Se intensifica el CHISME de que ya todo está arreglado y que El Presidente Maduro ya es el nuevo Presidente de todos quienes estamos pasando hambre y queremos quitárnoslo de encima. Que apenas falta el acto electoral para verlo celebrar bailando salsa.
No es necesario ser un Sherlock Holmes para deducir cuáles instancias o intereses propalan esta especie:
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Voceros del Gobierno, como por ejemplo la Presidenta de la inoperante ANC, Delcy Rodríguez, quien aseguró que no entregarían el poder político. De este modo deslizaba en la mente de los ciudadanos la matriz abstencionista y suicida de la MUD.
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Voceros del sector de la MUD (o lo que queda de ella) que promueven la intervención extranjera. Por supuesto, así llegarían ipso facto a Miraflores y a todos esos suculentos recursos con los que cuenta el país, aunque no los ciudadanos. Llegarían tomados de la blanca e inocente manita del xenófobo racista Donald Trump, sin haberse ganado ese derecho.
A estas alturas es difícil determinar a quién le importa menos nuestra triste y arrasada condición humana, si al Gobierno que no actúa eficazmente contra ella o esos voceros extremistas de la abstención que gestionan el acorralamiento financiero del país. Estamos en medio de la guerra entre dos bandas por territorio.
Razonando sobre el chisme
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En relación con el chisme en cuestión, el gobierno venezolano fue a solicitar ACOMPAÑAMIENTO INTERNACIONAL DE LA ONU y, como sabemos, esto no se dio por las presiones de la Casa Blanca. Si ahí tuvieran la más mínima sospecha de que las máquinas de votación han sido puyadas para beneficiar al Presidente obrero habrían concedido, no uno sino muchos observadores. Cuánto habrían gozado teniendo ¡por fin! las pruebas del fraude de las que tanto habla "el hombre del motor en la entrepierna". Pero no, ellos saben que hay transparencia en el proceso y que habrá simetría entre cuadernos, actas, papeletas y conteo electrónico, suficientes elementos de juicio para decidir si se respetó o no la voluntad ciudadana y comenzar alguna acción para impugnar el proceso.
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Atemos este cabo suelto que anda suelto por ahí esparciendo tanta luz como un apagón. El ex presidente de FEDECÁMARAS, Jorge Roig, es uno de los defensores de la tesis que el propio Maduro tiene unos botones y unas palancas en su casa para que, en el momento preciso, ¡zuas! , y continuar otros seis años al frente de la pesadilla. Aunque si lo miramos bien, para la gran mayoría de las personas que hemos sufrido la inacción de su gobierno, sería menos tiempo; en un año mas de aumentos chucutos y bonos chucutos, ya habríamos emprendido nuestro camino a la eternidad por causa de la desnutrición continuada o de alguna enfermedad simple que se complicó por falta de medicinas o de médico. Volviendo al cabo suelto de Roig: escuche atentamente lo que dice este ex presidente y póngalo al revés; si ese conspicuo representante del Pueblo de a pie asegura que Maduro ya ganó, entonces usted piense al revés y encontrará la verdad. No haga caso de ex presidentes de FEDECÄMARAS, a esa gente solo interesa el dinero y la ganancia de ellos.
Y tenga también cuidado con voceros del gobierno que también aseguran historias insólitas como que la inflación es electoral y se acaba el 20 de mayo con el triunfo de Maduro.
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Observe el cuantioso gasto de dinero y la regaladera por aquí y por allá que está haciendo el Gobierno. ¿A qué viene tan dispendiosa inversión? ¿Acaso porque ya ganó Maduro? Es obvio el riesgo que corren Maduro, Diosdado si el país reacciona y sale a votar masivamente en función de cómo estamos viviendo. Esos dos amigos están asustados.
¿Qué podemos hacer el 20?
Levantémonos muy temprano y hagamos de ese fecha el día señalado por nuestra voluntad de cambiar la condición de víctimas en la que nos tienen el Gobierno y la oposición hecha a su medida, votando en contra de ambas franquicias.
¡Vote contra la ineficiencia gubernamental!
¡Vote contra la ineficacia de esa oposición incompetente!