Hace mucho, mucho tiempo, bueno no tanto… en un bello campo de la Cordillera Andina Venezolana, vivía un niño al que todos llamaban Firifiríto. Él vivía junto a sus padres y hermanos en una casita de barro y madera, entre árboles frondosos de bucares, guamos, majaguas, ceniceros y punta de lanza y lindas flores de capacho, cayenas, novios, árnica, orquídeas y primavera.
FirifirÍto tenía por costumbre, escaparse por las noches de plenilunio, mientras sus padres y hermanos dormían. Junto a sus buenos amigos: Blaqui y Cubi, dos perritos que lo acompañaban a todas partes, salía silencioso de su casita al despuntar la media noche, y después de recorrer un caminito bordeado de árnicas, flor de montaña y siempreverdes, se sentaba en una piedra muy redonda y se ponía a hablar con la luna.
La hermosa luna, adornada de pretendientes luceros, cada vez le conversaba de muchas cosas y temas relacionados con la vida y sus simbolismos, sentidos y significados.
En cierta ocasión, la luna, después de darles la bienvenida a Firifiríto y sus amigos, les dijo: Esto que te voy a contar mantenlo siempre en tu memoria. En algún momento, aunque algunas consciencias despiertas lo sabrán, la mayoría de la humanidad ignorará de dónde y porqué vino, pero vendrá un bichito al que llamarán corona virus. Vendrá como un cuento de camino, a meter miedo para que los humanos, del Amor se olviden y pierdan sus destinos. Les impondrán una prisión disfrazada. Muchos continuarán con la obediencia habitual y se creerán el cuento de la "versión oficial", otros llorarán y buscarán un escondite en las religiones y sistemas de creencias dogmáticas, que les someterá al pecado original y justificarán el hecho como un castigo de un dios lejano y tirano. La mayoría se mantendrá oculta en sus casas, anhelando el retorno a la "normalidad" y muy de moda se pondrán los tapabocas o mascarillas, guantes, gorros y que para no contaminarse del referido bichito.
Cuando ese momento llegue, apártate de la rancia y heredada ignorancia, bañarte de consciencia es mi consejo, acércate a la naturaleza y ama lo más que puedas.
Dale un significado a los hechos que se manifiestan, percibe más allá de lo que te muestran los sentidos físicos y la personalidad alienada. Por ejemplo, quedarse en su casa y ponerse un tapaboca o mascarilla, si lo llevas al plano de la consciencia lo que significa y trata de decirte la vida es que te calles por un momento, que cierres las ventanas de los sentidos físicos y procura minimizar o erradicar esa manía de siempre querer tener la razón. Busca el silencio y CONÓCETE a ti mismo.
Luego de esta conversación, la amiga luna obsequió a Firifiríto y a sus amigos unos sabrosos chocolates con sabor a luceros de madrugada. Ya de regreso, por el bonito camino, le dijo a sus perritos: cuando llegue ese corona virus ustedes no usarán tapabocas o mascarillas y mucho menos guantes, porque en ustedes la vida se manifiesta de forma natural, y a veces reflejan más sabiduría que los humanos, al comprender que solo el Amor es importante.