Aquel hombre, después de la larga caminata por el desierto, encargó a su asistente que cuidara de la disciplina y el orden del pueblo, mientras él subía al monte a reunirse con Yavé, allí recibió unas lajas con unas inscripciones, que serían las bases para orientar y organizar el pueblo elegido.
Orondo bajó Moisés del cerro donde había estado cuarenta días, para llevarle la buena nueva a sus seguidores que, eran miles, encontrándose con un fiestón, pues a alguien se le ocurrió hacer una "vaca" y con los pendientes, sortijas y objetos de oro, fundieron y diseñaron un "Becerro de Oro", al cual se dedicaron a adorar. Se cuenta que Moisés, del tiro, con las mismas "lajas" destrozó la figura dorada y adorada, y estas también se rompieron. Esa noche hubo tres mil ejecuciones de desobedientes. Pero por lo que hemos visto, el escarmiento no surtió efecto y el Oro, siguió siendo objeto de adoración en la vida de las sociedades siguientes.
A comienzos del cuarto lustro del siglo XVI, el joven Carlos, hijo de la Castellana, Juana y Felipe el Hermoso, de Brujas,(países bajos) asume el reinado de España y luego el del Sacro-imperio-romano-germánico. Para acceder a esta última dignidad se dice que fue gracias a una ayudita de los Belzares, poderosos banqueros teutones. Esta relación permitió la presencia de estos alemanes en estos territorios venezolanos, donde se dedicaron fundamentalmente a la búsqueda del Oro (Leyenda del Dorado) mientras tanto despojaban a los indígenas de los pequeños objetos del metal aurífero con los que se adornaban y de paso, forzarles mediante la tortura, empalamientos O lanzado a los canes, para que confesaran los sitios del Oro. Por cierto, esta gente al parecer nunca cumplió con los términos del contrato (Capitulación) y hasta juicios les abrieron en España.
En el Museo del Oro en Bogotá, se exhiben unas piezas de alta orfebrería de los habitantes originarios, que refleja la habilidad y exquisitez de nuestros ancestros en su relación y trabajo con este metal. El Oro está precedido de muchos mitos y leyendas, que nos viene desde los Argonautas y el rescate del "Vellocino de Oro"; El rey Midas de Frigia que todo lo que tocaba lo convertía en Oro, los republicanos españoles y la entrega de los lingotes a los soviéticos en la guerra civil, para que no cayeran en manos de los fascistas de Franco; y la famosísima "leyenda de el dorado". Con la cual los originarios marearon a los ambiciosos depredadores europeos.
Pero hay algo que sigue originando interrogantes. En 1944, finalizando la Segunda Guerra, los gringos en Bretton Woods, le dieron al Dólar rango de moneda convertible de reserva mundial, a la par del Patrón Oro. A tales efectos, Fort Knox, en Kentucky, fortaleza de alta seguridad, protegida con tanques, artillería y otros aditamentos, fue el lugar escogido para guardar las reservas de Oro gringas. Esto se convirtió en uno de los secretos mejor protegidos del mundo: Chris Powel, Tesorero de El Gold Anti Trust Action Commitee, O Comité Anti monopolio del Oro (GATA) señala al Times On Line: "que en Internet se puede encontrar información suficiente como para construir un arma nuclear, pero que no es posible encontrar ningún registro detallado sobre las reservas de Oro de la Reserva Federal" (1)
Comenzando la década del 70, como consecuencia del desastre de la guerra de Vietnam, Richard Nixon, se sacude Bretton Woods y la incorvertibilidad del dólar en Oro. O sea, de ahora en adelante cálense su papel, sólo papel y léanlo bien: "In God We Trust". Entonces las interrogantes tienen validez ¿Existen las reservas de Oro de Fort Knox? O es una Aporía.
Tampoco sería extraño que las citadas reservas, no admitan explicación, porque si en algo son buenos los gringos, es en eso de la ficción, las ventas y el manejo publicitario; tan es así, que comenzando el siglo XX, en los Ángeles, crearon Hollywood y desde entonces, nos pintaron y nos han vendido una sociedad modélica, abierta, de justicia y orden, próspera, bien retadora y llena de oportunidades, después la labor fue completada con la TV y otros medios.
Se abría otra tierra de promisión y miles y miles de seres humanos, la mayoría empobrecidos, se movilizaron por todas las vías posibles encaminándose hacia allá, en pos del sueño americano, es decir del "Fort Knox" Hoy día, por lo que estamos viendo, las puertas de 25 toneladas de las bóvedas del Fuerte, van a terminar colocándolas en las fronteras para impedir el arribo de tantos "cruzados" del hambre.
En 1868, el alemán Friedrich Gerstacker, (1) anduvo por Venezuela en un viaje de prospección, como era habitual en aquellos tiempos, y en sus memorias nos dejó algunos datos interesantes sobre la vida y minería del Oro en Guayana, particularmente en la zona de el Callao. En la población de Caratal, nos cuenta, que después de las lluvias, la gente entre ellos los niños recogían pequeños pedazos de oro que se desprendían del cuarzo con el que se cubrían las calles, él mismo llegó a conseguir algunos trozos. La minería como suele ocurrir atraía a muchos aventureros, allí se encontró con ex -prisioneros de Cayena y otros. Este explorador prospector venía de una experiencia similar en Australia y California, y nos dibuja en sus relatos imágenes sociales de la vida minera venezolana, que al parecer en nuestros tiempos, se han mantenido como parte del drama minero. Hoy de nuevo brilla con fuerza el Oro en la Economía y la Política venezolana.
Hace cien años otro mineral bautizado "Oro Negro" copó la vida total nacional, surgieron ciudades petroleras, analistas de varias disciplinas se ocuparon del tema, ilustres novelistas no se quedaron atrás, hubo sin lugar a dudas un proceso modernizador de la Nación, y se impuso un modelo económico El Capitalismo, ¡Claro! un capitalismo Periférico de galería, dirían los versados en la Ciencia Económica.
En estas condiciones llegamos con el gobierno bolivariano al tercer lustro del siglo XXI con el Oro Negro, en mengua, las razones muchas, pero en mengua. Las consecuencias un abrupto corte de la economía rentista que deja muchas incógnitas y que reclama urgentes respuestas. Sobre la historia del Oro negro, se ha escrito bastante, y lo han hecho gente de muchos quilates profesionales e intelectuales.
Ahora el Oro metálico brilla en el firmamento económico, se desempolva al viejo Tótem, al cual se sacará de la veta a ver en que nos puede ayudar en este largo y pernicioso entuerto económico-político en que navegamos. La tarea es muy exigente la cultura rentista navega con nosotros. ¿Entonces, será distinto el futuro……?
LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL
Rafael Castro
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- Tomado de "Oro y Finanzas.Com". Diario Digital del dinero, en internet.
- Gerstacker, Friedrich/ Viaje por Venezuela en el año 1868/ Traducción de Ana María Gathmann/UCV/Caracas/1968