Mientras pasamos horas entretenidos en las colas (sabrosas como dijo alguien por ahí) y dando carreras por el agua y otros servicios, los causantes de nuestra desgracia alimentaria, de salud y felicidad, mueven sus piezas en el ajedrez de su guerra por las rentas del país.
Sin nuestro consentimiento se disputan lo que pertenece a toda la nación y hacen furtivos cálculos acerca de cuánto Pueblo podría morir por su codicia, poder y privilegios. Nuestra vida o nuestra muerte se negocian igual que la soberanía, el territorio y los recursos naturales en cenáculos fuera de nuestras fronteras. Individuos mezquinos y bien alimentados y bien vestidos, abortan la suerte de millones de seres humanos en esta tierra de gracia que es Venezuela.
¿Protestamos? ¿Dejamos que nos maten? ¿Nos matamos por ellos?
Justo sería que al menos tuviéramos vela en ese entierro, que es el nuestro. Cómo permitir sin siquiera alzar la voz el destino que nos prescriben los genocidas del mundo en coexistencia con la ineficiencia y corruptela criolla. Corruptela de las dos derechas que por lo que se va viendo están muy dispuestas a llevarnos a un desenlace sangriento.
El desenlace de la circunstancias por las que pasa Venezuela no podemos dejarlo al arbitrio de esas dos bandas guiadas exclusivamente por sus propio intereses y cuya única participación que nos conceden, pero sin hablar por nosotros mismos, es usarnos como bultos en manifestaciones o como escudos humanos y carne de cañón. Pretenden hacernos creer que no hay mas alternativa que matarnos por su conflagración, cuando sí la hay, y ha sido propuesta por la Plataforma Ciudadana de Defensa de la Constitución: Un REFERENDO CONSULTIVO previsto dentro de la Constitución que nos consulte a todos si estamos de acuerdo en elegir a todos los poderes. Para tal efecto se configura un CNE creíble y, así, elegimos un presidente que no sea Nicolás Maduro y le desbaratamos el plan intervencionista a los policías del mundo.
La soberanía reside en el Pueblo hambriento o enfermo, o que se ve obligado a exiliarse y no en sujetos encorbatados que viajan por el mundo negociando el país y nuestro derecho a la felicidad, como si fueran corotos. Ninguno de esos dos presidentes deslegitimados por la historia reciente tiene derecho a usurpar la soberanía del Pueblo; menos aun, a negociar el patrimonio nacional con los gánster del pentágono; a decidir si morimos para que ellos disfruten de fortunas y de la buena vida que se dan.
Construyamos la solución.
Artículo 71 Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral. También podrán ser sometidas a referendo consultivo las materias de especial trascendencia parroquial, municipal y estadal. La iniciativa le corresponde a la Junta Parroquial, al Concejo Municipal, o al Consejo Legislativo, por acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; al Alcalde o Alcaldesa, o al Gobernador o Gobernadora de Estado, o a un número no menor del diez por ciento del total de inscritos e inscritas en la circunscripción correspondiente, que lo soliciten