(Atentos al mundo ¡Sí! Pero también a nuestro entorno)

La Amazonía, el agua y el Lago de Tacarigua o de Valencia

Afirman las gentes de la ciencia, que somos existencias reales, interconectadas que en formas concretas: Planetas, sistema solar, vía láctea, galaxias; navegamos en el cosmos Infinito. Al parecer, la verdad les acompaña, y por allí andamos nosotros seres vivos encaramados en el planeta Tierra; particularmente algunos que convencionalmente nos llamamos seres de la razón. Ahora bien, Como no valorar la presencia y virtudes de la luz solar, energía y fuego, en todos los ámbitos, cuando conocemos también las tinieblas, ambas caras de un todo unitario que conforman la vida, que ha cobijado todas las generaciones pasadas, cosa que igualmente aspiramos para las futuras.

Actualmente nuestro planeta según los medios de información, viene sufriendo de manera recurrente grandes incendios en: África, Islas Canarias, Portugal, Rusia, Chile, Bolivia, USA y ahora la Amazonía. Desde tiempos remotísimos los habitantes de la Tierra hemos venido reproduciendo la vida a partir de la explotación de los recursos naturales de nuestro entorno. Se trataba de un inmenso territorio, que al parecer ya no resulta ser tan grande, ante el avance demográfico de seres vivos en general y sus necesidades de consumo. Esta situación ha generado agudas controversias, desde las teorías maltusianas que alertaban sobre el peligro de “desequilibrios catastróficos”, al estar en presencia de una humanidad cuya ecuación se orientaba en dos direcciones: producción de alimentos (proyección aritmética) y crecimiento poblacional (proyección exponencial o geométrica). En otras palabras, la población aumentaba con mayor rapidez, que la producción de alimentos.

Otros pensadores planteaban que el asunto era más bien, de planificación y de orden en la producción y distribución de la riqueza creada. Estas teorías, hoy siguen vivitas. Por ello han surgido unas cuantas voces sensatas en la humanidad, en todos los países y en todos los idiomas, que abogan, por darle al planeta un tratamiento humanizado, hacer de él, un verdadero hábitat, tratarlo como debe ser, como un ser vivo, sistémico al cual pertenecemos, y que ha sostenido a todos nuestros ancestros y debe, en los nuevos tiempos, adecuarse para mantenerse apto para sustentar a las futuras generaciones.

En un largo recorrido terrestre en verano entre Suiza y Portugal, se pudo observar, fundamentalmente en Francia y España, inmensos territorios de labranza que se pierden de vista; como cosa curiosa en lontananza se visualizan pequeños bosques, que se asemejan a aquellas obras de arte bidimensionales restauradas, donde el especialista deja una pequeña muestra del espacio original no intervenido, cosa que también ocurre con añosas construcciones. (Castillos, fortalezas, Iglesias, etc.) En el caso anterior, es como si nos dijeran: ¡miren, miren, aquí hubo un bosque! Y probablemente fue así, y seguramente allí habría habido fauna y aguas superficiales. Es Posible que siglos atrás, estos predios fueran ricos cotos de caza de las aristocracias. Hoy unas cuantas de estas aguas huyeron al subsuelo.

Ante tanto territorio deforestado, e intensamente intervenido químicamente, uno se pregunta ¿Este sistema inter-conectado, herido por siglos, con el destrozo de los eco-sistemas, microclimas, extinción de la bio-diversidad, ¿cómo reacciona hoy? Que tienen que ver todo esto con el cambio climático: extremas temperaturas, altas y bajas, incendios, inundaciones, sequías, alteración de los vientos. Ahora bien, estas intervenciones en la naturaleza con estas características sucede en Europa, centro de la cultura occidental, cuyos pensadores además de Ciencia y Técnica han producido a través de los siglos abundante teoría sobre la Razón y el Humanismo; que pensar entonces, de los países periféricos, abundantes en apelativos : Tercer mundo, Subdesarrollados, en vías de Desarrollo y hasta “patios traseros” , peormente intervenidos; con naturalezas ultrajadas, ubicados en África, Oceanía, Asia, América (México, Centroamérica, Suramérica y el Caribe)

Esas amplias regiones ¿Acaso no están interconectadas al sistema-mundo?, recibiendo las consecuencias de los desechos industriales lanzados a la atmósfera, a los ríos, lagos, mares o depositados en el subsuelo junto a las aguas subterráneas. ¿Qué pasa con los residuos atómicos donde los llevan? Las malas nuevas incendiarias nos llegan, esta vez nos toca muy cerca, en la propia piel, es el incendio de la Amazonía, geografía que compartimos y que también es nuestro pulmón, así como lo es del planeta y su alta incidencia benefactora en nuestras cuencas hidrográficas. Dicen nuestros estudiosos que mucho de nuestros antiguos pobladores continentales y caribeños se originaron en aquellos lugares.

