Independientemente de cualquier genealogía, se encuentra un testigo inequívoco en hacer de Francisco de Paula Santander y Omaña, un gocho de excepción, y es, "Esa enorme cuña triangular, introducida en las propias entrañas de la tierra del Táchira, a una altura de 1600 metros sobre el nivel del mar".… lo que nos ha llevado a este cuento. Desde Bogotá Francisco de Paula, como presidente de Colombia, mando a crear una muesca sobre el mapa del Estado Táchira, para que se supiera de él, por saécula saeculórum.
Sea de donde sea Francisco, éste se anotó en la odisea que asomó Bolívar, se quemó la piel por nosotros y por ustedes, por aquellos y por los otros, pertenecía a una clase social y siendo un hombre serio y amante de la ley, les cumplió, a él los pobres no le subyugamos, por ello, sus deudas es cosa de ponernos de acuerdo para pagarlas, como un legado que podamos hacerle a aquel pipiolo de 21 años, por haber ganado en la Campaña Admirable, la primera batalla de la gesta libertadora, dada en las tierras angostas de El Cobre, fronteras del territorio venezolano.
1670 y 1673, es referido Luis Ignacio Santander, un hombre quizás de unos 30 a 35 años, como alcalde de la hermandad, cobrando por este cargo 52 patacones. En 1671, se le establecen cargos, por no hacer cárcel en la Villa de San Cristóbal y éste imputa "digo, por el embarazo que ha seis o siete años que se tiene en hacer la santa iglesia de esta villa, cuya obra se está reedificando como a vuestra merced le consta, y asimismo el haber pocos indios en las poblaciones, y que de los pocos que se traen son para la dicha obra por ser cosa que prefiere a todo, cuya causa no ha dado lugar a que se pudiesen hacer dichas casas de cabildo y también la suma de pobreza de este lugar".
Mientras esto sucedía y Luis Ignacio arreglaba sus peos, nace en el Táchira, en San Cristóbal, en el año 1671, su hijo Marcos Santander Caballero "En la Villa de San Xpl. en onse días del mes de abril de mil seiscientos y setenta y ocho años yo el B. M. D. Nicolás de Miota Jáuregui Cura Benefdo. y vicario puse óleo y chrisma a un niño que se llamó Marcos hijo, legítimo de Luis Ignacio de Santander y de Da. Maria Cavallero, de edad de un año el cual baptisé antes en caso de necesidad, fue su padrino el Mro. D. Franco. Martines de Rojas y para que conste lo firmé. B. M. D. Nicolás de Miota Jáuregui"«/i» (Libro de bautismos de 1645-1880).
La relación de los padres del General Santander, sus intereses e ilusiones se vislumbran, 100 años antes de que este naciera, para ello, hay que seguir apellidos y propiedades de los Omaña Rivavadeneyra, Santander, Colmenares y Jovel.
En 1691-1693 se nombra como alcalde ordinario a Juan Santiago de Santander Jovel. El 3 de enero del año 1693, tal como consta en el libro de cabildos reza "En las casas de la morada de Joseph Navarro de la Rosa, Notario del Santo oficio y Alcalde Ordinario más antiguo, se juntaron a Cabildo como lo han de uso y costumbre al pro y utilidad de esta República, y estando juntos, conviene a saber Joseph Navarro de la Rosa y don Martin Omaña Rivavadeneyra Alcalde ordinarios y don Juan Santiago de Santander Procurador General, presentó Don Martin de Omaña un pliego Cerrado que dice " Al cabildo Justicia y Regimiento de la Villa de San Cristóbal…… en relación de no aceptar como alcalde ordinario a Felipe Agüero por estar casado con una india. Posterior a ello, por esta causa es acusado de desobediencia Juan Santiago Santander, para lo que este se defiende en estos términos "mediante a lo que me costaba de la esfera del Sargento elegido, y que esto nacía de la larga distancia que hay desta Villa a la ciudad de Maracaibo donde reside el señor gobernador……. Establecida la defensa, para el 19 de febrero de 1698, sale fallo absolutorio, pagando algunas costas, por parte del Juez General Gaspar Mateo de Acosta, Gobernador y Capitán general de la provincia de Mérida de La Grita y Maracaibo.
1698 el alcalde ordinario de San Cristóbal era Pedro Colmenares de Aysmasa. Fueron citados por la autoridad Miguel Gerónimo de Santander, hermano legítimo de Juan Santiago de Santander y sobrino carnal del capitán Gerónimo Martínez de Espinoza. Se cita al Capitán Don Juan Santiago de Santander Jovel como alcalde Ordinario de La Villa de San Cristóbal y para 1711 y 1717, como alcalde Ordinario a Marcos Joseph de Santander Caballero, hombre de 41 años de edad.
Guillermo Castillo Lara, relaciona la vida de los Santander para el Táchira, en estos términos: "La familia Santander se avecina en la Villa de San Cristóbal ya bien mediado el siglo XVII con Luis Ignacio Santander, el cual casa aquí con María Caballero Lucero de Bonilla, hija de Gerónimo Martínez de Espinosa y Rojas, encomendero en Pamplona, y Doña Isabel Lucero de Aragón. En ocasión de solicitar en 1682 una encomienda para su hijo Juan Santiago de Santander y Rojas, la dicha doña María Caballero, ya viuda refería: que su difunto esposo Luis Ignacio Bolador de Santander "padre del dicho Juan de Santiago mi hijo, fue hijo legítimo de Luis Ignacio de Santander, uno de los primeros vecinos de la nueva translación y fundación que se hizo de la ciudad de Tamalameneque, donde sirvió a Su Majestad en los oficios de Alcalde Ordinario ……. Y el abuelo del dicho su marido sirvió a su majestad en el oficio de "Contador Mayor en la ciudad de Antiochia". Se hace posible que ese Contador Mayor de la Ciudad Antioquia, fuera aquel soldado que siguiendo a Toloza en 1547, se quedará por aquí en busca de mejores horizontes, que las tierras áridas y calientes de Coro.
Gracias a la solicitud de encomienda, por la peladera que tenían los Santander para 1682 y su referencia, unas de las abuelas, pide cacao, dice en reclamo "Y el abuelo del dicho su marido sirvió a su majestad en el oficio de "Contador Mayor en la ciudad de Antiochia". En esta referencia necesaria para justificar su petición, María de Caballero nos pone en el camino de los ancestros, del General de Generales y nos precipita a tierras venezolanas.
Si bien su objetivo fue la búsqueda de mejores rumbos para su descendencia, así fueran estos tuertos y feos; Ello fue el gran portal, una sola gran puerta, con muchos caminos, que descubren a Francisco de Paula Santander y Umaña, como un gocho y gran venezolano de excepción.