Después de una ausencia de estos espacios, hemos retomado nuestra tarea de continuar aporreando, para de alguna manera llegar con nuestro mensaje a quienes nos leen, que por ser gente del pueblo nos interesa que fortalezcan su consciencia y capacidad de discusión, sobre una realidad que nos corresponde a todos esclarecer.
Como quiera que casi nada ha cambiado excepto el asalto a los bolsillos del pueblo que c cada día las mafias del bachaqueo oligarca y sus peones salidos de los estratos mas humildes, pero que por falta de formación y consciencia revolucionaria se han convertido en verdugo de sus iguales y en operadores de los criminales acaparadores y especuladores. Por esa razón decidimos marcar nuestro regreso con un artículo publicado el pasado año, con el mismo título, porque no ha perdido vigencia, pues la película se repite y así lo confirma el presente texto.
Desde el principio y, sin ánimos de ser agoreros o aguafiestas lo señalamos. Manifestamos que la intención del presidente obrero Nicolás Maduro es fenomenal, en cuanto a sentarse en torno a una mesa para discutir temas atinentes a la paz y la convivencia, el desarrollo económico del país y la idea del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, de, con el esfuerzo, la voluntad y la comprensión de
todos, hacer de Venezuela el país potencia de América Latina, aprovechando los recursos, su posición geoestratégica, la capacidad emprendedora de su pueblo y otras ventajas que garantizan la cristalización de esa ambición.
Pero hemos señalado de manera reiterada, que desafortunadamente con honrosas excepciones, el único que va a ese encuentro por la paz y el fortalecimiento de la democracia participativa y protagónica, sin cartas en la manga, es el gobierno bolivariano, el resto nada que ver. Fedecámaras, Consecomercio y demás sectores "empresariales", van única y exclusivamente detrás de los dólares y a ver como pueden entrampar al gobierno, para que les permita seguir desplumando al pueblo, con las delictivas "ganancias" de hasta el tres mil por ciento, en todos los rubros de primera necesidad; alimentos, ropa, calzado, salud, artefactos para el hogar, vivienda y vehículos, por mencionar los rubros donde no hay ganancias sino robo descarado a los clientes.
Si lo dudan, allí están las declaraciones de la representación de la cúpula empresarial, que va a llevar a la mesa de discusión el tema de las inspecciones a comercios. Seguramente van a exigir que les avisen con 72 horas de antelación a los timadores, que les van a visitar su negocio; como pretendían los alcaldes del Este de la Gran Caracas, que al Ministerio de Interior y Justicia, les informara que iba a proceder a levantar los campamentos subversivos, de drogadicción, crimen y corrupción moral, que sus muchachos mantenían en amplios sectores de la ciudad, con las afamadas carpas, donde escondían armas de fuego, gasolina, pólvora, de todo, hasta explosivos, marihuana transgénica, cocaína, crack y paremos de contar. De allí salían en las madrugadas a incendiar establecimientos y asaltar a transeúntes.
O es posible que vayan a proponer, que les permitan seguir especulando a cambio de dar empleo, por aquello que dijo uno de los idéologo y guías de Fedecámaras:, cuando le desmontaron el guiso que tenía con los automóviles y a la pregunta de un periodista respondió fresco, como una lechuga: "Si es posible que especulemos, pero damos empleo".
En cuanto a los representantes de la MUD, solo van a la mesa para aprovecharse de la presencia mediática, para fortalecer su discurso de desacreditar al gobierno, lo cual hacen de frente y con la mayor desvergüenza, mienten descaradamente ante las cámaras y acusan al ejecutivo de cualquier barbaridad, frente al presidente de la república y sus ministros.
Lo otro es mantener el chantaje de la amnistía para los criminales y delincuentes habituales que desde 1999, vienen conspirando contra el gobierno bolivariano, legítimamente aprobado por la mayoría del pueblo en libérrimos comicios, que valga decir la oposición, agrupada antes en la Coordinadora Democrática y ahora en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), jamás ha reconocido y por el contrario ha estado siempre montada en el golpe de Estado, primero contra el Comandante Hugo Chávez y ahora contra Nicolás Maduro, porque para la derecha fascista venezolana es inconcebible, que gente como Chávez y Maduro, provenientes de los sectores populares y con claros rasgos de llevar sangre negra y aborigen en sus venas, puedan gobernar a Venezuela y mucho menos consultando a los marginales para tomar decisiones.