En este planeta, ya menos grande, y claramente inter-conectado hemos comentado en otras oportunidades, la extraña situación que acontece con el rio de agua fósil localizado en Libia debajo del Sahara, donde se estaba haciendo antes de la invasión del mundo “civilizado” una de las mayores inversiones del planeta para el aprovechamiento de esa estratégica riqueza. Algunos piensan que podía ser tan importante O más, que el petróleo mismo de toda Libia. Casualmente Europa desde hace algún tiempo atraviesa una severa escasez de agua, que tiene muy preocupado a sus gobernantes y que ya tiene una grave incidencia en su economía ¿Ha visto Ud., el tamaño de la ubre de una vaca Suiza? La micción de un rumiante de estos es de tal magnitud y fuerza que sorprende. ¿Cómo sostener esos pastizales y la sed de los bovinos, ¡¡pues con mucha agua!!

A todas estas, la evaporación de los glaciares ha llevado a las autoridades de algunos países europeos a tomar drásticas y desesperadas medidas, tales como la protección de los glaciares con grandes mantos e incluso a pensar en bajar el consumo de agua mediante la reducción de los rebaños. Por cierto, ¿Es que acaso parece alocada la idea de Trump de comprar Groenlandia? ¿Creemos que es un asunto estrictamente de presencia militar? ¿Es la simple compra de una mercancía: agua congelada? O será una jugada estratégica, pensando en el futuro, donde la escasez del agua y su tenencia, la convertiría en un fin político estratégico-militar. No es acaso la misma visión que los anima en cuanto a los acuíferos de la Triple Frontera. Son muchos los especialistas que han abordado hace mucho tiempo estos temas, entre ellos el venezolano: Federico Villalba. (1)

Ahora bien, ¿Qué pasa en nuestro entorno con el agua? ¿Es un asunto estratégico?, O no le paramos bolas a esas teorías, que parecen más bien exageraciones de trasnochados. Los venezolanos tenemos en el mero centro del país el lago de Tacarigua O de Valencia. Esa inmensa masa de agua, que posiblemente en algún otro lugar del mundo sería una bendición, aquí parece más bien una maldición, pues cuando hablamos del lago lo hacemos como calamidad por sus nefastos referentes: islas prisiones de delincuentes comunes y presos políticos, productor de plagas, invasor de espacios urbanos y amenaza de la vialidad, como si él fuese responsable del mal uso y de las incompetencias de los gobernantes y de la ausencia de consciencia de nuestras comunidades.

¡Ah! Pero resulta, que sirve de alivio, de comodín, para los gobernantes de los Estados Carabobo y Aragua, así como de los alcaldes, municipalidades, diputados, concejales, consejos comunales, poder popular y comunidades en general de la región, que disponemos de ese lago como el gran receptáculo de las aguas servidas de todas estas poblaciones aledañas al lago. ¡Claro!,! Claro! porque esta cloaca gigante, permite ahorrar preocupación intelectual y angustia gerencial; de lo contrario exigiría a toda la comunidad y a los líderes gobernantes, una urgente reflexión venezolana, de nación, de patria, que obligaría a una planificación moderna de saneamiento de las aguas servidas urbanas, y de sus áreas industriales, para la preservación de esa riqueza acuífera.

Ahora bien, la socialdemocracia punto-fijista, estuvo cuarenta años, en el poder político en Venezuela y el gobierno bolivariano lleva veinte años; sumando ambos 60 años de indolencia, en cuanto al lago de Tacarigua O de Valencia. Ha sido una navegación lacustre gubernamental de seis décadas en sentido distinto a los intereses estratégicos de la Nación.

Esta cuenca y este lago endorreico, que la naturaleza por razones geológicas nos colocó aquí; lamentablemente, en estos tiempos en que se agudiza la sed mundial, déficit productivo, y las hambrunas, ha sido una oportunidad desaprovechada, y lo más grave: caotizada por los gobernantes de turno; ante la indolencia, complacencia, comodidad, tal vez impotencia, y una gran dosis de ignorancia de muchos de nosotros pobladores de la región. (*)

¡¡¡El Planeta está abrumado, Venezuela también, nos toca en el territorio que habitamos, colocar en la mesa la cartografía adecuada a utilizar, para salir de este berenjenal. No se puede, y el futuro no va a admitir, las simplezas con que estamos respondiendo a este tiempo histórico!!!

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

(1).-Villalba, Federico/La Agenda Hegemónica de Hoy/Orión 367 Editores/Caracas, 2005.

(*).-No se ignora la existencia, en los variopintos gobiernos de algunas ideas, planes, proyectos, obras, buenas intenciones, atención a algunas comunidades afectadas por el lago. Pero la verdad es, que la realidad habla por los resultados. La categoría del reto estratégico no admite simplezas como respuesta.


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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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