El sábado de Gloria, víspera de la Pascua de Resurrección de Jesús, llega en 2021 en una humanidad en sus casas, atendiendo recomendaciones sanitarias frente a la pandemia. Por la tecnología moderna, hay un masivo intercambio de informaciones, unas verdaderas, otras falsas, sobre la situación de salud en cada país. Hay informaciones que expresan tendencias solidarias de apoyo mutuo. Y otras, cada vez más rechazadas, de gobiernos y empresas irresponsables, que mantienen, su afán de aprovecharse de la emergencia humana, en función del máximo lucro y mínimo costo. Desde su perspectiva neoliberal.
Las comunidades de buena voluntad de espiritualidad liberadora, meditan en este tiempo, sobre Jesús Liberador. No se predicó a sí mismo. Anunció el Reino de Dios. Aclara al respecto Jon Sobrino, teólogo de San Romero de América: "El reinado de Dios es la positiva acción por la que Dios transforma la realidad y el "reino" de Dios es lo que ocurre sobre este mundo cuando es Dios quien realmente reina: una historia, una sociedad, un pueblo transformados según la voluntad de Dios…el reino de Dios es una realidad histórica, no trans-histórica …El reino de Dios, surge como buena noticia, en presencia de realidades muy malas es decir, en presencia del anti reino."(Sobrino J. Jesucristo Liberador. Ed.Trotta. Madrid. 3ª edición 1997. Pag 102).
Ante un mundo que, según los análisis de la ONU pone en peligro la continuación de la vida en el planeta, pretender mantener la situación, es querer el anti reino. Frente a la pandemia, analiza Leonardo Boff: "Lo que nos está salvando no son los mantras del capitalismo y del neoliberalismo el lucro...la explotación ilimitada de la naturaleza, la exigencia de un Estado mínimo... Lo que nos está salvando es el valor central de la vida, la solidaridad, la interdependencia de todos con todos, el cuidado de la naturaleza, un Estado bien pertrechado para atender las demandas sociales, especialmente las de los más necesitados...La Covid-19 nos hace recuperar nuestra verdadera humanidad, aunque sea ambigua por naturaleza. Ella está hecha de amor, de solidaridad, de empatía, de colaboración y de la dimensión humano-espiritual que da el debido valor a los bienes materiales, sin absolutizarlos...Los materiales los dejamos atrás, los humano-espirituales los llevamos más allá de la muerte, pues constituyen nuestra identidad definitiva. Cuanto más amigables sean nuestras relaciones con la naturaleza, y más cooperativas las relaciones entre nosotros, más se vitaliza la Tierra. Y la Tierra revitalizada nos hace también saludables. Nos curamos juntos y juntos celebramos nuestra convivencia terrenal" (Boff. L. Lección de la Covid-19: enfermamos a la Tierra y la Tierra nos enferma. Koinonía. 19.03.2021).
Que esta Semana Santa resulte una Pascua global, que venza el anti-reino. Hacia una sociedad del cuidado de la gente y de la Madre Tierra. En el sentido del Reinado de Dios, haciendo, según el cantor del pueblo venezolano Alí Primera, "más humana la humanidad". Aleluya