Este 14 de junio ha marcado una jornada histórica en la que el poderoso movimiento de mujeres argentino doblegó al gobierno de Macri y a las fuerzas políticas patronales que durante décadas se han opuesto a la legalización del aborto. Para alcanzar la votación favorable en la cámara baja del parlamento fueron necesarias centenares de movilizaciones a lo largo de los últimos años por parte de un movimiento en ascenso de lucha por la igualdad de derechos para las mujeres, incluyendo fenómenos masivos como el del Ni una menos, de denuncia y lucha contra los femicidios. La movilización de las mujeres, con un rol muy importante jugado por la izquierda, logró instalar el tema en el debate nacional, ganándose a la mayoría de la población para que apoyara esta justa demanda. La propia víspera de la votación en el Congreso, cientos de miles de mujeres se movilizaron en Buenos Aires, escuelas y centros educativos fueron tomados por los estudiantes, algo ejemplar. Bajo la presión de tan gigantesca movilización, finalmente por estrecho margen se aprobó el proyecto de legalización del aborto, que ahora pasa al Senado para su sanción definitiva. El único bloque parlamentario que incluyó el derecho al aborto en su programa electoral, que defendió ese derecho de manera consecuente y no estuvo dividido en la votación en el Congreso, fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Saludamos a toda la vanguardia que ganó esta pelea en las calles y especialmente a nuestras combativas compañeras de la agrupación de mujeres Isadora e Izquierda Socialista.
En Latinoamérica este triunfo tiene una gran significación, debido al peso de instituciones como la Iglesia Católica y las iglesias evangélicas, que con posiciones fundamentalistas se oponen al progreso social de la mujer y a que conquiste la igualdad de derechos, tejiendo alianzas con los gobiernos capitalistas y las burguesías locales que buscan mantener la superexplotación y opresión de las mujeres trabajadoras. La lucha mundial de las mujeres ha ido derrotando a estas instituciones reaccionarias, incluso en países donde la influencia de El Vaticano es grande, como Irlanda, que recientemente votó la derogación de un artículo constitucional que prohibía el aborto. En Latinoamérica solamente en Cuba, Puerto Rico y Uruguay está despenalizado el aborto. Esperemos que muy pronto se sume Argentina y la lucha siga abriéndose paso en el resto de la región.
La terrible situación de la mujer trabajadora en Venezuela
Destacándose entre los gobiernos más reaccionarios y enemigos de la mujer trabajadora en Latinoamérica, el gobierno chavista ha descargado brutalmente la crisis de los últimos cuatro años sobre ese sector de la población, elevando el nivel de la mortalidad infantil y materna a niveles no vistos desde la década de 1950, prácticamente imposibilitando el acceso a métodos anticonceptivos, destruyendo los salarios y las condiciones de vida de las mujeres trabajadoras, negando a los jóvenes el acceso a la educación sexual y reproductiva, y criminalizando despiadadamente el aborto, con penas de hasta dos años de cárcel. El gobierno chavista ha negado la posibilidad de que se discuta el tema del aborto en el parlamento durante los últimos 20 años, con lo cual se obliga a las mujeres que deciden interrumpir su embarazo a hacerlo en condiciones de altísimo riesgo.
Es importante tomar el ejemplo de las mujeres argentinas y derrotar los intentos de cooptación por parte del gobierno chavista, que con su "Ministerio de la Mujer y la igualdad de género" y sus programas clientelares ha intentado destruir toda expresión de organización autónoma de las mujeres. Más que nunca es fundamental develar que bajo el falso "feminismo" y el falso "socialismo" del gobierno se ocultan las políticas capitalistas que siguen sumiendo en la miseria y la peor opresión a las mujeres trabajadoras de nuestro país. Las más afectadas por la política criminal de ajuste hiperinflacionario, de destrucción de los salarios, de liquidación de la salud pública y la educación pública, de semiesclavización de la clase trabajadora, son precisamente las mujeres trabajadoras.
Tomemos el ejemplo del triunfo de las mujeres argentinas para fortalecer la lucha por nuestros derechos democráticos, contra el hambre y la miseria en Venezuela, redoblando la exigencia de educación sexual y reproductiva para poder decidir, métodos anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir.