Venezolanas y venezolanos:
El tiempo señalado por la historia es ahora. O comenzamos a organizamos para irrumpir contra quienes nos administran la miseria y la muerte prematura, o esperamos sentados el día que nos tienen previsto para llevarnos como mansas ovejas al matadero de las próximas y adelantadas elecciones presidenciales.
Es necesario señalar a los culpables directos del sufrimiento que padecemos y, que no son otros, que esas dos minorías privilegiadas incluidas dentro de la MUD y el PSUV, ambas genuflexas ante poderes financieros transnacionales que se disputan el control del mundo convirtiendo a nuestro país en escenario de su guerra por la hegemonía.
La lucha entre estos dos minorías por el poder, recursos y privilegios que de ellos se deriva, nos ha reducido a la miseria a millones de venezolanos y a una gran parte a una muerte prematura por la dificultad o imposibilidad en muchos casos de sana alimentación y atención a la salud. Esas minorías que se tocan en la traición a los principios de la ética y en la entrega de nuestra soberanía se están reuniendo en República Dominicana para concertar un pacto de gobernabilidad del cual poco o nada debemos esperar. Por la experiencia de 40 años de democracia puntofijista mas 20 de desvío histórico chavista, estamos forzados a reconocer que la solución de los problemas del país no vendrá de alguno de esos sectores señalados quienes, si así lo determina su codicia, corruptela y la necesidad que tienen de controlar nuestras vidas, nos llevarán a los venezolanos a la guerra civil o la hambruna generalizada. Por tal razón lo que buscan es un pacto de gobernabilidad que acople el país, a su petróleo, a su minería y a sus recursos naturales a la arquitectura financiera internacional diseñada por gobiernos imperialistas y transnacionales ávidos de territorio y riquezas que pertenecen a los pueblos del mundo.
Venezolanas y venezolanos, Ateos y no ateos, todos:
Enfrentamos las amenazas comunes de las cúpulas de la MUD y del PSUV capaces de hipotecar nuestra soberanía a intereses corporativos y gobiernos extranjeros con la finalidad de perpetuar sus privilegios y, ante lo cual, no vacilarán en aplicar la represión y la violencia cuando se agote nuestra resistencia ya en los límites de la indigencia nacional.
Es urgente unirnos a los miles de venezolanos que combaten contra estos dos poderes cupulares, pero que a causa de las maniobras antidemocráticas que prevalecen en el Gobierno, su partido PSUV y su CNE ─y en la oposición que éste ha hecho a su medida─ no han podido expresarse por los canales previstos en nuestra violentada Constitución Nacional.
Hemos estado esperando como simples espectadores, mientras que sectores privilegiados por el dinero, el poder y por su "viveza criolla", asumen el control de nuestro porvenir y la suerte económica y política del país. Premiando a unos y castigando a otros pero sin participar por nuestra propia emancipación, ya hemos tenido bastante de esa experiencia de 40 años que comienza a repetirse con las cúpulas del PSUV y de la oposición MUD. Nuestra acción organizada es la única alternativa de sacar al país del laberinto del nuevo puntofijismo que comienza a configurarse entre la vieja dirigencia tradicional y la novedosa, altanera e ineficiente boliburguesía de hoy.
¡Basta ya de socialismo del siglo XXI! ¡Basta ya de oposicionismo ciego! No queremos ni lo que hay ni el regreso a lo que había. Venezuela reclama urgentes medidas económicas y políticas que no vendrán de sectores deslegitimados por la historia pasada y presente.
El 2018 debe ser un nuevo comienzo para el Pueblo y que seamos los constructores de muestro destino. Comencemos el 1º de enero, Día internacional del Ateísmo, declarando el rechazo a los vivos de antes y a los vivos de ahora, y hagamos realidad la esperanza de practicar la política de modo distinto a la del Gobierno y a la de las cúpulas derrotadas en diciembre de 1998.
Hagamos unidos:
La negación de esos extremos que se tocan en la ineficiencia y que deben ser superados por un movimiento o varios movimientos vibrantes con el interés nacional, que de cauce a las grandes mayorías silenciadas por cúpulas partidistas movidas exclusivamente por su propio beneficio.
Convocarnos a los descontentos de todo pensamiento dispuestos a participar en la construcción de una verdadero Poder Popular no comprometido con el crepúsculo ético del PSUV y de la MUD, que ejerza activamente sus derechos y una forma diferente de experimentar la política que respete la Constitución y la Ley, ambas violentadas a diario por el Gobierno y la oposición.
El fin del síndrome de Estocolmo masivo que nos mantiene colaborando en nuestra pasividad con las políticas del Gobierno y del oposicionismo ciego, que son a fin de cuentas nuestros captores. Acabemos con esta polarización enfermiza que nos hace creer en sus negocios partidistas; de sus cenizas construiremos el país que queremos organizándonos para barrer la ineficiencia, la corrupción y la entrega de nuestra soberanía a cualquier tipo de imperialismo.
La participación masiva del Pueblo es el fuego que purificará la política y hará posible una Venezuela para todos y no para intereses sectoriales de minorías privilegiadas.
¡Basta de despilfarro empobrecedor y corruptos de la v!
¡Basta de neoliberalismo empobrecedor y corruptos de la iv!
MAS ALLÁ DE CHAVISTAS Y OPOSICIONISTAS ESTÁ LA SOLUCIÓN. NO SOMOS VOTOS. ROMPAMOS LA POLARIZACIÓN QUE NO NOS DEJA ORGANIZARNOS PARA ENFRENTAR LOS VICIOS DEL PASADO Y DEL PRESENTE.