Gracias al PCV, a los amigos Instituto Bolívar Marx, por invitarnos a participar, con nuestras reflexiones, sobre una fecha histórica tan olvidada como polémica.
ALGUNAS CUESTIONES PREVIAS
El 23 de enero marcó nuestra generación, y fue el punto de partida de posteriores acontecimientos que protagonizaría el movimiento popular y revolucionario: la izquierda, sus organizaciones revolucionarias, se lanzó, tras el derrocamiento de Pérez Jiménez a la conquista del poder político por la vía armada. ¿Por qué realidades y mitos? Hay hechos históricos que no son controvertibles, y hechos controvertibles. Que fue derrocado un dictador, esto nadie lo discute. Ahora bien, ¿cuáles fueron las causas, cuál es su naturaleza, su carácter y sus efectos? Esto sí es ya un poco más polémico, más debatido. Precisamente, hay realidades, verdades históricas; tal cual existen matrices mediáticas impuestas que se repiten sin reflexión crítica.
¿Fue una revolución democrática, un golpe cívico - militar? ¿Un estallido popular espontáneo? ¿O fue un cambio de élites políticas por otras?
¿Hubo posibilidad de plantearse un modelo alternativo al modelo puntofijista, para avanzar en la transición al socialismo?
¿Cuáles son, entonces, las razones y argumentos que sustentan una u otra posición? Sobre esa fecha, que marcó la historia venezolana, se han tejido numerosos mitos que hoy pretendemos desmontar con nuestra ponencia, siempre para el debate colectivo, pues, como decimos en nuestras notas, jamás nos creemos propietarios de la verdad.
En el análisis histórico, hay que ir al pasado y venir constantemente al presente. reflexionando críticamente. La verdad histórica se busca desde la totalidad concreta interrelacionada. Es dialéctica, porque entran en juego no solo los indicadores objetivos, también nuestra subjetividad, nuestra posición político ideológica.
Para nosotros no hay otra posibilidad de analizar y comprender la Ciencia Social en general, si no partimos desde la lucha de clases. mirando bien, con detenimiento, con reflexión crítica, las así llamadas condiciones objetivas y subjetivas: los bloques sociales en pugna, la correlación de fuerzas, las alianzas, el grado de organización y de conciencia revolucionaria, en una determinada coyuntura. y, ante todo, dotarse de un proyecto estratégico con base en la realidad. No en la fantasía.
Pero, antes de desarrollar el tema, como marxista que soy, quiero ratificar mi solidaridad con los militantes del PCV histórico, con su dirección política, que han sido ya, objeto de un despojo arbitrario de sus símbolos y de su conducción política, por el TSJ, en una mal llamada y arbitraria sentencia, por demás definitiva, de un "amparo" interpuesto por personas sin cualidad jurídica, ajenas a la organización. Además sin debido proceso y sin derecho a la defensa. Ahora se pretende, según anunció el presidente Maduro en su memoria y cuenta, haciendo gala de un descalificador ventajismo, despojarlo, igualmente, de su representación popular en la Asamblea Nacional. Dije, PCV histórico, sí, histórico, el Partido Comunista, tuvo papel estelar en esta fecha del 23 de enero, y tantas otras. Ya se verá.
EL MARCO HISTÓRICO
En lo internacional, los años 50, nos presentan un mundo bipolar en las relaciones internacionales, EEUU y la URSS, avizorado ya en los acuerdo de Yalta, entre otros, por las potencias vencedoras. La guerra fría , que sigue a la II guerra europea , tuvo proyección mundial; otra guerra europea, entre los señores del capitalismo imperialista. EEUU, interviene solo al final, con unas 600.000 bajas, frente a los 20 millones de la Unión Soviética, la destrucción de 1/3 de su parque industrial, todo lo cual, para desplazar al viejo imperio británico y otros de sus competidores. Así, arroja dos bombas atómicas sobre poblaciones indefensas: Hiroshima y Nagasaki. El imperialismo estadounidense, el complejo militar industrial, su rosario de bases militares, pregonaban, con crímenes de lesa humanidad, su hegemonía global; anunciaban, ser ahora, los nuevos amos del mundo.
Concluía la guerra en el 45, se ocultaba la verdad histórica y se imponía la verdad mediática, porque, antes del estallido de las bombas atómicas, en agosto del 45, los soviéticos, verdaderos ganadores de ese conflicto, provocado por los capitalistas nazi-fascistas, habían llegado a Berlín, el fascismo estaba rendido. Había capitulado ante los mariscales de la URSS.
La tesis del Águila de dos Cabezas, la cuestión de los dos imperialismos, promovida por intelectuales a sueldo del imperio y sus aparatos de inteligencia, carece de sólidos argumentos.
