Con todo el respeto al derecho remanifestar contemplado en nuestra constitución Bolivariana de Venezuela, el acto realizado el pasado Domingo 20 “Día del Niño” al que denominaron el REENCUENTRO donde, según Reuters, se congregaron 10.000 personas a lo que los canales 2 , 4 y Globovisión dieron bastante cobertura a estilo cadena nacional.
Lo que llama poderosamente la atención es que este tipo de evento siempre llevan dos elementos muy particulares; se realizan en un contexto de tragedia o fallecimiento de alguien con la intención de culpar al Estado, y lo otro es que siempre lleva el aliciente violatorio de un derecho; por ejemplo el de los niños. Por qué la oposición tenía que arrancarle esa fiesta especial a nuestros chamos; ellos se merecían celebrar su día, que a pesar de los aguaceros, centellas y truenos, necesitaban un espacio para vivir sus fantasías, pero a igual como le arrancaron el derecho a la educación durante diciembre y enero, le frustraron su día del niño.
Los más indefensos siempre pagan el plato roto; acaso no tenía derecho a pasar un día entre payasos; aunque los hubo en el Reencuentro; golosinas, paseos, parques, fiestas para que se les trancará las calles, las avenidas y peor aún les lloviera. Aunque estamos seguro de que millares de niños celebraron su día primeramente apagando su televisión, haciendo caso omiso a las malintencionadas políticas de la oposición. Más bien celebramos al Presidente que pospuso su tradicional Alo Presidente, el de mayor sintonía dominical, para que los familiares dedicasen estar ese día con sus hijos, sobrinos y nietos.
Esperemos que como sigue lloviendo no se le sigan achacando las tragedias al Presidente; de nuestro lado no se piensa culpar el desbordamiento de una quebrada en el Oeste al alcalde de Chacao; no, somos más conscientes, tenemos un mayor nivel de conciencia política y sí sabemos identificar sus males y protagonistas. Cabe preguntarse entonces ¿El Reencuentro de Qué? De los niños o de los que aún no maduran en la historia.
