoco, que previno que inevitablemente, esa convivencia conduciría a la derrota de la Revolución.
Este artículo es mi reacción, al llamado a una nueva Constituyente.
Da la impresión que esta nueva Constituyente, por la forma en que fue proclamada tiene por objeto asegurar la "gobernabilidad", del grupo en el Poder de este Gobierno "bifronte", debilitando así" ingeniosamente" la partidocracia de la oposición.
Con esos objetivos, está condenada no solo al fracaso, sino también a aumentar los sufrimientos del pueblo trabajador.
Ya desde su presentación por Maduro, este llamado a una Asamblea Constituyente, careció del mínimo respeto a la participación directa del pueblo, mediante la implementación de referéndums previos.
Esto entra en violenta contradicción, con el aparente deseo que se publicita, de desarrollar las comunas, donde la participación directa del pueblo es condición esencial.
No se puede creer entonces positivamente, o utópicamente como se quiera, de que se desea por fin impulsar el empoderamiento y la participación real del pueblo mayoritario venezolano, en la vida política y económica de la nación, a través de las comunas.
Pero cuál es la situación objetiva actual, que enfrenta el Gobierno de Maduro, en su relación con la Clase Trabajadora y humilde de su país.
La pregunta se impone: Puede, después de esta experiencia negativa, la Clase trabajadora y humilde Venezolana confiar en Maduro, su gobierno y apoyar la nueva Constituyente?
El título del artículo sintetiza, el hecho que la Constituyente de Chávez, fracasó por convivir con el Capitalismo, ese fracaso manifiesto, esta evidenciado por el caos actual que se vive en Venezuela.
Donde los sectores humildes asisten angustiados a una lucha que se libra en las calles, organizada, por la oligarquía y los Yanquis, que semeja una guerra civil, pero donde en realidad están representadas en la acción agresora, solo sectores de la Clase media alta, media y algunos grupos arrastrados a la provocación, de la clase media baja.
Son guerrillas profesionalizadas por el Capitalismo, en varios sectores del mundo globalizado, donde cumplen la función de enfrentar, mediante el empleo de las clases medias, las luchas populares.
Esos sectores de la clase media, a los que me refiero, cumple así su función natural, sostener los privilegios del injusto sistema Capitalista, ayudando a este a confundir y explotar a los trabajadores, por quienes siente solo indiferencia y desprecio, a cambio de recibir las sobras de la mesa de los ricos.
Dentro de las varias razones que hicieron fracasar la Constituyente de Chávez, rescato dos elementos importantes.
El incumplimiento por parte de Maduro, de dar participación a las Comunas en la dirección política y económica del País. Esto hizo posible el alejamiento de la Clase trabajadora y humilde del entendimiento primero y de la voluntad después, de ejercer el Poder que le corresponde por ser la mayoría del pueblo venezolano.
Y luego el "pecado original" de Chávez , el mantener en la Constitución Venezolana, la Propiedad Privada Irrestricta, legitimando así la participación del capitalismo, dentro en un romántico Socialismo del siglo 21.
Los casi 300 años del Capitalismo, demostraron la absoluta imposibilidad de la cohabitación de los dos sistemas.
Tomando en cuenta la diferencia entre características y proporciones, entre ambos procesos, el de la Revolución Bolivariana y la Revolución de Octubre en Rusia, creo interesante analizar lo sucedido en la ex URSS, en relación a lo que ocurre en Venezuela.
La implosión e involución hacia el Capitalismo de la Revolución de Octubre en la URSS , fue causada fundamentalmente por la decisión estalinista, de encerrar el nuevo sistema socialista en construcción, dentro de las fronteras de la URSS y contra el criterio de Trotsky, de luchar en todo el Mundo por imponer el Socialismo. Stalin también, aceptó pasivamente la convivencia con el Capitalismo.
No vengo aquí a regañar al Comandante, de quien soy un apasionado admirador, por la pureza de sus intenciones, su tremenda capacidad de lucha en la defensa de los intereses de las clases humildes, y su tremendo cariño por su Venezuela y la América latina.
En varios artículos me réferi, a los grandes méritos que si tuvo esa Constituyente, que hoy esta perimida. Y también a que Chávez "no tuvo la suerte de Lenin ", de llegar a la Revolución con un bagaje político extenso, marxista, con el apoyo de masas de obreros, campesinos y soldados, ganados contra la clase dominante.
