Se ha hecho rutina que habitantes de comarcas, pueblos y ciudades, cada calendario aparten un día de su tiempo para celebrar y exaltar lo que se ha dado en llamar EL DIA DE LA CIUDAD, tomado como punto de partida el día, mes y año en que el invasor europeo a partir del Siglo XVI atracó en playas de lo que dieron en llamar en un principio "Nuevo Continente" y que más adelante proclamaron como AMERICA.
Exaltación de Efemérides, que se realiza con bombos y platillos, lo que hace que se posesione la idea que todo nació o comenzó desde ese día; - que antes no existía absolutamente nada - Logrando así borrar del inconsciente horrores acometidos por el brutal ocupante – Crímenes llevado a cabo contra originarios - que vivían en estas tierras desde hacía 10 o 15 Siglos antes.
Es como sí los propios de estos espacios de aquí y cuan largo y ancho es el continente, no hubiesen contado con sus propias modalidades de vida, en lo cultural, en creencias, en su libertad de movilidad o estacionario como muchas etnias del norte, centro y sur del continente, que adoraban los maravilloso de El Sol, La Luna, El Agua, elementos de la naturaleza que respetaban como su principal medio de producción "La Madre Tierra" en conjunto.
O es que acaso los nativos no contaban con sus ciudades, pequeñas poblaciones - hábitat donde levantaron sus bohíos hechos en piedra, barro y techos de paja de helechos o palmeras según el clima o región y, en el centro espacio semi- circular, casi siempre lo más cercano de afluentes de agua, ejemplo acá en el Valle de los Humogrias, que tenían en su cercanía humedal y por los lados quebradas que el invasor con los años le dio por llamar San Francisco y La Adriana, espacio que el cruel invasor Rodrigo Suarez, dejo marcado en 1558 como Llano de La Cruz y donde exactamente el desubicado invasor Francisco de Cáceres, creyéndose estar a cuarenta leguas de Guatavita, territorio Neogranadino - ocupó El Valle de Los aborígenes Humogrias, aquella media noche del sábado 8 de Lázaro y domingo 9 de abril de 1576; declarándole "Ciudad Capitanía de Provincia".
Otros ejemplos de poblaciones aborígenes de esta parte paramera: Los Venegaras o El Alarde que aledaño disfrutaba de la vegetación y del Río de donde deviene su nombre, o Caricuenas con sus aguas manantiales que chorrean de Las Lagunas de origen glacial páramo adentro de La Cimarronera y El Batallo. (1) (Hoy declarado Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza/ La Grita Municipio Jáuregui Entidad Federal Táchira)
Razón tiene la conseja del ideólogo del Libertador; el rebelde Simón Rodríguez, al dejarnos dicho que los pueblos recién liberados del yugo español, había que enseñarle a ser Republicano, para erradicarles la mentalidad monárquica - hoy diría – la ideología enajenante del eurocentrismo – que sigue intacta cada vez que celebramos El Día de La Ciudad, donde se elogiar y reivindicar el hecho de una ciudad que con su crueldad los forasteros que andaban buscando "La India, se toparon por azar con el Continente Abyayala.
En este contexto , el 5 de Agosto día que los habitantes de La Grita, decimos celebrar la Fundación de La Ciudad, en mi concepto es solo un acomodo, por conveniencia , porque no se funda o construye lo que ya existe, es decir, los nativos Humogrias, tenía su ciudad en ese espacio y los invasores entraron a sangre y fuego, acaballo, con perros adiestrados, arcabuces y filosas espadas y La Cruz, como símbolo de temor y tortura para quienes no se humillara ante élla; ocuparon las primitivas viviendas de las familias asesinadas y de los que habían huido hacía páramo adentro para salvarse del terror del hombre blanco y que por mucho tiempo la resistencia de los dueños legítimos del dicho Valle, con sus gritería y saltos danzantes les permitía desaparecer, hizo que desde entonces La Ciudad Humogria, comenzara a nombrársele La Grita o Grita simplemente.
De ahí mi reflexión: - "necesario es descolonizar la celebración del Día de la ciudad", porque de la manera que se viene haciendo desde hace años, sólo ha permitido que generaciones del pasado, actuales y del futuro, tal vez sin querer queriendo hayan o estemos elevado el pensamiento Eurocéntrico, que enajena y desaparece de la huella consciente e inconsciente el hecho etnohistóricos; en cuanto a los habitantes de la cordillera andina, léase los Timotocuicas como si no hubieren existido y como si los hombres blancos de la siempre civilizada Europa, no hubiesen cometido genocidio al haber extinguido prácticamente de la faz del Continente Abyayala millones de seres humanos, que calificaron como animales sin alma y para eso usaron La Cruz, espadas, armas de fuego, tortura, quema de personas en hogueras, ahorcamientos y torturas, en nombre de Monarcas que nunca pisaron estos territorios e igualmente sometidos a explotación y saqueo.
Ahora bien, seguramente ya saltó la interrogante: ¿Y cómo Descolonizar el abordaje de esa efemérides, si los hechos históricos no se pueden borrar de un plumazo?
Efectivamente, ahí está el meollo, y para retrotraer acontecimientos del pasado, se debe buscar el modo de sacarlos del olvido, mejor dicho narra en su justo contenido y ello pasa por visibilizar a los que existieron pero que fueron convertidos en "los nadie", que son los propios, los nativos que se hallaban antes del 1492 en este firmamento que por desubicación geográfica se los toparon en 1576, por mantuanos y sus serviles que los exterminó al aplicar su modus operandis de imponer el sistema de explotación del hombre por el hombre.