¡El peor sistema de "transporte público" está en Venezuela, es privado y ya es hora de que lo modernicen!


En momentos como los actuales, cuando el Metro de Caracas presenta severas fallas y muchas personas abogan por su privatización, quise escribir este artículo sobre el transporte colectivo en Caracas (que denominamos "camioneticas por puesto" o "carritos por puesto"), el cual es un sistema privado, y es posiblemente uno de los más malos del mundo, totalmente ineficiente y de peor trato al pasajero.

Aunque lo llamamos "transporte público", hay que enfatizar en que es un sistema privado porque los dueños de los vehículos de transporte son personas particulares. El único papel del Estado es otorgar las concesiones de las rutas, fijar los precios y hacer labores de supervisión que raras veces se cumplen.

Primero que nada, hay que hacer una distinción entre los dueños de las "camionetas por puesto" (como llamamos los caraqueños a los autobuses o busetas de transporte colectivo), y los que trabajan en ellas: los choferes y avances. Estos últimos casi nunca son los dueños de las "camionetas por puesto", ni de las líneas ni las concesiones de transporte.

Los dueños de las busetas son unos señores que, en algún momento, recibieron créditos y beneficios del gobierno (eso data de hace 40 o 50 años, mucho antes del chavismo) y compraron las busetas, pero en su gran mayoría no las trabajan personalmente, sino que prestan la buseta a un chofer por un día de trabajo. Los dueños de busetas se agrupan en "cooperativas" y la alcaldía les da "concesiones" o permisos para que la cooperativa pueda hacer transporte colectivo en la ruta desde tal sitio a tal sitio, usando las avenidas tal y tal.

De esta forma, los dueños de las "camioneticas" básicamente las entregan a los choferes y avances por un día de trabajo a cambio de que éstos traigan XXXX bolívares diarios al dueño, por lo que los choferes y avances se ven bajo presión de salir y hacer una buena cantidad de dinero para pagarle al dueño y que les sobre lo suficiente para que el día de duro trabajo haya valido la pena.

Hasta donde sé, no hay una relación formal de trabajo entre la "cooperativa" y los choferes y avances, ni obligaciones laborales.

Esto es explotación del hombre por el hombre en su máxima expresión, capitalismo puro y duro con el letrero "Cooperativa" para disimular.

Por otro lado, los choferes y avances nunca han recibido cursos de trato al público y su principal interés es meter pasajeros en la buseta a como dé lugar.

Debido a que el chofer está obligado por su dueño a hacer la mayor cantidad de dinero posible, la "camionetica" no parte de la parada hasta estar absolutamente llena (con gente sentada y de pie), y aún así, la misma se para cada 10 metros, fuera de las paradas reglamentarias, para intentar recoger pasajeros en donde sea.

De hecho, en los últimos meses el avance (que es un muchacho muy joven, que a veces pareciera ser menor de edad y va colgado de la puerta de la unidad cobrando el pasaje, violando todas las leyes existentes, incluyendo la ley de gravedad) se ha convertido en un "seductor andante": Cuando la camionetica ve a 3 o 4 personas caminando en la acera, dentro o fuera de una parada, se acerca a ellas más despacio y el avance empieza a decirle todos los lugares adonde va la camioneta, con la esperanza de que las personas se suban.

-Pana, ¿adónde vas? ¡Chacaíto, Plaza Venezuela, Avenida Bolívar, Silencio, hay puesto! -grita a todo gañote.

-¡Epa mi amor! ¡Chacao, Los Ruices, Petare, Puente Baloa, hay puesto! -le dice a las muchachas.

Ninguno anuncia el precio. Eso es una sorpresa para cuando te subas o cuando te bajes. Para el momento de escribir este artículo, el pasaje en la mayoría de las rutas de Caracas es de Bs. 2, que equivale a 0,45 dólares.

A veces las camionetas no tienen carteles de ningún tipo y es el avance el que anuncia a gritos adonde van. Estos son los llamados "piratas", camionetas que no pertenecen a ninguna línea, cooperativa o concesión, sino que es alguien que es dueño de una camionetica y la pone a rodar porque sí. En el país donde cualquiera puede autoproclamarse presidente en una plaza, estas cosas no son extrañas. Lo malo es que, cuando es de noche, o hay fallas en el Metro, estos choferes cobran lo que quieren.