Para nosotros, en la URSS se produjo la conversión, de un proceso revolucionario autentico, cercado y agredido por las armas capitalistas, en medio de una sangrienta guerra civil, en una burocracia privilegiada, antesala de su posterior voltereta al sistema del capital.
Y si bien la Unión Soviética, intervino algunos países del este europeo, jamás puede ser equiparable al imperialismo estadounidense, con su doctrina Monroe y Destino Manifiesto; fundamentalismo de "Pueblo Elegido", supuestamente por Dios, para "llevar la libertad" a otros pueblos atrasados, según sus parámetros capitalistas y racistas. Hoy día sigue produciendo, ahora como hegemón imperialista en decadencia, una cadena de intervenciones armadas que aún no cesan. Vean lo que pasa en Ucrania; y el genocidio de palestinos en Gaza.
Les digo una cosa, en materia de igualdad social, la URSS tuvo logros innegables; no obstante los privilegios burocráticos del partido y altos funcionarios del Estado.
En fin, se gestaba, también, a finales de los años 50, la división del movimiento comunista internacional entre chinos y soviéticos.
En América latina, y concretamente, en Venezuela, es el gobierno imperialista de EE.UU. junto al poder petrolero transnacional y otras corporaciones gigantescas, los que dictan las reglas de juego a las timoratas y subordinadas clases dominantes. Poder corporativo petrolero, que se remonta a la dictadura de Juan Vicente Gómez, en la que se va a conformar una gran burguesía, principalmente, comercial-importadora, que se apropia de las divisas generadas por el petróleo, y, un pequeño número de terratenientes latifundistas.
Por esos años 20 y 30 , se está produciendo, el paso de la Venezuela latifundista agrícola y campesina a la Venezuela petrolera y urbana de capitalismo periférico parasitario.
En lo nacional, se afianza un capitalismo dependiente de los centros hegemónicos imperialistas. Una economía con base en el ingreso petrolero y minero que facilita acumular capital por una burguesía comercial – importadora y financiera que solo genera 3% de las divisas; siendo que el resto, 97%, la produce el Estado, y aún se apropia esa suerte de burguesía oligárquica, para ir a parar a la banca internacional. Esta fulana renta petrolera, no llegaba ni llega al pueblo empobrecido y marginado impedido de satisfacer sus necesidades vitales, pues, se las roba esa burguesía parasitaria en maridaje con el gobierno que, siempre hablan, por boca de sus intelectuales orgánicos, del rentismo paternalista y de la necesidad de ser productivos. En una palabra, de sembrar el petróleo… en sus bolsillos.
En lo político, se vive en un estado de excepción permanente, según la Constitución de 1953, hecha a la medida del dictador. Persecución, tortura y el crimen político se habían desatado desde 1952. Se desconocen sindicatos y gremios, se imponían los convenios colectivos por los funcionarios pérezjimenistas, se apresaba y asesinaba a sus dirigentes. El conflicto de clases, y la crisis política del régimen dictatorial, en esa coyuntura, se va a resolver entre mediados de 1957 y enero del año 1958, con la táctica exitosa de la unidad de todos los sectores sociales, trazada por el Partido Comunista a raíz del II Congreso Se produce la huelga estudiantil universitaria con participación de algunos liceos, en noviembre del 57. El 1 de enero, el alzamiento militar de Hugo Trejo, que fractura las Fuerzas Armadas, va a impulsar la ofensiva final conducida por la Junta Patriótica; se radicalizan las manifestaciones en las principales ciudades, y se remata con la huelga general del 21 de enero. Punto final, cayó la dictadura, el día 23 de enero.
El plebiscito fraudulento implementado por el dictador y su camarilla en 1957, con miras a perpetuarse en el poder, fue clave para progresivamente ir profundizando la protesta popular.
No obstante, la resistencia a Pérez Jiménez se lleva a cabo casi de inmediato. Cuando éste controla el poder, ya habían algunos partidos ilegalizados, ahora él, los va a ilegalizar a todos y se hace designar presidente por una constituyente fraudulenta que impone la Constitución de l 53 con la que gobierna Rómulo Betancourt hasta 1961.
El enfrentamiento, desde la clandestinidad, con policías, militares y esbirros pérezjimenistas incrementa el saldo de cuadros asesinados; otros, salvajemente torturados por la llamada "Seguridad Nacional". Miles de presos políticos van a parar a la tenebrosa "Guasina" y otras cárceles del país.
Y que se sepa, eran, precisamente, los cuadros y militantes del PCV y de la Juventud Comunista, y, de lo que fue la izquierda de AD, que, más adelante, en el 60, construye el Movimiento de Izquierda revolucionaria, MIR.
El MIR, junto al Partido Comunista, enfrentaron en esos años 60, al no menos represivo puntofijismo, y con las armas en las manos.
LOS MITOS.
