Juan Blanco, es uno de los tantos venezolanos que ha emigrado a otro país. Es profesor de Educación Física, con postdoctorado en Ciencias de la Educación, investigador certificado por la ONTIC, docente universitario un talento más que se nos fue. Como muchos migrantes nacionales que salieron del territorio en los últimos 5 años por diversas razones, en su caso fue para intentar darle mejor calidad de vida a sus dos hijos (uno de ellos nació con el Síndrome de Down). Vivió en Ecuador 6 meses y actualmente se encuentra en Perú.
Señala: que su salida de Venezuela fue planificada y eligió Ecuador, porque su esposa tenia familia en la ciudad de Lojan al sur del territorio y por ser hija de una ecuatoriana podía obtener la nacionalidad inmediatamente, que sin duda es una ventaja para un emigrante, la disposición legal también cubrió a los niños, una vez reunido los papeles y el dinero necesario emigraron a mediado de 2017 viajó su esposa con su hija de 8 años y él se quedó con el niño de 10 años en el país, para apostillar sus documentos lo que consiguió parcialmente por diversos motivos, finalmente en febrero de 2018 abandonó la tierra que lo vio nacer.
Al llegar al país sureño, se entera que uno de los documentos que no pudo apostillar (la carta de los antecedentes penales) es un requisito indispensable para obtener la visa de residencia permanente, intentó tramitar el certificado por todos los medios con sus familiares en Venezuela, pero le fue imposible conseguir el comunicado finalmente al cumplirse su estadía legal de seis meses en el territorio ecuatoriano salió a la frontera más cercana que era la del norte de Perú, viajó por tierra y llego a la ciudad de Trujillo donde permanece. Señala:
"Hay personas que pueden planificar su emigración, porque cuentan con dinero y se le facilitan muchas cosas en el proceso, yo viajé desde Venezuela en avión para Ecuador con mi hijo, como lo programé, pero para Perú me vine por tierra y eso no fue planeado, ya que fue necesario para no quedar ilegal, llegué solo con el pasaje y durmiendo en un piso frio con una temperatura de 10 grados aproximadamente. A todo esto, hay que sumarle todo el choque emocional y psicológico de haber abandonado, el país, la familia, los amigos, toda una vida. Al llegar al Perú, comencé a ver la realidad del migrante venezolano, muchos caminan recorriendo la frontera de un país a otro, por no tener dinero para los pasajes en bus, van esperando conseguir una cola en el camino que los puedan llevar, conocí a una venezolana que caminó varios países, en estado y con un niño pequeño".
"La legalidad del estatus migratorio, es otro de los grandes obstáculos del emigrante venezolano, muchos no se preparan para emigrar y hasta se vienen sin papeles. En Perú, para legalizarse había dos vías, una es solicitar ser refugiado, este trámite te permite estar en el país mientras se procesa el refugio. La otra forma es sacar el permiso temporal de permanencia (PTP) este documento ya no existe, había que pagar una cantidad de soles y muchos venezolanos recién llegados no contaban con el dinero para legalizarse, incluyéndome. Para ponerse al día con la documentación de migración un venezolano paga en promedio unos 300 Soles al año, si esto se multiplica por ochocientosmil migrantes venezolanos son unos 240 millones de soles o casi 70 millones de dólares que recibe el fisco Inca, en trámites de rutina, sin incluir, SUNEDU, que es la legalización de los títulos universitarios, que en mi caso cuando llegué eran 1800 soles más de 500 dólares".
"La ONU califica a Venezuela en: "emergencia por padecer una crisis humanitaria compleja". Algunos países entre los que se encuentra Perú, han hecho simulacros de incluir en sus políticas públicas ayudas al migrante venezolano, se dijo públicamente que todos los venezolanos serían recibidos hasta sin documentos apostillados, que había trabajo y se podían establecer, pero en realidad, esto es prácticamente falso, estés legal o no, es muy difícil conseguir empleo, si ni para los nacionales hay políticas de inserción laboral, menos para los extranjeros. Para acceder al sistema de Salud pública, hay que tener el carnet de extranjería que se puede sacar un año después de tener el PTP, antes de un año no se puede utilizar el sistema de salud pública solo las embarazadas y niños pequeños son atendidos en los centros médicos".
"el casco histórico de Trujillo, específicamente el boulevard de Pizarro, para el momento de mi llegada, se encontraba lleno de venezolanos que venden, cantan y hacen todo tipo de trabajo informal para poder vivir, en su mayoría, los vendedores eran médicos, ingenieros educadores etc. Así que es mentira que había oportunidades y facilidades de empleos. Otra irregularidad que vi, es que muchos venezolanos son estafados en los trabajos y a la hora del pago le dicen que era la semana de prueba y no le pagaran, muy a pesar de las leyes y convenios internacionales, de igual forma, las horas laboradas para los migrantes venezolanos en muchos casos cumplen jornadas de más de 12 horas diarias. Las personas que tienen estatus de refugiados son discriminadas por las empresas diciéndoles que no cumplen con el aval del documento que les permite ser empleados formales".
"Muchos niños migrantes venezolanos son rechazados por no tener apostillados los documentos escolares, si una persona tiene un estatus de refugiado es porque lo persiguen los gobiernos ¿entonces cómo se le puede exigir que tramite papeles ante el Estado que lo persigue? A pesar de todo eso ha mejorado un poco, el Ministerio de Educación Peruano ha suavizado el tema de los papeles de los niños venezolanos. Esto se repite a todos los niveles educativos en el país, siempre queda la opción de la educación privada, pero para un migrante que gana muy poco es difícil ACCEDER. Para finalizar, el tema de la xenofobia, es algo que se siente, lo ves en la mirada de las personas y hasta te agreden verbal y físicamente, yo fui agredido físicamente por un profesor por ser venezolano, la primera semana que llegué, pero muy a pesar de todo, algo que sí puedo decir es que los venezolanos en estos últimos años hemos demostrados de qué estamos hechos".