El jueves 16, muy de madrugada, un grupo de amigos, desde el interior salimos a visitar la Feria del Libro, en Caracas, nos fuimos preparados con nuestras arepitas y café, dada la fama que tiene la ciudad de ser una de las más caras del mundo. Estacionamos cerca de la avenida Fuerzas Armadas, desde allí emprendimos una caminata que nos llevó al centro de la Urbe, (esquina de la Torre), no fue grata la caminata entre la basura, huecos en la calles y el olor a orines.
Dado que era muy temprano y la Feria abría después de las 9 de la mañana, nos dedicamos a hacer un recorrido por el casco histórico que en sus casi cinco siglos ha tenido diversos momentos, (este es uno de ellos). Aprovechamos a ver de nuevo la inconclusa "Ultima Cena", del pintor valenciano Arturo Michelena en la Catedral, templo que en su interior lucia muy limpio y precioso con sus bellos vitrales, de allí nos acercamos al Museo Caracas, a ver la obra de Juan Lovera, visita obligada a quién se identifique con el proceso independentista venezolano, la Casa Municipal, igualmente se mantenía limpia, incluyendo sus baños.
Atravesamos la esquina de las Monjas y pasamos frente a la fachada norte del Capitolio O Palacio Federal, donde desde hace casi siglo y medio, permanecen Las Cariátides, esforzadas damas ¿penitentes? Sosteniendo esa edificación neo-clásica construida por el presidente Antonio Guzmán Blanco, quién dejó algunas obras arquitectónicas históricamente relevantes y también mala fama.
Entonces fuimos a visitar la Feria ubicada en la Plaza Bolívar, siempre será loable llevar los libros a los espacios públicos; en el período colonial esos espacios en muchos casos eran mercados, luego con el rompimiento del nexo colonial, hicieron de las antiguas plazas mayores recintos Bolivarianos con estatuas ecuestres, pedestres y bustos, eran lugares hasta sagrados, custodiados por la policía para evitar que los peatones acarreasen bultos, bolsas y objetos que en el criterio de los custodios ofendiesen la imagen del padre de la patria, hasta que se impuso cierta sensatez y se entendió que el asunto no era de bronces y panteones, sino de ideas, y que había que poner a Bolívar a caminar por las calles y caminos y que entrara en las escuelas no solamente para los actos protocolares, sino en la conciencia del educando y educadores.
A propósito del contenido expositivo de esta Feria y la realidad económica actual, un articulista de este portal escribió "Luces y Sombras" y pienso que no hay mucho que agregar a tan buen criterio, sin embargo hablé con varios libreros entre ellos con la responsable del kiosco de la Cámara del Libro, sobre la escasez de Títulos, quiénes manifestaron no disponer de divisas para importarlos, atiné a preguntarles (¿y si pudiesen hacerlo cuales serían los precios considerando el poco valor de nuestro cono?) sonrisa forzada O más bien mueca, obtuve como respuesta.
Lo que si no puedo dejar de mencionar, es al romanticismo que afortunadamente uno conserva, y decidimos visitar la tienda" "Cacao" de Gradillas a Sociedad ¡Qué pena!, la amable muchacha que atendía nos dijo que posiblemente en la tarde llegaban unos chocolaticos, mientras tanto, más por deseos de ser útil que como línea de trabajo preparaba y ofertaba una muy pequeña cantidad de chicha.
Un funcionario con responsabilidad en el asunto, bien vestido y de buen habla a quién interrogué, sin pedírselo dos veces me dijo,-- mire, esto es un cascarón, y pienso que de difícil solución; vea ese carro nuevo que está allí, con dos jóvenes guardia-nacionales en sus motos, ese vehículo es de una constituyente, y esos son sus guardaespaldas, a esa camarada ni se le ocurre visitarnos y enterarse sobre esta situación ¿Qué quiere que le diga? En otros artículos comentamos sobre el entusiasmo de altos funcionarios sobre la exportación de Cacao, y la verdad verdadera que sepamos, en Europa no se cultiva este fruto (corríjannos) pero se consiguen en todos lados Chocolates.