UNO. Fue la primera revolución democrática, la consolidación de las libertades públicas y el Estado constitucional de derecho, cuando bien se sabe, que desde el 36, para hablar de la Historia Contemporánea más reciente, el pueblo venezolano ha luchado con sinigual coraje por las libertades democráticas, populares y el objetivo nacionalistas. Terminado, todas, en derrotas y frustraciones
Las tendencias democráticas y populares más avanzadas son derrotadas, entonces, en esa coyuntura del 23 de enero. Se impone el pacto burgués imperial de Nueva York, cuya naturaleza es antipopular y de furibundo anticomunismo. El propio Rómulo Betancourt, confiesa, en respuesta a la pregunta sobre el por qué de la exclusión del PCV. En una tardía entrevista, de 1978, nos dice: "es que el PCV se oponía a la libre empresa y atacaba reiteradamente a los EE.UU.". (Ver, La Vendemocracia. (Hablan los constructores de la democracia venezolana). Entrevistas de Alicia Freilich. Tercera Edición. Ediciones B, 2008, p, 36.). El gran amigo de Rockefeller, el "demócrata" de "disparar primero y averiguar después" defendía la tesis del fatalismo geopolítico: en Venezuela, afirmaba, no se puede gobernar sin el consentimiento del gobierno de EE.UU., Fedecámaras, los militares y el alto clero católico. La joven revolución cubana, en 1959, se encargó de desmentirlo a pocas millas de EE.UU.
Ahí tienen la verdad, del antipopular, pro imperialista y pitiyanqui, llamado, por los aduladores de siempre, "padre de la democracia"; y por otros, el Napoleón de Guatire, por el carácter caudillesco y represivo de su gobierno. Le queda grande, eso de Napoleón, al hombre de "Política y Petróleo" al servicio de Fedecámaras y el imperio.
DOS. Que el 23 de enero, el proceso democrático fue traicionado. No señor, de ninguna forma ni manera cabe aquí la tesis de la traición. Miren, la burguesía hizo lo que tenía que hacer y punto. Primero, firmar el Pacto de Nueva York, y convertirlo luego, en el de Punto Fijo, en octubre del 58. Segundo, retomar la iniciativa perdida para, justamente, desviar el proceso, frenar a como dé lugar aquellas masas rebeldes que mandaban en la calle. ¿Y entonces?
Los confundidos, y cómo, éramos nosotros. Responsabilidad de las direcciones revolucionarias que no tenían un proyecto estratégico alternativo, más allá del frente policlasista de la Junta Patriótica. Exitoso, sí, para derrocar al tirano; pero impotente para avanzar, dado el vacío estratégico y la ausencia de voluntad de poder.
Les pregunto, ¿quién traicionó a quién? ¿Es que la burguesía tenía que hacer la revolución democrática en Venezuela? El pueblo, con una monumental manifestación, saca de la Junta de Gobierno a los militares Casanova y Romero Villarte, pérezjimenistas represores del movimiento popular, estratégicamente ubicados con el fin de neutralizar el auge de masas que crecía día a día. Los burgueses, van a imponer para sustituirlos, a Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. Aceleradamente, llaman a elecciones para diciembre del mismo año de 1958. Y, se las arreglaron, con el Pacto Punto Fijo, para imponer un Programa Mínimo de gobierno obligatorio para cualesquiera de los candidatos que resultara vencedor. Le tocó a Rómulo Betancourt, entrar a Miraflores, en tanto la Junta Patriótica y la dirección revolucionaria perdían la brújula política
La verdad es, mis amigos, que las masas populares rebasaron, radicalizadas en la calle, la dirección del movimiento. Éste, seguía con la cartilla de la unidad de todos los sectores sociales, con ese gaseoso "espíritu del 23 de enero"; cuando lo que estaba planteado, era el proyecto popular, democrático, participativo y nacionalista para avanzar, para salir del dominio de la democracia burguesa formal autoritaria que terminó imponiéndose. Burguesía que por cierto había gobernado con Pérez Jiménez, hasta casi sus últimos días.
En fin, la Junta Patriótica, con Fabricio Ojeda a la cabeza, fue neutralizada. Luego, la van a disolver, ampliándola. Una maniobra para hacerla inoperante frente a la Junta de Gobierno.
TRES. La fulana "burguesía nacionalista". Jamás existió en Venezuela . Lo planteado, por Orlando Araujo, en su libro "Venezuela Violenta", no fue la existencia de esa supuesta "burguesía nacional". No¡¡ plantea sí, que había una tendencia industrial, muy embrionaria, que podría desarrollarse dadas ciertas condiciones, que por supuesto, no se dieron. Ese sector podía formar parte de una alianza democrática popular. No que se convirtiera en la dirección de un proyecto democrático de avanzada.
