En el juego de básquetbol se requieren, además de la estrategia, dos cosas para triunfar: los principios y la moral. De las muchas jugadas que configuran este deporte hay una que emociona y levanta de sus asientos a la fanaticada: la batalla cara a cara, "hombre a hombre" (eso antes de que las mujeres incursionaran) porque enfrenta a la defensa de un equipo con la ofensiva del otro. Una especie de "tango" a lo largo de la cancha donde uno o más jugadores lo dan todo para que el oponente no enceste la pelota…
Bueno, así está Venezuela y viene jugando desde hace rato con diferentes contendores, EEUU, OEA, Colombia, Perú, Unión Europea, Julio Borges, dolartoday, etc: cara a cara, esquivando, frenando, trancando.
Lo vimos con el último incremento salarial decretado por el presidente Nicolás Maduro, en otro intento por aliviar la presión hiperinflacionaria. Los precios aumentaron sin control, descapitalizando rápidamente los precarios ingresos familiares. ¿Punto para quién?
Lidiamos con un bloqueo financiero a causa de las sanciones económicas contra nuestro país, además de prácticas terroristas como la de Colombia que impidió la venta de medicamentos ocasionando serios problemas en la salud del pueblo. Maduro se apoya en el 0800-SaludYa, que lamentablemente no ha podido cubrir la demanda. Entonces se importan medicinas desde India pero se represan en algunos puertos para que no lleguen a Venezuela. ¿Punto para quién?.
El entretenimiento familiar y de los niños es víctima de la usura en cines y teatros. Una familia de tres miembros puede gastarse en una tarde dos millones de bolívares en boletos y "chucherías". La ofensiva es contra los aspectos más sensibles. ¿Punto para quién?
Hay fallas en la estrategia de juego del gobierno incluso en lo comunicacional. Por ejemplo con la falta de efectivo, cosa que aún no se resuelve, la gente culpa al gobierno y no a los bancos pese a que éstos fueron los grandes ganadores en 2017. El BOD que surtió a Lilian Tintori con Bs 200 millones "cash", finalizó el año pasado sus depósitos a la vista con un alza de 935,2% (quinto lugar por debajo del Venezuela, Banesco y Provincial); el aumento de precios se le achaca al incremento de sueldo liberando de culpas a los "pobres empresarios"; lanzan una bomba lacrimógena en el metro de Caracas y se perdona al agresor "porque las armas las tiene el gobierno" y uno se imagina al mismísimo Maduro activando el artefacto y huyendo sin saber cómo pudo ocultar su tamañote.
Entonces es hora de revisar la estrategia porque si hasta ahora hemos ganado el juego en esa batalla cara a cara, es solo porque a este pueblo lo que le sobra son los principios y la moral.