¿Quieres apoyar un acto írrito, una arbitrariedad, que a la vez de ilegal sea extemporáneo, innecesario e indicativo del más profundo desprecio por la voluntad popular?
Súmate una lumpia.
¿Quieres contemplar de nuevo las estampidas histéricas protagonizadas por sectores recalcitrantes del Este de Caracas, meneándose a golpes de cacerolas, spinning, bailoterapia y otros gestos tan extravagantes y ridículos como inútiles?
Súmate una lumpia.
¿Deseas ver al país paralizado, inmovilizado por la hostilidad y el egoísmo de la alta sociedad civil, mientras los factores del comercio y la producción se quejan y culpan al Gobierno por la crítica situación económica?
Súmate una lumpia.
¿Te interesa una arremetida de sectores criminales, atrincherados y protegidos por factores siniestros en la plaza Altamira, ejecutando actividades terroristas? Lo de terroristas, claro está, en el buen sentido de la palabra (nada que ver con esos árabes locos que se empeñan en odiar a George W. Bush).
Súmate una lumpia.
¿Prefieres calarte una vez más la desinformación concertada, las tergiversaciones financiadas por anunciantes de postín, algunos de los cuales manejan cuentas de organismos oficiales (como loterías y otras por el estilo) en las televisoras privadas?
Súmate una lumpia.
¿Y qué me dices de las monadas, los pucheros, lágrimas, gestos de terror y angustia que protagonizarán con el mismo motivo locutores, periodistas, modelos y gente de la farándula a través de escenas conmovedoras, en vivo y en directo, transmitidas para darle sabor dramático al asunto?
Súmate una lumpia.
¿Te parecen simpáticas las solicitudes y apelaciones desesperadas a organismos internacionales que nada tienen que hacer interviniendo en los asuntos domésticos de nuestro país? ¿Te complace que haya venezolanos dispuestos a pedir la intervención de "grupos de amigos", o sea, potencias extranjeras, como garantes de nuestro funcionamiento democrático y soberano?
Súmate una lumpia.
¿No te conmueve ni un poquito la falta de piedad con gente que por diversas causas cree en realidad que un acto privado, sin valor vinculante para nadie, puede primar por encima de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes especiales que rigen la materia?
Súmate una lumpia.
¿Súmate una lumpia? ¿Y la expresión no es, más bien, fúmate una lumpia?
Fúmate, súmate; total, una inmensa mayoría de los votantes que sufragamos y elegimos según nuestro libre albedrío, ni fumamos ni sumamos esas lavativas raras.
Periodista
augusther@cantv.net