Camaradas: La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Económicos (SUNDDÉ) está "muerta", y no es desde ahora. Tiene 2 años que le dieron "la extrema unción"; y es tanto así, que nuestro presidente ¡ní la nombra...!
Ese organismo se "coaguló", desde que le impusieron (desde adentro) la política de "Cero Inspección/Cero Sanción". No fue ése un lineamiento del camarada Nicolás Maduro, sino "de la fuerza de los acontecimientos". Nuestro gobierno, responsable y autocríticamente, comprendió que la Economía no se combate desde sus consecuencias, sino desde sus causas; aunque le corresponde al Estado controlar el exceso de los factores del capital, que son los que ejercen el mandato de la dinámica económica en las sociedades capitalistas.
Es distinto en un sistema socialista: Allí quien gobierna la Economía es el binomio Fuerza Laboral/Estado, pero no se sobrepone el Estado al Poder Obrero, porque entonces crearíamos lo que se llama "Capitalismo de Estado", que tiende a ser tan perverso como la hegemonía burguesa.
Punto y aparte, nos preguntamos: ¿Cuáles son los factores de la producción?: La naturaleza (o materia prima), la tierra, la técnica (ó tecnología), el capital y el hombre (o clase trabajadora). ¿Por qué -entonces-, sin son 5 los elementos conjuntivos que aúpan la creación de bienes y servicios, es el capital el que sojuzga y tritura a los demás? Esa es la gran dicotomía entre Capitalismo y Socialismo; mucho más cuando el elemento capital tiene tendencia (¿natural o impuesta?) a concentrarse en pocas manos, y a tener la acumulación infinita como fin último.
¿Ahora entendemos el por qué, se empeña siempre la burguesía (más allá del capital), en "cogerse" siempre (aunque sea a sangre y fuego) la tierra, la técnica y la riqueza natural, y mantener bajo condiciones de "esclavitud" a la masa trabajadora...?
Como quiera -entonces- que la Revolución Bolivariana se ha ido deslastrando de los atavismos ideológicos que la enfrentaban al capital, en vez de enrumbar su acción en contra de los "capitalistas", ya una ley como la de "Precios Justos" era "guillotina" para el mismo pueblo que estamos obligados a defender. Es decir, el ya famoso "Carro de Drácula", terminará criminalizando la pobreza, al "mejor" estilo de la IV República, mientras que los "bachaqueros de verdad" (los que le chupan al Estado los miles de millones de dólares al precio irrisorio de Bs. 10,oo, y los lanzan al mercado criminal a la astronómica cifra de Bs. 45.000,oo) quedan incólumes.
¿Estrategia final?: Favorecer, con suficiente anclaje social (más no "colectivizante" a priori) una nueva clase productiva (o una emergente "burguesía" de corte plural, nacionalista, solidaria, soberana y antiimperialista; estilo el modelo chino). Pero solo como fase de "transición". No apuntamos sino a la liberación y emancipación total de las masas.
