Bolitas deformadas

Por Clodovaldo Hernández, El Universal 12-09-2002

Elba Quiroz se puso a especular sobre lo que ocurrirá si Venezolana de Televisión recibe la orden judicial de no transmitir más esos videos en los que aparecen el alcalde Capriles Radonski y el periodista Neustald, haciendo y diciendo cosas de las que ahora se han arrepentido.

Elba se imagina con espanto que luego de una decisión tribunalicia así, cada vez que un periodista o camarógrafo vaya a grabar a alguien, tendrá que llevar consigo un notario público para que certifique el hecho, como esos que revisan las bolitas en los sorteos televisados de la lotería. '¿Doctora Ramírez, certifica usted que este señor ha dicho que los militares estaban hablando de los muertos cuando todavía estaban vivos?', le preguntarán a la notaria y ésta, una señora con copete recién hecho en peluquería, dirá: 'Sí, lo certifico', imagina Elba.

Esto, de por sí, complicaría la labor periodística hasta niveles
paralizantes. Pero en la realidad comunicacional posterior a los
amparos a Capriles y Neustald, habrá algo todavía más complicado: cada vez que una televisora vaya a difundir lo grabado, tendrá que llamar al entrevistado y preguntarle si acaso sigue suscribiendo lo dicho o lo han convencido de pensar otra cosa. O sea, para decirlo con el mismo símil de la lotería, para cerciorarse de si las bolitas no se han deformado, achatado o, peor aún, arrugado. Y claro, dado el carácter netamente jurídico de la cuestión, la referida interpelación no podrá ser un casual '¡Epa, Otto!, ¿tú sigues pensando lo que me dijiste el otro día delante de cuatrocientas personas o ahora opinas todo lo contrario?'. Será con un documento firmado y registrado, no vaya a ser que luego te acusen de emplear declaraciones f! uera de contexto.

En ciertos casos no será suficiente con el notario, sino que se hará preciso habilitar un juez. 'Señor alcalde, diga cómo es cierto que usted quería revisar la embajada a pesar de que, como dirigente de un partido legalista, usted sabe que eso viola las más elementales normas del Derecho Internacional?'. Y si el interrogado dice que no era esa su intención, pues lo dicho en el video ha de ser borrado.

Visto así, el relativamente sencillo oficio de andar por ahí con un micrófono en la mano o una cámara en el lomo registrando las
genialidades o barbaridades que otros hagan o digan, se transforma en algo tan complejo y riesgoso como desactivar minas antipersonales en Herzegovina.

Pero aún puede ocurrir algo más, según lo profetiza Elba. De tener éxito los intentos de Capriles y Neustald para evitar que se difundan imágenes manipuladas, versiones interesadas y programas sesgados, los dos demandantes serán imitados por legiones de víctimas de la información dirigida. 'De antemano hay que decir que unos cuántos medios de comunicación ya pueden ir preparando los documentos para declararse en bancarrota', adelanta Elba.

clhernandez@eluniversal.com


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Clodovaldo Hernández (clhernandez@eluniversal.com ) para El Universal


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