Para las pasadas elecciones de Gobernadores de los Estados, el camarada Nicolás Maduro Moros, en su condición de Presidente del Partido Socialista Unidos de Venezuela, (PSUV), ante la nefasta experiencia de gobierno del Teniente Coronel Francisco Ameliach Orta, la cual, según todas las encuestas y el sabio sentir popular hacía imposible la victoria bolivariana en la Gobernación del Estado Carabobo, sin consulta interna le pidió a la dirección PSUV que se apoyara como candidato a la Gobernación del Estado al economista, empresario, embajador y exalcalde del Municipio Puerto Cabello, Rafael Lacava; por cuanto en tales circunstancias adversas, era la mejor opción frente a la candidatura del mantuano Alejandro Feo La Cruz, lo que evitaría que un territorio política, económica y militarmente tan importante para la Nación pudiera ser controlado por las fuerzas favorables a la agresión imperialista.
En tan apremiantes circunstancias pocos dudaron sobre lo acertado de la decisión del Líder de la Revolución, Nicolás Maduro, por lo que el PSUV, sus estructuras, frentes de masas y afiliados en general fueron activados, e incluso, el Congreso de la Patria, que languidecía en medio del desinterés de la dirigencia psuvista carabobeña, fueron convocados con el fin de incorporar sus columnas y sectores sociales y atraer nuevamente al activismo político a cientos de dirigentes y militantes de larga trayectoria que se encontraban marginados del partido por diversas situaciones individuales y colectivas que han afectado la vida de nuestra organización política; convirtiéndose este agrupamiento en la base determinante del triunfo electoral del candidato Rafael Lacava.
Inmediatamente después de esta nueva epopeya realizada por las bolivarianas y los bolivarianos carabobeños, al convocarse las elecciones para Alcaldes, sin causa, motivo ni razón legítima alguna, en el PSUV se desarrolló un frenético proceso de escogencia e imposición de candidaturas al margen de la opinión y la decisión de las bases del partido, la cual tuvo la consecuencia de la designación nóveles militantes sin experiencia de gobierno cuyo denominador común era la relación política con las nuevas autoridades regionales y cuya imposición supuso la marginación de cuadro políticos sembrados en sus municipios y con apoyo popular; por lo que aún, alcanzando la victoria, evidenció dramáticamente el poco aprecio y respeto a las normas internas del PSUV y a ese principio fundamental del chavismo que se denomina Democracia Participativa y Protagónica, que tanto reivindicaba y defendía el Comandante Chávez.
Y ahora, cuando en medio de la confrontación política con la derecha opositora y el imperio sobre las elecciones Presidenciales, la Asamblea Nacional Constituyente decide que sea convocadas conjuntamente con las elecciones para legisladores regionales y concejales municipales para el 20 de Mayo de 2018, la misma corriente de la imposición antidemocrática mueve sus poderosos mecanismo de decisión para elaborar listas, poniendo en peligro el desarrollo pleno del Proyecto de País dibujado por el Comandante Chávez en la Constitución y el cumplimiento de los nuevos objetivos estratégicos perfeccionados por el Presidente Nicolás Maduro Moros en el Plan de la Patria II 2019-2025 y, lo que igualmente grave, violando nuevamente el artículo 67 la Constitución de la República que dispone expresamente que: "Todos los ciudadanos y las ciudadanas tienen el derecho de asociarse con fines políticos…Su organismos de dirección y sus candidatos y candidatas a cargo de elección popular serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes…".
Dicho con respeto y consideración para nuestra dirigencia política en el PSUV: no existen causas, motivos ni razones legítimas para no convocar a la militancia del PSUV a un proceso democrático de postulación de candidatas y candidatos a los cargos de Concejalas y Concejales y Legisladoras y Legisladores porque, si ha existido tiempo para realizar tres elecciones en seis meses y estamos a las cuales fueron convocados 19 millones de personas en todo el país y, se han convocado elecciones para la Presidencia de la República, los Concejos Municipales y los Consejos Legislativos en dos meses y medio; como es que no puede convocarse a las bases del PSUV en el Estado Carabobo para que proponga sus candidatas y sus candidatos a tales cargos de elección popular?.
Existe un marco constitucional que nos obliga, vivimos un relativo ambiente de paz y tranquilidad política y social que favorece la reunión y el debate, hay una plena unidad política dentro del Partido y, no parece que exista amenaza real e inminente a la seguridad de la Nación por ataque de fuerzas imperiales y sus socios burgueses de la región; todo lo cual nos indica que solo falta la voluntad política de nuestra dirigencia para que la Democracia Participativa y Protagónica se haga efectiva en el Partido de Chávez: EL PSUV.