El retiro de la MUD de la mesa de la Paz, nos ha dado la razón. Ahora condicionan su reincorporación a la libertad de Iván Simonovic, personero nefasto sentenciado por crímenes de lesa humanidad, figura jurídica que no tiene alternativas, sino cumplir la sentencia impuesta. Pero también exigen la libertad incondicional de los asesinos a sueldo, mercenarios detenidos por su responsabilidad en 42 asesinatos de ciudadanos incluyendo oficiales y tropa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana, cazados por franco tiradores, mientras estos patriotas ejercían funciones de protección a la ciudadanía contra los desmanes de los facinerosos, que pretenden llevarnos a una guerra civil, para que venga la acción de la OTAN, con sus cañonazos y operaciones "humanitarias" casa por casa, para borrar de la faz del territorio nacional a quienes le resultan incómodos a los planes hegemónicos del imperio.
Pero, que se puede esperar de pránes como Ramón Guillermo Aveledo, Julio Borges, Henrique Capriles Radonsky, Antonio Ledezma y demás representantes de la MUD, todos participantes activamente en el golpe de abril de 2002, que si están en libertad, es gracias a la amnistía, que por su magnanimidad, les concedió el Comandante Eterno Hugo Chávez, luego de su regreso de la muerte, gracias al pueblo que lo rescató de donde estos señores y sus sicarios lo tenían sentenciado al paredón.
Por ahora la petición es de amnistía para todos esos criminales, para salir airosos del sofocón en que están metidos, que les ha convertido en rehenes de los paramilitares y mercenarios que a lo largo de 15 años han estado introduciendo en el territorio nacional y que ahora reclaman protección o vuelven el fusil, contra sus contratistas.
Pero allí no termina el libreto de Gene Sharp. En un supuesto negado que el gobierno accediera al chantaje de liberar sin condiciones a Simonovic y a los criminales sometidos a la justicia por la violencia de los últimos cuatro meses, entonces vendrían otras condiciones para continuar sentados en la mesa, tales como el reparto proporcional de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, del Consejo Nacional Electoral y otras tretas a las que nos tenían acostumbrados durante la IV República. En el caso que se corrompiera la Asamblea Nacional y accediera a esa negociación, con el visto bueno del presidente Maduro, vendría otras peticiones para no continuar incendiando al país, a través de sus "Cachorros amaestrados". ¿Cuales serían? Por ejemplo tener participación activa en el gobierno. Es decir repetir aquella caricatura de los primeros dos años del gobierno de Raúl Leoni, conocido como el "Gobierno de ancha base" y finalmente, Maduro renuncia ya , y vamos a contarnos. Ah, eso si, con un CNE, nuevo, donde cada partido de la MUD, tenga su representante y con el conteo manual de los votos. Otra pregunta es y volvemos con el supuesto negado, que Maduro y el Consejo Cívico militar de la Revolución aceptaran esas patrañas. ¿El pueblo chavista, que encarna al Comandante Eterno, que somos más del 60 por ciento, nos calaríamos ese retorno a la IV República? Vistos estos escenarios es fácil comprender que a los pránes de la MUD al igual que Fedecámaras, que son lo mismo, solo buscan oxígeno en la mesa de la Paz. No les interesa el país y su gente. No les interesa la soberanía, ni la dignidad. Ellos tienen su proyecto lacayo, de devolver a Venezuela al imperio yanqui, para que nuevamente haga de ella su patio trasero, empresa imposible, porque este pueblo decidió ser libre y no lo para nadie. Por eso no desperdiciemos pólvora en zamuros. El diálogo, tiene que ser con el pueblo, que aprecia y respeta la democracia. Ahora entienden porque decimos que entre la MUD solo hay amores imposibles.