La polémica se ha desatado desde que el Presidente Chávez esgrimió el concepto para invocar el respeto a principios consagrados en la Carta de la ONU (Art. 1 y 2), OTAN (Art. 1 y 2) y OEA (Art.3) entre otros, como la libre determinación de los pueblos y la no injerencia en sus asuntos internos. No hay acuerdo de cooperación o integración internacional que no reconozca estos derechos.
Los argumentos políticos esgrimidos hoy por algunos contra la soberanía pudieran ser válidos de no ser por que en circunstancias anteriores fueron dados en contrario por especialistas ubicados del lado opositor para invocar el respeto a los asuntos internos cuando el embajador Shapiro declaró en julio que su país no aceptaría un golpe de estado en Venezuela; o cuando Brasil vendió a ésta una carga de gasolina. La falta de coherencia en los discursos es mortífera para la credibilidad.
Pero no puede haber unos países soberanos y otros no (la ONU se basa en la igualdad soberana de sus miembros). El concepto pudiera confundirse por la avalancha comunicacional y la obligante participación de las naciones en las nuevas reglas de convivencia internacional. Esa convivencia es la que lleva a las naciones a la firma de acuerdos de integración para ejercer políticas comunes en economía; esas reglas las conducen a participar en la búsqueda de un desarrollo paritario en los organismos multilaterales. Pero esa misma convivencia significa también el respeto mutuo y multilateral a cada pueblo, a su y a sus poderes públicos. La aceptación de esta premisa ha permitido el avance exitoso de esquemas como la Unión Europea. Allí ningún paso es dado sin consultar por referendo a los pueblos nacionales. Un ejemplo de ello es el euro que no fue aceptado como moneda por Gran Bretaña.
La soberanía es el principio de autoridad máxima de un país y ésta reside en el pueblo. Es la que ha ejercido Estados Unidos para combatir el terrorismo y casi romper relaciones con aquellos Estados que intentaran interferir o hacer alguna crítica contra los bombardeos a Afganistán; o para aplicar la pena de muerte; o hacer prácticas bélicas en Puerto Rico; o suspender programas de TV que en plena crisis del 11S se atrevieron a hacer observaciones a las decisiones presidenciales. Autodeterminación es la elección de segundo grado o por una Corte Federal del Presidente de EEUU aunque no cuente con la mayoría popular. Política interna es cuando en España se prohíben los partidos vinculados con el ETA y les cierran sus medios de comunicación. O cuando en Colombia Uribe, apenas ocupó la presidencia, decretó un estado de excepción y un impuesto de guerra
En el derecho a accionar que tienen los poderes públicos de un Estado reside el aspecto externo de la soberanía: la libertad de todas las naciones, la igualdad entre todos los pueblos y el respeto por sus decisiones.
¿Es qué acaso lo que ocasionó la disolución de Yugoslavia y la Unión Soviética no fue la búsqueda de las naciones en ellas asociadas del ejercicio pleno de la autodeterminación?
La soberanía no es contraría a la marcha del mundo en tanto que los países tomen decisiones eficaces a lo interno y a lo externo que contribuyan a una relaciones internacionales más justas. Ella es la esencia misma del Estado. Negarla sería intentar desconocer que éste existe.