CUATRO. La Junta patriótica la funda es el PCV, cuya misión fue unir a todo el pueblo venezolano, en sus diversos sectores sociales. Posteriormente, hablaron con URD, partido al cual perteneció Fabricio Ojeda, antes de incorporarse a la lucha armada en los 60, y con Copei. El ala izquierda de AD, que estaba en la resistencia a Pérez Jiménez, entra tarde en dicha Junta, porque el señor Betancourt, se oponía obstinadamente, desde el exterior, a que AD formara parte de ella por la presencia de los comunistas. No logró su objetivo.
CINCO. Las etapas de la revolución y el desarrollo de las fuerzas productivas. En el fondo, la tesis de la burguesía nacionalista, viene del dogma de las direcciones de la izquierda, el productivismo economicista, copiado a la letra de procesos de otros países. Sostuvieron que, primero, había que completar el proyecto democrático burgués y desarrollar las fuerzas productivas; cumplida esa etapa, pasar entonces a la transición y construir el socialismo. Craso error el desconocimiento de un mundo en transformación permanente.
SEIS. "El espíritu del 23 de enero"; la unidad, por encima de las clases y sus intereses, tal cual funcionó cuando se derrotó la dictadura. Pero no se percibió el cambio operado en las relaciones de poder. Hubo posibilidades de avanzar en una democracia popular que enfrentara al imperialismo, porque, objetivamente, había una situación con potencialidades revolucionarias de pueblo en la calle con sus gigantescas manifestaciones; pero sin conducción política ideológica, que captara, que una vez logrado el derrocamiento de Pérez Jiménez, ya había cambiado la situación. Los objetivos ahora eran otros. La visita del vicepresidente Nixon, y la manifestación de rechazo popular que la tal visita generó, llegó al punto de impedir su entrada al Panteón Nacional a rendir honores protocolares a Bolívar; una muestra de lo que pudo hacerse, de tener una visión estratégica del momento político. Es más, EE.UU, que sí tenían claro el escenario va a desplazar su Armada en costa venezolana, lo que enardeció más al pueblo. Más adelante, algunos de los dirigentes van a reconocer sus errores. Ya era tarde…
SIETE. El Pacto de Punto Fijo se propuso neutralizar la clase obrera y pueblo pobre en general, que habían bajado de los cerros. No era favorecerlos tal como se dijo. Una vez tomada ya la iniciativa, la burguesía fue apropiándose del proceso, mientras el movimiento popular fue perdiendo combatividad. La llamada tregua sindical , y las actas de avenimiento, de paz laboral, permitieron prorrogar los miserables contratos colectivos impuestos por la dictadura pérezjimenista, y finalmente, el Programa Mínimo de gobierno legalizó la prohibición de cualquier otro modelo que no fuera Punto Fijo. Empeñarse en la "unidad" y el fulano "espíritu del 23 de enero", mantuvo, el filo de la lucha contra el sector gorila conservador de las Fuerzas Armadas de entonces. Así, mis amigos, se frustra otro proceso con potencialidades revolucionarias.
LAS TAREAS DEL PRESENTE
Para concluir, muy brevemente, y volviendo al presente, la tarea hoy es analizar a fondo la coyuntura actual; luchar por los derechos del pueblo, por el respeto a los derechos y libertades constitucionales con miras a construir un proyecto estratégico: una nueva civilización, distinta al capitalismo imperialista globalizado que hoy impera en el mundo y entró en su crisis terminal según los propios estrategas occidentales que han previsto la pérdida total de la hegemonía anglosajona para el 2030.
Es bueno señalar, que el PCV ha insistido, así como la mayoría de los venezolanos, en condenar las agresiones imperialistas, esas mal llamadas "sanciones" por quienes se creen propietarios del mundo; pero, también a impulsar los cambios de las actuales políticas económicas financieras que no favorecen a los trabajadores y pueblo en general. Persisten las políticas neoliberales y monetaristas, cuya clave, está la contención y degradación del salario, sin ponderar su equitativa distribución entre el trabajo y el capital, una distribución del ingreso cada vez más desigual. La situación hoy es de malestar generalizado en los sectores populares y capas medias.
Hasta ahora, en cuanto a la cuestión de coyuntura se refiere , tenemos la propuesta de María Alejandra Díaz Marín, titulada "Ideas germinales para el rescate de nuestra patria". Una propuesta antineoliberal frente al gobierno y las oposiciones, en defensa de la Constitución.
Y, la de Manuel Isidro Molina, y el MPA, que ha presentado su candidatura, y una propuesta, entre otras, sobre la coyuntura.
Pienso, ahora sí, para concluir, que todavía siguen presentes las enseñanzas del 23 de enero de 1958. Hay mucho que estudiar y mucho que aprender.
Muchas gracias.
Caracas, 23 de enero de 2024