Del 9 al 11 de septiembre del presente año se celebró en Madrid el 41° Congreso de Teología con el tema, Venimos De Una Pandemia: "Levántate y Anda" organizado por el Centro Teológico Juan XXIII. La Teología de la Liberación, nacida en América Latina y expandida por el mundo, trasciende las polémicas intraeclesiales para hacer un aporte ético espiritual por su visión ecuménica amplia que, desde una perspectiva cristiana se abre al diálogo interreligioso para dar respuesta con conciencia planetaria, en defensa de la humanidad y la creación.
Tras la pandemia del Covid 19 no podemos retornar a la pasada costumbre de convivencia, esta experiencia nos ha mostrado como el dolor, la incertidumbre y la muerte de tantos seres humanos nos llama a repensar y a vivir de otra manera nuestras relaciones, construyendo sociedades más equitativas, caminar hacia una conversión ecológica global que pase de una civilización tecnocapitalista, antropocéntrica e individualista a una forma de convivir biocentrada que garantice el futuro de la naturaleza y de la humanidad. Que nuestras relaciones sean guiadas por la gratuidad, no por el lucro y que es necesario construir espacios colectivos en solidaridad con los vulnerados de siempre.
Y es en medio de este clima con dolores de parto en este cambio de época, donde adquiere gran valor ético, testimonios de vida tan conmovedores como la del Padre Francisco Rondón. Pues aún en medio de las controversias, su actitud humilde y a la vez firme y comprometida con los sectores populares, alcanza un enorme significado unitario en todas las personas de buena voluntad. Muchas comunidades durante un tiempo pudieron apreciar su aporte de enseñanza en valores, cuando ofrecía su matutina reflexión televisada de breves minutos, en el programa EL MOTOR DE LA VIDA, de alta potencia espiritual. Su misión como capellán de las cárceles donde realizó un trabajo de acompañamiento y formación a la población penitenciaria, allí se contagió de tuberculosis, enfermedad que hizo que culminara su siembra humana el 1º de octubre de 2008. Su potencia espiritual sigue viva en cada hogar venezolano.
Por otra parte, este domingo se celebran las elecciones presidenciales en Brasil, frente al intento de recolonización actual, que impulsa el presidente Jair Bolsonaro, quien llegó al poder con base en manipulaciones religiosas y falsas noticias, donde se aprovecha por conveniencia de iglesias neo-pentecostales como base de apoyo para su gobierno de sesgo reaccionario, autoritario y fascistoide. Hoy se vislumbra una reacción ética popular de rechazo que quiere afirmar la recuperación de la conciencia popular solidaria, con la posible elección de Ignacio Lula Da Silva. Al pueblo brasileño le toca retomar su camino transformador y reafirmar la esperanza que, según San Agustín, tiene dos hijas: la Indignación y la Valentía, para retomar el rumbo liberador de Nuestra América, hacia Otro Mundo Posible.