Bajaba de Tacarigüita sobre la burrita Chela. La idea era acercarme hasta El Toporo para conversar de décima y galerón con el Turpial Tacarigüero y darle una buena lección sobre ese punto que le había enviado el ciclón andino.
Traía mi radio encendida y casi me caigo de la burrita. Repentinamente, en la emisora que estaba sintonizando se informó que Fedecámaras haría su asamblea anual. Casi certeza tenía, que Fedecámaras ya no existía. No era un deseo o un capricho mal intencionado de mi parte. Simplemente, tenía tiempo que no sabía de ella y era de la idea que esta historia de entre empresarial,había terminado como la de Chacumbele.
Eso pensaba en silencio y oí nítidamente, que la burrita Chela susurro entre sus dientes: para mí, ahora está enchufada. Aunque la corriente que le llega, puede ser de 110 voltios, le es suficiente: Agarrando aunque se falló.
Pensé también y con cierta lógica, en la posible muerte (prematura) de la llamada sociedad civil. Removí recuerdos y calculé que Fedecámaras podía estar viviendo (como en el pasado ) de la renta. Me acordé de Chelao, que cuando se llega por el conuco, me dice que jalar azadón no es muy bueno.
Mientras venía montado en mi burra chela para la casa del Turpial tacarigüero, pensé en una ponencia para presentarla en esta reunión anual de Fedecámaras que tendrá lugar el 17 y 18 de octubre en San Cristóbal.
Mientras le daba vuelta a la idea y lo hacía hablando duro, la burrita Chela que me venía oyendo, se para en seco, voltea y me dice: Mamanta, un buen título y tema sería: Sun Tzu y Fedecámaras.
Vi a la burrita Chela con cierta envidia y le reconocí (con la envidia por dentro) su talento. Ella comenzó a darme argumentos. Mira Mamanta -me dijo-, deberías colocarle a tu ponencia este epígrafe que por supuesto chorreará como la cascada el Angel toda tu ponencia: "El arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar». Al oír esto, la envidia me gruñó por dentro. ¡Qué burrita!
No sé qué me quiso decir Chela, pero calculé que allí en esta pequeña frase, estaba toda una historia. Luego la burrita se vino con otro pensamiento de Sun Tzu, que aún no he logrado descifrar : "Todo arte de la guerra se basa en el engaño».
Lo cierto es que le di la lección al Turpial Tacargüero sobre la décima y la asonancia que le mandó el Ciclón Andino, pero días después, aún no llegó desenredar este otro pensamiento que me propuso la burrita Chela para que preparara mi ponencia.
@Mamanta13