Los venezolanos patriotas, los que por supuesto estamos al lado del proceso revolucionario y no al lado de los apátridas, que apoyan una invasión del imperio norteamericano y son subsidiados por éste, veneramos la memoria de nuestros próceres independientemente de sus errores y sus aciertos, de sus victorias y sus fracasos.
Me parece una mala práctica unitaria, la descalificación sistemática que hace nuestro comandante, a nuestro “centauro”, “el Aquiles de América” como lo llamó alguno, “el catire” o el “taita” como lo llamó el pueblo llano que lo acompañó en sus hazañas a lo largo y ancho de nuestra patria.
Es fácil juzgar a un personaje desde la paz de una oficina ó sentado en cómoda butaca, después de mas de un siglo de su muerte o casi siglo y medio de sus actuaciones, se cometen dos injusticias según mi particular criterio: primero y como dirían ahora no se le permite el derecho a réplica, y segundo: no se toma en cuenta el contexto histórico que al personaje le tocó vivir además, generalmente nuestro juicio se basa en los de otros casi siempre prejuiciados.
Le tocó a Páez ser el jefe militar de Venezuela, en los momentos de la separación de la gran Colombia la cual era un hecho consumado pues ya Ecuador se había separado. Se podrían escribir varios libros analizando este acontecimiento.
Me permito copiar la parte final de la carta que Páez enviara a nuestro libertador al conocer el atentado de que éste fuera víctima, el 25 de septiembre de 1828.
“Mí querido general desde aquí le estrecho entre mis brazos y con las mas ardientes congratulaciones le doy a Ud la mas sincera enhorabuena por la conservación de su vida: si se hubiese perdido, Santander no hubiera recogido el fruto de su obra infame: yo lo hubiera vengado o el hubiera multiplicado el número de sus víctimas.
Soy de Ud siempre sincero amigo.
J. A. Páez “
¿Quien, leyendo esto, puede pensar en enemistad entre estos próceres? así mismo como Páez nunca fue enemigo de nuestro Libertador tampoco lo es del proceso que lidera el comandante Chávez, el enemigo, como todos sabemos, está en el norte con sus lacayos criollos en nuestra patria.
Como lo dijera “el guerrillero heroico” Ernesto Guevara el verdadero revolucionario esta cargado de un profundo amor, si hay algo que perdonar hagámoslo como la historia ha perdonado a Bermúdez, a
Mariño, a Juan José Flores, a nuestro propio Libertador simón Bolívar,
y como Ud mismo perdonó a los golpistas luego que fue repuesto en su cargo por el pueblo revolucionario al lado de su fuerza armada.
En momentos en que abre un amplio debate, sobre las causas del resultado adverso, del referendo para la reforma de la constitución, no hay que dejar brecha sin escudriñar, por más nimia que le pueda parecer a alguien.
Evitemos que los vende patrias de la oposición, únicamente para llevar la contraria, tomen a nuestro centauro como bandera, cosa a mi entender sumamente grave.
Finalizo con las palabras finales del centauro en su autobiografía.
“Al fin me retiré de la escena política, llevando conmigo la pobreza, prenda, cuando menos, de mis desinteresados servicios a la causa de la paz y el orden.
Es seguro que en tantos años de carrera pública habré cometido yerros de más o menos consecuencias; pero bien merece perdón quien sólo pecó por ignorancia,…………..
Atentamente
Juan García