Si usted busca la declaración de Quebec (Canadá) y el Plan de Acción elaborado durante la Cumbre de Las Américas de 2001, verá unos pequeños asteriscos en el texto los cuales remiten a las observaciones de la delegación de Venezuela, encabezada por el presidente Hugo Chávez, quien se estrenaba en esa fiesta como mandatario de uno de los países miembros.
Ya desde entonces Venezuela era incómoda por sus posiciones atentas siempre al orden constitucional interno, en primer lugar, y luego por la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Chávez fue el único que firmó con reservas aquel documento por dos aspectos que no compartía: la denominación de democracia "representativa" (ya que la nuestra es participativa) y la adopción del Alca como única vía de desarrollo comercial en la región. En esa Cumbre se gestó la célebre Carta Interamericana. Venezuela sostuvo su posición y, además, rechazó por "impreciso" el párrafo que precisamente le están aplicando al presidente Nicolás Maduro para impedir su presencia en esa suerte de piñata que se celebrará en Perú durante las icónicas fechas del 12 y 13 de abril de 2018.
Sobre el párrafo al cual hacemos referencia, el embajador en la OEA, Jorge Valero, dijo que tal como estaba redactado, contenía ambigüedades que podían terminar en interpretaciones caprichosas sobre lo que allí se califica como "cualquier alteración del orden constitucional", ante el cual sugirió el término "derrocamiento por la fuerza", cosa que no fue aceptada.
La Cumbre de Las Américas conformada por 34 países, es un apéndice de la OEA que sigue lineamientos de su secretario general, Luis Almagro. Si en alguna de esas naciones hay una "alteración" o "ruptura" del orden democrático, eso bastará para que no pueda ir al party. Y es que "para ser diplomático hay que hablar un buen número de lenguas, incluyendo el doble lenguaje" (Carey McWilliams)
Pero lo más grave es que el llamado Grupo de Lima ha trascendido la esfera diplomática y la Cumbre de las Américas ha pasado a ser, en nuestra modesta opinión, la "Cumbre del Bullying" con niños y niñas malcriadas que no quieren compartir la piñata. Olvidan que no es a Nicolás Maduro a quien le hacen el "fo" sino a Bolívar y a Sucre, a sus propios libertadores. "No te invito a mi fiesta porque no me caes", dicen, "y si vienes ya sabes…", amenazan. Triste que muchos venezolanos se burlen y avalen tal trato. Irónicamente es el mismo que reciben quienes han migrado a esas tierras.
El periodista austríaco, Karl Kraus (1874-1936), escribió: "La diplomacia es un juego de ajedrez en el que a los pueblos se les da jaque mate". Pero en Venezuela "todo 11 tiene su 13"...