Los románticos nos fuimos al mediodía de nuevo hacia la avenida Fuerzas Armadas en búsqueda del vehículo, basura y basura, y buhonerismo en todo el trayecto y deterioro de las edificaciones. Hace algún tiempo bajo el gobierno Bolivariano se le hizo un buen cariño al centro urbano de la Sultana, con las refacciones y puestas en uso de algunas edificaciones icónicas y, todos estábamos entusiasmados, la ciudad y el país avanzaban, perooo… con prisa y sin pausa, rápidamente volvemos al pasado, esas invasiones de edificios, sin servicios adecuados, y no resueltas jurídicamente, (si así fuese), terminan por acumular problemas y tragedias como la reciente de la Torre VIASA.
Debajo del puente de la avenida de las Fuerzas Armadas, funcionan barberías al aire libre (la vaina está jodida) y no hay pensión, jubilación, empleo público O chamba juvenil, sin "rebusque" que no sea otra línea Maginot, incapaz de resistir la aglomeración urbana, el embate de la pobreza, la desidia gubernamental, las fuerzas especulativas y el establecimiento de la indigencia.
Decidimos irnos en el automóvil a recorrer antiguas querencias urbanas; a conciencia que somos legos en diseño urbanísticos, no creemos que ese grupo de edificaciones construidas a los lados de la avenida Bolívar con sus amplias exhibiciones de ropa extendida secándose de cara a la Gran Avenida Bolívar, haga sentir a los autores los Haussmann que remodelaron el París medieval. ¿Estarán conscientes los dirigentes políticos en el poder y los planificadores urbanos, que hace rato hay severas advertencias de profesionales de distintos colores políticos sobre el ocaso de la economía rentista petrolera? ¿Habló Chávez o no, sobre la desconcentración urbana? ¿No recordamos acaso el Punto y Círculo? Chávez veía en el ferrocarril una gran posibilidad de despeje urbano, como existe en numerosos países, pero esto lo trataremos más adelante en otros artículos.
El recorrido por la Cañada, Monte piedad, Sierra Maestra, Los Flores de Catia, Avenida Sucre, Agua Salud, y el frustrado intento de visitar el Cuartel de la Montaña (Había restricciones por visita presidencial) nos causó desazón; sin embargo románticos al fin, hicimos lo posible por ir a almorzar a un popular restaurant de pasta, cerca de la Baralt y de Miraflores, dimos muchas vueltas por cierres viales por todos lados, así sería seguramente la Ciudadela construida por el Libertador en el casco de la ciudad en 1814, ante la amenaza de Boves de tomar Caracas.(Después Emigración a Oriente).
Desafortunadamente pudimos llegar al antiguo y popular lugar de pastas, un ANTRO, no se le puede llamar de otra manera. Total que reflexivos y preocupados, estos antiguos habitantes de la urbe primaveral, (No fuimos al Este de Caracas) salimos de la ciudad rumbo a nuestro pueblo, con la sensación que en esta ciudad concentrada y populosa se acumulan muchos votos, mucha burocracia, mucha pobreza y graves problemas, que no prefiguran nada bueno, y que en definitiva serían legados que nadie agradecería.
Llegando al "territorio de lo posible" pasamos por el viaducto de la Cabrera, lugar histórico donde en los primeros años de la gesta independentista no salimos precisamente victoriosos, y en este viaducto del período modernizante de Pérez Jiménez, tanto la Democracia de Punto Fijo y el proceso político Bolivariano han sido permanentemente derrotados, pues en este tramo , como que se vale el viejo y mal chiste del médico y el paciente con la garrapata en el oído, (con disculpas a los galenos) pero para no ser tan ordinarios diríamos que este es el viaducto de "Sísifo".
LA REVOLUCION ES CULTURAL