Muy manido está el jingle o cuña promocional de los candidatos que aúpan las posturas políticas del PSUV, es decir, los que aspiran a gobernarnos en los poderes ejecutivos y legislativos de cada Estado y Alcaldías de los 336 municipios de Venezuela. De una u otra manera estos candidatos han usado el poder del gobierno del estado venezolano para hacer más creíbles sus propuestas, en este sentido usan los Programas Sociales instituidos por el estado para cautivar a sus votantes, esto es sin duda, un ventajismo absoluto. Acá en Trujillo vemos cómo usan descaradamente los esquemas del Programa Alimentario denominado Clap, inclusive para la escogencia de candidatos en la elecciones primarias del PSUV.
Además de eso, usan vehículos de empresas de transporte público para sus movilizaciones, usan medios radioeléctricos y televisivos para sus arengas politicas. Recién nos enteramos que usan vehículos y personal adscrito a instituciones del estado, para movilización de candidatos oficialistas para su movilización, violando arteramente lo estatuido por la legislación correspondiente y por el CNE como órgano rector electoral. Claro que "tienen con que", pues han manejado las instituciones del estado como franquicias, como dije, en franco desacato a la normativa vigente. Por otro lado en una actitud de desprecio al electorado, que muchas veces, acude a pie a sus encuentros, muestran y se ufanan de usar sus "bestias negras", esto es, camionetas de última generación (camionetas marca Toyota, Nissan y de otras marcas con valores superiores a los 100.000,00 dólares) en los encuentros con los electores, cuando la mayoría de estos no pueden acceder ni siquiera a un litro de gasolina. B Es evidente que "tienen con que", son más de dos décadas usufructuando los dineros públicos, fondos que deberían estar destinados a obras sociales, hoy "engrosan" el patrimonio de estos "salvadores de la patria", entre las que se cuentan también sus viviendas inexpugnables en los sitios donde viven. Hoy los vemos nuevamente aspirando en nombre de la Revolución, al mejor estilo de políticos de la cuarta república, donde el clientelismo era su mejor propuesta. Siguen teniendo sus seguidores y sus dólares para la compra de conciencias y seguro que son muchos los que les votarán, pero esta crisis también ha golpeado inmisericordemente al grueso de la población, dado que esta conducta llena de prepotencia de cualquier funcionario del estado, electo o encargado de las instituciones, conductas que se va trasladando hasta los esquemas más básicos de organización, lo hemos palpado en el suministro de las bolsas Clap, esquema autoritario que por más que se vista de inclusivo, traslada sus vicios desde el esquema nacional hasta la estructura más local, estructuras que inocentemente o en entera complicidad se han prestado a hecho corrupción descomunales, como el ocurrido con uno de los programas sociales más sensibles creado por el extinto Comandante Hugo Chávez, como lo fue y sigue siendo a pesar de los ataques de corruptos, el programa de Gas Comunal. En febrero de este año fue desmantelada por el Ministerio Público una mafia vinculada al tráfico de gas doméstico cuando se allanó un venta ilegal de gas licuado, el mismo que estaba destinado a la mayoría de hogares venezolanos a través del Programa denominado Gas Comunal. En este procedimiento el Fiscal Superior del Ministerio Público, Abogado Tarek William Saab, imputó a tres de cuatro gerentes de Gas Comunal, filial de PDVSA, "quienes fueron aprehendidos por formar parte de una red de corrupción que se dedicaba al cobro de comisiones ilegales en dólares para el llenado de las bombonas de gas a las empresas distribuidoras de este combustible".
Así mismo el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, en esa oportunidad ordenó la aprehensión del "presidente de Gas Comunal PDVSA, Jacob Grey, el gerente de la planta de llenado de gas Charallave, Yohandry José Guevara Álvarez, la gerente de la planta de llenado de gas Apacuana, Oriana Alejandra Betancourt Corales, quienes en contubernio con algunos de los esquemas regionales privaron del suministro del codiciado combustible comunal a casi el 90% de los hogares nacionales, desabasteciendo al consumo de este combustible de manera ficticia a la población por casi dos años.
La trama fue descubierta tras la detención del propietario del galpón MARACAY GAS 2020, Adán Contreras, donde colocaban las bombonas de gas a precios inalcanzables para cualquier hogar, toda vez que se vendía en dólares y de forma ilegal ya que no tenía permisos de ningún tipo para almacenar, distribuir y comercializar gas doméstico.
Desde la gerencia de PDVSA GAS COMUNAL y sus filiales regionales provocaron una escasez ficticia, repito, durante casi dos años, conminando a la población a regresar a los tiempos de cocción con leña, pues hasta el racionamiento eléctrico estuvo de moda. Está crisis inducida a nuestros hogares se develó por la delación que hizo el detenido en Maracay, lo que hizo posible la detención de Jacobo Grey, funcionario recomendado por las autoridades del gobierno nacional, ministros y funcionarios del PSUV como funcionario probo, resultando un delincuente con apariencia de "buena gente", con empresas en Miami, EEUU y hasta "filántropo" financista de iglesias en Florida, a costas del humo tragado por nuestras amas de casa cuando fuimos obligados a usar la leña como combustible. Redactando esta nota también recordamos que muchos sectores de ciudades y pueblos de Trujillo, aún estamos a la espera del gas licuado cancelado en nuestros hogares a través de los Clap, Ubchs y Consejos Comunales y desde este tiempo que se está denunciando, ni gas, ni dinero dan cuenta y muchos casos ni los cilindros o bombonas aparecen. Ojalá los Fiscales Regionales del Ministerio Público iniciarán una investigación al respecto, para los momentos de la escasez ficticia del gas comunal la dirección o gerencia del Gas Comunal Trujillo la ejercía una funcionaria de nombre Marta Villegas. ¿Quien sabe cuántos de los candidatos oficiales saben o se han ocupado de estás denuncias? Y para finalizar recordemos que a la hora de votar, antes que un jingle o cuña pegajosa, tengamos presente las carencias a que nos han obligado buena parte de los aspirantes al favor electoral