Caracas, 26 de octubre de 2017.- Al viejo mío, andino tovareño, le encantaba ponerle nombre a las cosas y a los fenómenos sociales, uno de los nombres que mas utilizaba, aún cuando no era de su autoría, era el de Adeco Viejoguardeco, se refería a esa estirpe de adecos zamarros de la primera etapa, de la vieja guardia, que trabajaban duro, tenían gran habilidad para el manejo político, para adaptarse a las circunstancias del momento y sobrevivir a las peores tormentas y circunstancias adversas.
Henry Ramos Allup, aún cuando generacionalmente no pertenece a esa extirpe ha utilizado ciertamente sus enseñanzas, ha sido, a pesar del menosprecio y los insultos con que lo bombardean sus oponentes, muy hábil en el arte de la supervivencia política, por ejemplo, afirmó que los gobernadores electos con la opción adeca no se juramentarían ante la Asamblea Nacional Constituyente y lo hicieron, siguen en la pelea.
En toda batalla se requiere de un diseño en la lucha, una determinación de prioridades y un manejo racional de los recursos para alcanzar el objetivo, una estrategia que permita obtener el ansiado triunfo, parece que a este adeco viejoguardeco le tocó ese papel en nuestra Venezuela actual.
Se sospecha que en algún rincón de su casa, en un sitio oculto, consulta con el oráculo de esos viejos adecos y les pregunta sobre los pasos que debe dar para no hundirse en las arenas movedizas de la política contemporánea, parece que la asesoría ha dado buenos resultados, a las pruebas me remito.
Se habla de un pacto secreto entre los adecos, en pleno renacimiento y los del PSUV, a pesar de los insultos mutuos, no lo sé, no tengo pruebas, pero lo que si es cierto es que el partido del pueblo A D, como se hacía llamar, ha cogido un segundo aire y le ha demostrado a los petimetres de Primero Justicia como sobrevivir en política, a pesar de las pataletas de Henrique Capriles, quien amenazó con salirse de la Unidad, mientras estuviera HRA.
Sabe que la pelea es adentro, que no es ausentándose ni con berrinches que se puede combatir en política, los del PSUV lo estudian y Henry Ramos, con sus partidarios adecos estudian a los del PSUV, es un a especie de ajedrez criollo, con reglas que a veces resultan extrañas pero que este adeco viejoguardeco parece conocer bien.
Es un viejo lobo combativo y se recuerda el evento donde se enfrentó, en plena autopista del centro a los ocupantes de un automóvil sin identificación, se presume del SEBIN, (fue viral en las redes) que lo seguían y al final salieron huyendo a la ponzoñosa lengua de Ramos Allup.
En una situación de alta incertidumbre como la que estamos viviendo, donde los de la izquierda se comportan como de derecha, socialismo con lógica capitalista, los de la derecha están enredados entre ellos y el gobierno aprieta en sus controles de la política, con un deterioro progresivo de la situación económica y aún cuando no comulgamos con el señor Ramos Allup en muchas de sus posiciones, muy conservador para nuestro gusto, es bueno tenerlo en la escena nacional para que agite las aguas y dinamice el ambiente.