Fernando Mires un intelectual ligado a los sectores liberales de la derecha chilena, a pesar de los principios ideológicos ha dicho una gran verdad y es que el socialismo al convertirse durante mas de un siglo en una experiencia totalitaria se hace si mismo un mundo de tristeza. La tristeza es no poder ser, poco a poco la sociedad arrastrada por principios invariables cual es castigada en el momento en que son desacatados los dictamenes prefigurados por una camarilla en el poder se convierte en una sociedad triste imposible de convertirse a si misma en un cuerpo alegre. Ya vivido en lo que fue todo el periodo stalinista y del socialismo real en la europa del este, y conservado luego de la desaparición de la URSS hacia la China, Cuba y de una manera muy torpe, mentirosa y mafiosa, hacia Venezuela y Nicaragua, además de desarrollar algo que jamás podría llamarse socialismo, hacen todo lo posible por llamarse así, en un lenguaje hipócrita y amenazante, lo cierto es que si hay algo que que van logrando es llenar de tristeza las sociedades que gobiernan. De Marx hasta hoy, lo que era un ideal de liberación se convierte en un drama de tristeza, aun en sociedades tradicionalmente muy alegres como la venezolana y la cubana. Lo cierto es que Mires tiene la razón el socialismo impuesto por ley o por la represión como es el caso venezolano primero no es ningún socialismo, el caso cubano es un socialismo de estado mientras que el venezolano es un capitalismo salvaje envuelto de un discurso fantasioso de una izquierda desaparecida, arruinada en la mayoría bajo un régimen de hiperexplotación. Caemos entonces en una sociedad triste donde la cultura de la belleza, el talento se va descomponiendo algo que produce mucha tristeza.
Como recobrar una sociedad de la alegría es un reto grandioso que mucho tiene que ver con el programa que se invecte desde otra realidad de gobierno, algo que como ya hemos repetido muchas veces no va a ser nada fácil. No es un reto tonto ya que se trata de un asunto de fuerza y esa fuerza por parte de la alegría si queremos llamarlo así esta lejos de estar preparada.
Hay un programa que establecer y que nada tiene que ver con la rondalera de discursos vacíos propios de la MCM donde no hay un punto justiciero mucho menos algo que nos lleve a la recuperación de la alegría. En ese sentido no están muy lejos lo que hemos llamado el corpomilitarismo.
Socializar la alegría remite a un programa donde la constitución sea respetada y no solo eso sino profundizada en lo que remite a los derechos civiles y la funcionalidad de las instituciones. Basta de la humillación salarial, rescatemos la institucionalidad del país, reconstruyamos una geopolítica indepediente fuera totalmente del la globalización y el guerrerismo del anglosionismo que esta destruyendo buena parte del mundo, de esta manera será posible que establezcamos las bases para la la recuperación del territorio y de las riquezas que hoy en día están siendo saqueadas perdiéndose una infinidad de riquezas en oro, coltan, diamantes, la talactita, el mismo petróleo y gas, todo esto no solo en la pérdida de riquezas sino la destrucción ecológica del territorio. Alegria supone entonces la ruptura con todas estas tragedias provocadas, un país de dignidad y por tanto de una alegría difundida. Estoy seguro que lo lograremos pero esto será a mediano plazo, no hay duda que de aquí al 10 de enero se va a imponer el fraude, pero luego viene . La conciencia de esta realidad, sus alternativas y como se lograran los asuntos a trazar son el asunto que tenemos que resolver y eso e hace solo en la unidad de lo diverso, de extremo a extremo.