Chávez se encontró con la Venezuela de la renta petrolera, importadora, dominada por la oligarquía rentista y cipaya, con más bachaqueros que obreros. Y tuvo encima la mala suerte, que los únicos que se acercaron a apoyar su proyecto, fueron elementos progresistas de la Clase Media, quienes apenas olieron el oro de las Arcas del Estado, les broto la codicia de su clase, y aliados con la vieja burguesía, en negocios de divisas, constituyeron la "boliburguesia", que condujo especialmente después de la muerte de Chaves, a Venezuela a este caos actual.
Pero pese a la confusión reinante, lo importante hoy, es que la Revolución Bolivariana sobreviva, pues la necesita el futuro inmediato de los pueblos de América Latina y el Socialismo en el mundo entero.
Qué hacer? : Como el titulo lo sintetiza, romper la convivencia con el Capitalismo y darle el Poder al pueblo, a través de su Clase Mayoritaria, trabajadores y humildes, acompañados en lo posible por sectores productivos de la Clase Media. NO HAY OTRA SOLUCION.
Toda otra actitud política o económica que signifique, conciliación, espera, apaciguamiento, frente al Capital, llevara inevitablemente a la derrota de la Revolución Bolivariana.
La verdad que estos requerimientos serian como los 12 Trabajos de Hércules para Maduro, y como aquellos requieren fuerza, poder y decisión.
Imposibles de cumplir si la decisión de Maduro no es seria, meditada, y aceptada ideológicamente por aquellos que a su lado le aseguran el Poder.
Este es el camino:
El gobierno de la Revolución Bolivariana que encabeza Maduro, debe asumir OFICIAL y PUBLICAMENTE, que si se propone volver a las Comunas, como organización del pueblo mayoritario, en el ejercicio del poder político y económico, lo hace en su carácter de gobierno, "ideológicamente en marcha hacia el socialismo".
Junto con ello incorporar a los Objetivos de la Nueva Constituyente, la anulación de la Propiedad Privada Irrestricta, dándole a la Propiedad el carácter social que debe tener, para poder desarrollar la Economía, en el Socialismo y las comunas.
Y como tal, en representación de la inmensa mayoría del pueblo Venezolano, constituido por la Clase Trabajadora y humilde, más sectores de la clase media baja, que dejando de lado, las falsas estadísticas de las consultoras privadas del Capitalismo, son realmente bastante más, del 85 % de la población de Venezuela.
Esta representación de los intereses, de las mayorías de las Clases Sociales, le otorgaría al Gobierno Bolivariano, la mayor legitimación, jurídica y moral, que la Democracia puede otorgar.
Y demostraría con claridad, la falsedad de la democracia de la burguesía, que defiende la oposición de la MUD y que se asume "democrática", por representar los privilegios, de las minorías insignificantes numéricas de ricos y clases medias altas y medias.
Se impone además de parte de Maduro una serie de medidas inmediatas urgentes, en el terreno económico y político, que demuestren palmariamente al pueblo mayoritario, la pureza de sus intenciones.
Entre ellos: La inmediata nacionalización de la Banca, permitiendo así el manejo absoluto de las divisas y la economía en manos del Estado en camino al Socialismo junto con las comunas.
Prohibición absoluta de entregar divisas a entes privados de cualquier índole.
Acabar con la impunidad del robo de miles de millones de dólares juzgando a los burócratas y sus socios privados por robo y corrupción.
Creación inmediata del Ente Estatal que se ocupe de la importación y exportación de todo lo necesario en la economía venezolana.
Confiscación y puesta en mano de las comunas de las más importantes empresas privadas que influyen en la economía y la provisión de alimentos y bienes para el pueblo empezando por la Polar.
Para asegurar así la provisión de lo realmente necesario e imprescindible, la distribución equitativa y los precios justos.
Y así de seguido medidas protectoras de la riqueza nacional, que son de propiedad solo de su pueblo mayoritario.
Para que este plan logre su objetivo , es necesario ganar a aquel sector de la Clase Media más productivo integrado por los profesionales, los técnicos, los pequeños productores e industriales los intelectuales progresistas, separándolo de los otros integrantes de este sector, rentistas, especuladores o simplemente comerciantes parásitos no productivos. etc.
No es una tarea sencilla, lo sé, pero si no se intenta se cumpliría la verdad obvia del título:
No existe ninguna posibilidad de paz y justicia social en Venezuela, mientras se conviva con el Capitalismo.
Afectuosamente
Hersh Zakheim