Pensaba dedicar esta columna al "MinCi paralelo" creado por el gobierno de la República de Miranda (léase Juan Guaidó), pues el periodista que designaron como director de ese "ente de razón" lo cual según el RAE "no tiene ser real y verdadero y solo existe en el entendimiento", es uno de los íconos del antiperiodismo que ha anidado en Venezuela y que vergozosamente desde el exterior anima invasiones, sanciones y conspiraciones.
Pero un mensaje de guasap me hizo ver el día de otra forma. Un pellizco en el corazón, como dice aquel verso, me llevó al pasado, a mis días en la Escuela de Comunicación Social de la UCV cuando cursé Periodismo Informativo V con Eleazar Díaz Rangel. El primer día de clases fue un reto. Eleazar llegó y cautivó a las chicas del curso. Atractivo y seguro de sí mismo solamente dijo: "Buenos días", y un lado de su cuerpo se posó en el escritorio. Miró a sus estudiantes y ordenó: "Redacten una información sobre la noticia internacional del momento. Regreso en 40 minutos". A sus espaldas quedó un desconcierto generalizado. En esos años no había celular, ¡no había google!. Se sentía en el aire el arrepentimiento de no haber leído el periódico en la mañana. Repasé mentalmente los kioscos del pasillo de ingeniería y traté, en vano, de recordar los titulares para de allí colgarme como quien toma el último autobús y así poder dar rienda suelta al relato. Eso fue en 1975 y estaba terminando la guerra de Vietnam. No tenía la noticia del día, pero no dormía leyendo sobre el horror del conflicto más largo que alimentó Estados Unidos. Ya circulaba un librito de Eleazar: "Pueblos Subinformados" (1967) donde analizaba el rol de las agencias de noticias en América Latina y cómo disfrazaban la información. Escribí mi nota sobre Vietnam y exactamente a los 40 minutos él regresó. "Entreguen y salgan". A la siguiente clase devolvió aquellas cuartillas. En la mía decía: "para la próxima no se olvide de la noticia".
Aprendí la lección ese día: el arte de escribir bien sin olvidar la noticia. Años después estrenaron una serie en la TV por cable: "The Vietnam War", de Ken Burns y Lynn Novick, y cuando empezaba el primer capítulo, Eleazar me mandó un mensaje de texto al celular: "Va a empezar una serie sobre Vietnam ¿Te acuerdas? Grábala. No pusiste la noticia y por eso sacaste 12"
De lo que sí me olvidé fue del MinCi paralelo y de su "director". A propósito de esto copio una pregunta que se hizo Díaz Rangel en "Periodismo, Medios y Comunicación", libro que me obsequió justo hace un mes, cuando fui a verlo con la colega y amiga Mariadela Linares al Hospital Militar: "¿Cómo hacer para regresar a un periodismo respetuoso de las normas éticas?". Sí. ¿Cómo hacer?