Para empezar este artículo, quisiera que el lector hiciera un rápido ejercicio mental y respondiera brevemente, para sí mismo, la mayor cantidad de preguntas sin consultar ninguna fuente bibliográfica o referencial.
- ¿Cuántos años tenía el Monseñor Velasco cuando falleció?
- ¿Cuál es el nombre del bolivariano asesinado durante la manifestación opositora conocida como “El Catiazo”?
- ¿Cuál es el nombre del dirigente social asesinado hace varias semanas tras ser acusado de ser un líder de las FARC en un artículo de Luis Giusti?
- ¿En qué año fue nombrado Arzobispo de Caracas el Monseñor Ignacio Velasco?
- ¿Cuántas personas fallecieron durante las inundaciones que ocurrieron recientemente en Mérida?
- ¿Recuerda usted quienes eran Oscar Aponte Gómez y Jairo Morán?
- ¿Recuerda usted el nombre de una persona asesinada en Guárico el año pasado cuando, tras gritar “¡Viva Chávez!”, algunos adeptos de la oposición que viajaban en un autobús dispararon contra él? ¿Recuerda cuántas personas asistieron a su funeral?
- El próximo mes de agosto se conmemorará un año del asesinato de un médico y luchador social zuliano que peleaba por la Ley de Tierras. ¿Recuerda usted su nombre? ¿Puede dar el nombre de al menos dos de los muchos campesinos asesinados en los últimos dos años en Zulia o en Táchira?
- En noviembre de 2002, tres bolivarianos fallecieron cundo protestaban en la Plaza Bolívar de Caracas. ¿Puede usted decir el nombre de al menos uno de ellos?
- ¿Quién era Alexis González y cuándo falleció?
Es triste, pero la mayoría de los bolivarianos sólo podemos responder a tres o cuatro de las preguntas anteriores, y me incluyo entre ellos lleno de vergüenza. Son muchas las causas de esto: escasa reseñas en los medios, pocos programas investigativos ahondando lo que sucedió con estas personas, y –el más lamentable- el hecho de que estos venezolanos no eran considerados “ilustres” ni por lo medios privados, ni por los medios oficialistas.
Uno trata de comprender que parte del problema radica en que VTV tiene pocos equipos y personal. Pero hoy, el canal del Estado se unió a la cadena de los canales privados y cubrió en vivo y directo el funeral y el entierro del Monseñor Ignacio Cardenal Velasco, por el cual también se decretaron tres días de duelo nacional.
¿Les pareció correcto y apropiado que VTV se haya unido a esta cadena? Algunos bolivarianos piensan que sí, y otros que no. Su opinión, sea cual sea, es respetable. Lo que sí me parece lamentable, bochornoso y terrible es la posición que ha tomado el canal del Estado cuando fueron asesinados muchos de nuestros compatriotas bolivarianos, quienes murieron defendiendo lo que creían correcto, apoyando al gobierno revolucionario y luchando por aquellas mejoras sociales que tanto merece nuestro pueblo: con contadas excepciones, ellos no recibieron los privilegios que recibió el monseñor. Su funeral no se cubrió en vivo. Su currículum no fue leído 50 mil veces. Ni siquiera se han hecho programas investigativos destinados a aclarar qué los llevó a la muerte.
VTV nunca estuvo presente en el funeral de Pedro Doria, el médico del cual trata la pregunta 8… muchísimo menos en los funerales de Luis Mora, William Avendaño, Higinio Lago o muchos otros líderes campesinos asesinados. Agradezcamos más bien a Teletambores y otras televisoras alternativas quienes, contando con precarios equipos y escasos recursos, han sido los únicos que intentaron hacer un trabajo de investigación sobre estos hechos… trabajos que VTV ha transmitido en horarios bastante incómodos, y que no han repetido con la misma frecuencia con la que nos repitieron que el Monseñor Velasco tenía 64 años cuando murió.
Cuando decenas de personas eran tapiadas o arrastradas por las corrientes producidas por las torrenciales lluvias en Mérida, sólo el periódico Últimas Noticias tuvo la decencia de abrir su edición reportando estos trágicos hechos como noticia principal. Y era de esperarse que las televisoras privadas prefirieran darle mayor importancia a los desastres que los diputados estaban haciendo en la Asamblea Nacional… lo imperdonable era que VTV cayera en la misma fiebre amarillista, y reseñaran las noticias sobre Mérida como si fueran de menor importancia. Los funerales de estos compatriotas tampoco se transmitieron en vivo, ni muchísimo menos se decretaron tres días de duelo por estos venezolanos, porque ellos no eran tan importantes como el cardenal Velasco. ¡Ni siquiera sabemos con exactitud cuántos eran!
En noviembre del año pasado, la Policía Metropolitana arremetió contra una manifestación chavista en la Plaza Bolívar. Un buhonero que trabajaba en el lugar, de nombre Edwin Torres, fue impactado por uno de los guáimaros de plomo con los que los efectivos del Grupo Fénix acostumbran envenenar sus rifles de perdigones plásticos. Falleció a las pocas horas, junto a otros dos manifestantes.
Su funeral no sólo fue ignorado por el canal del Estado; lejos de eso, cuando los restos de Torres eran transportados a su morada final, la Brigada Motorizada de la Policía Metropolitana pasó provocadoramente frente a la manifestación, y cuando los dolidos familiares y amigos de la víctima los llamaron “asesinos”, estos efectuaron varios disparos contra el grupo, golpearon a varias personas y los amenazaron de muerte si declaraban en contra de ellos.
Tal vez la única excepción a la regla ocurrió luego del asesinato de Oscar Aponte Gómez y Jairo Morán, quienes fallecieron en La Bandera cuando la oposición trató de hacer la marcha llamada “La Gran Batalla Final” en enero de este año. Durante el sepelio, la Funeraria Vallés fue atacada por un grupo de policías metropolitanos y una bolivariana fue víctima de un infarto que casi ciega su vida. Al día siguiente, la marcha fúnebre fue cubierta por VTV durante su paso por el Hotel Meliá, hasta llegar a su destino final.
El milagro
En realidad uno trata de creer que el canal del Estado “no tiene equipos”, “no tiene personal”, “no tiene recursos” y por lo tanto no puede cubrir estos tristes sucesos que afectan a tantas familias venezolanas que han sido enlutadas por la oposición, desamparadas por la justicia y dejadas huérfanas por los medios comerciales. Pero entonces VTV ofrece una cobertura en vivo al funeral de Velasco, demostrando que los equipos y el personal sí existen. Este fue el primer milagro que el difunto cardenal Velasco realizó, en camino a su beatificación: sacó las cámaras que el canal ha negado al pueblo en muchas ocasiones, y las puso a las órdenes de la oligarquía eclesiástica.
Muchos de los casos de nuestros compatriotas asesinados tienen más de un año de ocurridos y ya han pasado al olvido… nadie parece ansioso de querer hacerles justicia. VTV tiene el poder mediático para conseguir, a través de acertados y veraces programas investigativos, la presión popular necesaria para que los casos se reactiven y se haga justicia.
¿Podrán los cambios que se realizaron recientemente en el Ministerio de Comunicación e Información ubicar al canal de todos los venezolanos a la altura de las necesidades de nuestro pueblo? Esperamos que el siguiente milagro del Cardenal Velasco sea devolver esas cámaras a los más humildes, para que todas estas familias que han sido enlutadas por la guerra mediática que vive nuestro país finalmente reciban justicia.