Después del día 10 de enero del 2025, tendremos tiempo para reflexionar de la manera más desapasionada y equilibrada posible, sobre lo que ocurrió ese viernes, con tantas expectativas negativas sobre "las terribles cosas que iban a pasar en Venezuela", algo así como, que iba a correr más sangre entre las y los venezolanos, que el agua que transita por el río Orinoco.
Sin embargo, ya podemos realizar algunas premisas sobre "lo que realmente ocurrió" en La Asamblea Nacional, cuando el único Presidente de La República, que fue juramentado, se llama Nicolás Maduro Moros, con representantes políticos y sociales, de por lo menos 125 naciones, además de multitudinarias concurrencias de personas que plenaron los alrededores de la sede del Poder Legislativo Nacional y el Palacio de Miraflores, la sede del Poder Ejecutivo Nacional.
También podemos afirmar sin temor a equívocos, la gran carga simbólica – institucional sobre el recibimiento, apoyo y homenaje (respeto y lealtad) que el sector militar venezolano, le realizó al Presidente Constitucional de La República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, como Comandante en Jefe de La Fuerza Armada Nacional, de acuerdo a lo señalado, en el artículo 236, de nuestra Constitución Nacional.
Por supuesto, que observando el desfile militar, las personas se estaban preguntando, ¿cómo es posible que la ultraderecha nacional pensaba generar una despiadada y feroz guerra civil sin el apoyo del pueblo y del sector policial – militar?...la posible respuesta puede estar en un extraño error estratégico, con la eterna subestimación de la fuerza que tiene el chavismo en Venezuela, por parte de los sectores opositores más radicalizados.
¿Será que pensaban realizar una guerra civil en toda Venezuela, con el apoyo de 200 mercenarios y que después vendría una intervención militar extranjera para desalojar del poder al chavismo?...y es en este punto en donde comienzan las conjeturas sobre cuáles son los límites de la imaginación ultraderechista, que pensaban en el éxito contundente de una guerra civil, que los llevaría más temprano que tarde, ingresar al Palacio de Miraflores de manera victoriosa, que entrarían en hombros y convertidos en héroes de la patria.
Más pudo el odio y la imaginación.