Este domingo celebramos elecciones municipales, en todo el país. Además, los zulianos eligieron su autoridad regional por segunda vez en dos meses, caso éste indiscutiblemente atípico que solo fue posible en medio de la turbulencia de cambios que vivimos las y los venezolanos.
¿Qué factor o factores operaron, para que esta noticia –en sus dos facetas- fuese del manejo colectivo? La respuesta no es compleja: fue oportunamente difundida. A nadie sorprendió su génesis así como tampoco su culminación este 10 de diciembre con los resultados ya conocidos. ¿A qué viene el asunto? Pues, a que lamentablemente –muy lamentablemente-, mediáticamente no ocurre igual con otros acontecimientos que -no obstante su trascendencia- pasan por debajo de la mesa. ¿Es una crítica? Sí: por la calle del medio. Ejemplo de ello, la salud, sector ametrallado como parte de la bestial arremetida que el imperio puso en práctica para degollar a la Revolución Bolivariana. Se está trabajando, me consta, pero: ¿quiénes lo saben?
El Plan Quirúrgico Nacional tiene un saldo positivo. Dicho de forma sencilla: se ha operado a más gente de la que se planificó. ¡Y no se ha dicho! Lo que llaman Porcentaje de Cumplimiento registra un porcentaje general de 141%, o sea, casi la mitad por encima de la estipulado entre abril y noviembre en diferentes hospitales, CDI y ambulatorios. Pero, en el detalle específico, tenemos casos como los de Miranda donde la bola cayó en las gradas gracias a un batazo del 235% de la meta trazada.
El plan ha sido posible, entre otras cosas, gracias a la información organizada a través del Carnet de la Patria que ha dado frutos, incluso, antes del tiempo esperado. Mujeres, hombres, niños y niñas de todas las edades fueron sometidos a satisfactorias intervenciones a lo largo y ancho del país.
¿Qué cosa nos impide divulgar y difundir como debe ser? Hay que meterle el ojo a esto.
¡Chávez vive…la lucha sigue!