En medio de grandes tensiones, crisis y confrontaciones con los Estados Unidos y la Unión Europea, tanto Venezuela como Irán, se unen en propósitos específicos buscando resolver grandes problemas sociales que en cada uno de ellos acontece, en medio de un mundo globalizado y convulsionado como consecuencia de una visión política y económica en manos de poderes elitistas, en contraposición con la necesidad urgente de la política a cargo del poder democrático, participativo y protagónico que requieren todos los pueblos del planeta para garantizar la vida en paz y en justicia.
Sin duda alguna, actualmente, una de las expresiones de ese poder elitista está concentrado fundamentalmente en el dominio económico y político de la Ciencia, Técnica y Tecnología, ya que es allí donde se mantiene la dirección política - económica de la producción de bienes y servicios y del sistema financiero mundial.
Los países con mayor capacidad de producción dominan al mercado regido por la supuesta oferta y demanda, en donde dicha demanda es conducida o inducida por la publicidad, y las transacciones son direccionadas por el sistema bancario internacional.
Actualmente, la Ciencia, la Técnica y la Tecnología está en un proceso de re-empoderamiento mundial con la Revolución Industrial 4.0, donde se aumenta la producción a menor tiempo y a menores costos mediante el uso de la digitalización de las cosas, automatización de los procesos, la big-data y la inteligencia artificial (robotización), donde la publicidad se dirige con el Marketing Digital de los grandes medios de comunicación y redes sociales vía internet, y donde las transacciones económicas son mayormente digitales y/o mediante el uso de criptomonedas.
Si los países con bajo desarrollo, ó alta dependencia tecnológica, no se ponen desde ya a la vanguardia de las exigencias de la IV Revolución Industrial, seguirán siendo replegados y marginados por las potencias tecnológicas mundiales, y tarde o temprano serán totalmente subyugados y delegados a las pocas tareas manuales- para el pago de mano de obra muy barata- que queden para un futuro no tan lejano.
En el deseo por la superación y liderazgo tecnológico de Venezuela, se generan mis expectativas por el convenio firmado recientemente entre Venezuela e Irán, un convenio para el desarrollo de la ciencia, técnica y tecnología que beneficie a ambos países. "Los acuerdos abarcan la formación educativa, la nanotecnología, la biotecnología, petroquímica, probióticos, dosimetría, radiología, fibra óptica, análisis de datos sociales y diseño de sistemas científicos-tecnológicos". (Jiménez G, 2022).
A lo largo de la historia republicana de venezuela se han firmado diversos convenios con distintos países de distintas ideologías con el propósito de lograr el desarrollo científico, técnico y tecnológico; sin embargo, hasta los momentos la independencia tecnológica es prácticamente nula, por eso es fundamental romper la cultura de la retórica política e ideológica y comprometernos seriamente con la práctica de asumir la responsabilidad de ser libres y soberano en esa materia.
Las universidades e industrias venezolanas deben, de una vez por todas, desarrollar los mejores mecanismos de diagnóstico, planificación y desarrollo para seleccionar y organizar a las personas más capaces y comprometidas con el quehacer científico, técnico y tecnológico del país, y por otra parte, las instituciones públicas y privadas deben aportar los recursos para invertir en los grandes proyectos de desarrollo tecnológico de la Revolución 4.0 a nivel nacional con el reciente convenio entre Venezuela e Irán, y aunado a esta medida, retomar los otros convenios vigentes y crear condiciones para nuevos convenios donde se promueva la verdadera cooperacion cientifica, tecnica y tecnologica entre los países participantes de los acuerdos; donde de verdad los venezolanos descubran los eslabones ocultos de la tecnología foránea para inventar nuestra tecnología propia, con un rol protagónico y libertario, sin esperar que nos den los secretos en un cuento de nunca acabar de una llamada "transferencia tecnológica" que siempre estamos esperando pero que nunca ocurre.
De lo que realmente se trata es que como venezolanos asumamos nuestra condición libertaria en materia de ciencia, técnica y tecnología, que nos empoderemos desde ya de los avances científicos de la Revolución 4.0 para que no nos ocurra lo mismo de las revoluciones industriales anteriores donde solo fuimos compradores y manejadores de tecnología foránea con escasa o nula invención propia.
Ojalá que este nuevo acuerdo Irán- Venezuela haga posible la Revolución 4.0 venezolana y logremos, en esta etapa de la historia, la tan anhelada soberanía científica, técnica y tecnológica.
Referencia Bibliográfica.