Incluso en la avenida Francisco de Miranda, en la esquina con la calle Elice, donde la gente sube del Sambil, he visto algo asombroso: la camionetica se para allí con el semáforo en rojo y puede estar en el segundo o tercer carril, bien alejada de la acera, pero aún estando allí esperando a que el semáforo cambie a verde, el avance comienza a convencer a la gente que camina por el rayado peatonal para que se suba a la camionetica por puesto, a pesar -reitero- de estar bien lejos de la acera. Una violación a todas las leyes de tránsito existentes. Algo impensable hace 10 años -mucho menos en los tiempos de Irene Sáez- debido a que la policía municipal de Chacao tenía la fama de ser una de las más estrictas del país. Ya no.

Las "camioneticas" son otro tema. El nombre, de por sí, es extraño. En Venezuela solemos llamar "camioneta" a este tipo de vehículo, que en otros países llaman SUV:

 


Pero sucede que, hace muchos años, el transporte público comenzó a funcionar con carros particulares comunes y corrientes. De allí el término "carrito por puesto".

Luego, comenzaron a usar camionetas tipo van como estas:

 


Yo las usé cuando niño en los años 80 y eran terriblemente incómodas, calientes y casi sin ventilación. De allí parece que viene el término "camionetica por puesto".

Luego, comenzaron a aparecer las busetas. Aquí la gran mayoría son marca "Encava": Es una empresa que compra camiones, les quita el chasis y se los reemplaza por uno hecho por ellos mismos para convertir los camiones en autobusetas de 30 puestos.

De hecho, el chofer maneja literalmente al lado del motor del camion/buseta, que generalmente está protegido, acolchado o tapado. Muchas veces, el chofer ofrece a alguna pasajera sentarse encima del motor, cuando no hay puestos disponibles.

Algunas unidades de transporte son muy graciosas por el rotulado y las frases que se les colocan en las ventanas, a veces dedicadas a los padres o los hijos del dueño, a su esposa, a Jesucristo, alguna virgen u otra deidad religiosa (muchas veces católica, otra veces yoruba).

 

El problema es que los puestos dentro de una Encava están colocados uno al lado de otro, muy juntos, con un pasillo central extremadamente estrecho, de 50 centímetros a lo mucho. Los camioneteros se empeñan en llenar la camioneta hasta que todos los puestos están llenos y todo el pasillo está full de gente de pie.


Y, como los camioneteros se paran cada 10 metros a subir o bajar pasajeros, hay que desplazarse por los pasillos llenos de gente, empujando o apretujando a quienes están allí; los hombres "recostando el tostón" en las personas que estén sentadas, y éstas obviamente molestas o incómodas.
Ah, y para colmo, cada 20 metros se sube un vendedor de chucherías a vender caramelos Chau, chupetas Bom bom bum, chocolates N'Goes, y obviamente se desplaza por el mismo pasillo incomodando a todo el mundo.
Como dije antes, el empeño del avance es meter tanta gente como sea posible en la camionetica. Y no hay consideración posible. Aún con la camioneta llena de gente (sentada y de pie) el avance normalmente grita desde afuera:

Colabore y échese pa'trás!

Lo hace aún cuando no hay espacio. Pero lo hace y lo sigue haciendo. A lo que la gente muchas veces se molesta y contesta:

-¡¡¡Mételos en el piso de arriba!!!

Los avances simplemente ignoran a la gente o, en otros casos, insultan y malandrean, y siguen metiendo más y más gente en la camioneta, a veces hasta que es imposible respirar, sobre todo cuando hablamos del mediodía o las 2 de la tarde. Yo me he tenido que bajar una o dos veces simplemente porque no aguanto y empiezo a sentirme mal.

Depende, por supuesto, de la hora y la ruta. Hay horas picos en las que todo el mundo va al trabajo y las camionetas se ponen así. Y se ponen peor cuando el Metro de Caracas no funciona o tiene problemas, lo que lamentablemente es muy común.

En muchos casos, el desespero por llegar a tiempo al trabajo o al lugar de estudios hace que la gente se meta como sea, colgando de las puertas de la unidad.


El gobierno ha comprado y entregado autobuses Yutong a algunas líneas, que son más espaciosos por dentro (aunque tienen menos asientos), pero a los dueños no les gusta porque ellos también usan estos vehículos para hacer transporte los fines de semana al interior (gente que alquila los autobuses para viajar en grupos, etc.)

