Estamos en un mundo muy convulsionado e impactado por guerras armadas y no armadas, por crisis económicas y políticas, por crisis social y de salud debido a los impactos de la pandemia COVID 19, mas las amenazas de otros males y enfermedades; y ante la crisis paradigmática de temas tan controversiales como la sexodiversidad, la legalización de la droga, el aborto, la eutanasia, el cambio del patrón energético,cambio climático, la judicialización de la politica, la contaminación ambiental, la participación popular, la no discrminación, la inclusión social, diactaduras vs democracia, las ideologías políticas, economia de emprendimientos, entre otras cosas.En el caso específico de venezuela de crisis y recuperación económica, sanciones y negociaciones, crisis politica y ruta electoral presidencial, migraciones y retornos, gestiones no transparentes y búsqueda de nuevos métodos de gestión, etc.
Ante este panorama dialéctico de evolución e involución para la humanidad, también transcurre desde el año 2011, de manera transversal continua y permanente, la IV Revolución Industrial, la Revolución de la Automatización Inteligente, llamada tambien la Industria 4.0: Ciudades Inteligentes (Smart City), Casas Inteligentes (Domótica o Smart Houses), Industrias Inteligentes (Smart Industry), Servicios automatizados (Servitización), Agricultura Inteligente, Crias o Granjas Inteligentes, Marketing Digital, Educación Virtual (E-Learning), Escuela en Casa (Homeschooling), Gestión Inteligente(Smart Management), BlockChain, Criptomonedas, Comercio Electrónico (E-commerce), etc.
Los países llamados potencias, con mayor desarrollo tecnológico, están avanzando de manera abismal desde hace 11 años en soluciones tecnológicas inteligentes con las cuales aceleran su poder político y económico en este mundo globalizado por una economía de mercado, una competencia permanente y un capital financiero transnacional.
Con la Industria 4.0 se obtienen mayor cantidad y calidad de productos, al menor costo y en el menor tiempo; eso implica que los países que no se sumen al uso de las tecnologías emergentes seguirán dependiendo totalmente de la producción de los países industrializados con automatización inteligente.
Por lo expuesto, consideramos de mucha importancia que el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES) haya firmado recientemente (21 de octubre) dos convenios, el primero fue con la Universidad Nacional Experimental de las Telecomunicaciones e Informática (UNETI) y el segundo con el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI). "Entre lo convenido se encuentra el desarrollo de actividades que abra paso a la capacitación del personal y de la comunidad estudiantil en materia de robótica, tecnología e informática, marketing digital, ciberseguridad, aulas virtuales y similares." (últimas noticias, 2022).
Es necesario resaltar la disposición y voluntad del Presidente del INCES, Wuikelman Ángel, al declarar a que el INCES asuma la formación de la juventud venezolana en las tecnologías emergentes de última generación, tal y como lo expresó al firmar los acuerdos: " en una primera fase se busca formar a la juventud venezolana, pero también sacar provecho de la alianza interinstitucional y actualizar el currículum del Inces, adaptándolo a las nuevas tecnologías desde una visión productiva" (Wuikelman, 2022).
Este iniciativa del INCES debe ser asumida como una tarea central del gobierno y del sector privado venezolano, para que con los Ministerios, empresas, fundaciones, Organizaciones no gubernamentales, Universidades y demás instituciones educativas, se desarrolle un plan nacional integral (Formación-Producción-Investigación) para ponernos a la vanguardia de las tecnologías 4.0 para América Latina y el Caribe en el marco del avance hacia el mundo multipolar de manera libre, soberana e independiente.
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