Y, como los Yutong tienen menos asientos (con el fin de que más gente pueda viajar de pie, con más comodidad) y la ley obliga a que, en el transporte entre ciudades, todo el mundo tiene que ir sentado, eso significa menos dinero por viaje.

El otro problema es que los dueños de las camionetas se creen también los dueños del país, aumentan los precios cuando quieren, y cuando una alcaldía quiere ponerles coto, ellos amenazan con sacar todas las camionetas, colocarlas en las principales vías y trancar la ciudad. Esta es una foto de 2016, de AFP, de una "protesta de camioneteros":

 

Foto de AFP de una protesta de autobuseros en 2016


Algunas cosas que olvidé:

  • ¿Mencioné que los choferes a veces se paran en algunos puntos de las avenidas 5 o 10 minutos porque les da la gana, a esperar a que lleguen más y más pasajeros?
  • ¿Mencioné que ellos no le hacen caso a los semáforos, que cuando el semáforo está verde ellos se paran a ver si llegan más pasajeros, y cuando se pone rojo entonces avanzan, caotizando aún ás el tráfico caraqueño?
  • ¿Mencioné el tema de la música a todo volumen?
  • ¿Mencioné que ellos siempre tienen las puertas abiertas, lo que facilita que los delincuentes que atracan camionetas entren a ellas cuando quieran y nos roben a los pasajeros?
  • ¿Mencioné que, hace muchos años, el gobierno estableció que los mayores de 65 años no pagaban pasaje, y tal fue el maltrato y los insultos a los viejitos de parte de los choferes, que éstos terminaron pagando "voluntariamente" para dejar de ser maltratados?
  • Lo mismo pasó con los estudiantes, que tenían un pasaje preferencial, el cual dejó de funcionar desde la crisis de 2017 y la pandemia, y ahora el gobierno está reactivando.
  • Tampoco estoy mencionando los problemas que sufren quienes viven en ciudades adyacentes a Caracas (Guarenas, Guatire, Valles del Tuy, Altos Mirandinos, Los Teques, La Guaira, etc.), que sin duda merecerían un artículo aparte. Y también habría que hacer otro artículo con los problemas que tienen las personas en diversos sectores populares de Caracas con los jeepseros.

Lo que muchos quisiéramos ver es un sistema de transporte totalmente gerenciado por el Estado, parecido al Metrobús en sus mejores tiempos, en los cuales los conductores sean trabajadores de la institución y se formen en esta, tengan que cumplir sus normas, tengan un buen trato con el público, se paren sólo en las paradas designadas, tengan las puertas cerradas y la música a un volumen agradable, un aire acondicionado o ventilación decente, el precio sea fijado por el Estado, se sepa desde qué hora y hasta qué hora van a trabajar... uno no pide nada del otro mundo. Eso es lo normal en casi todos los otros países, incluyendo latinoamericanos.

Visto que el 95% de la gente (los más humildes) usamos este sistema de transporte o el Metro, y visto que llevamos 23 años de una revolución que prometió solventar estos y otros problemas que vivimos, uno se pregunta qué hace falta para que de verdad los solucionen.

Hay quienes dicen que uno de los problemas es que a quienes asumen direcciones y puestos de mando en las alcaldías de inmediato se les asignan carros y se olvidan de los problemas que ellos vivieron en algún momento, cuando eran más humildes. Los dan por solucionados. ¿Será así?

Excepciones notables son el sistema Transmiranda de la gobernación del estado Miranda (que es estatal, funciona mejor que el privado y es más económico, pero lamentablemente se ha quedado insuficiente). El Transmiranda, lamentablemente, también hereda algunos de los problemas del sistema privado, tales como que no respetan las paradas y se paran donde quieren.

Otra excepción que ha aparecido en los últimos meses es el de empresas privadas que ofrecen un sistema de transporte "premium" cómodo, con aire acondicionado, revisión a las personas que se van a subir, paradas prestablecidas, etc.

 

Este sistema obviamente es mucho más caro que el transporte colectivo normal, y se ofrece a empresas y no a personas (es decir, se ofrece a una empresa para que lleve y traiga a sus trabajadores). Un ejemplo es "LaWawa", un sistema que funciona además mediante una aplicación Android.

 

¿Surgirán nuevas soluciones para las y los venezolanos? El tiempo lo dirá.



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Luigino Bracci

Estrecho colaborador y antiguo miembro del equipo editor de Aporrea. Bracci es un celoso defensor del Software Libre y de la libertad de expresión.

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