Hay que reconocer que el CNE viene rescatando el espíritu auténtico de la institucionalidad al ejercer su función como arbitro, tomando en sus manos esa papa caliente sobre el hecho electoral, especialmente el del Revocatorio. Tema que ha acaparado un enorme centimetraje en los medios de comunicación posterior al paro petrolero y empresarial acaecido a principios de año y que le produjo al país perdidas multimillonarias que hoy afecta a miles de hogares venezolanos.
Juzgando por los hechos, el Revocatorio son las aristas donde la oposición se ha enganchado, más como una excusa de sobrevivencia política, que de un suceso democrático propuesto por la asamblea nacional constituyente, o como bien lo dicen algunos opinadores; la criatura de Chavez de Chávez; Padre de esta criatura que han puesto contra él. Lo cierto es que todo ha sido una de los tantas maniobras mediáticas que busca cercenar la popularidad del Presidente; una estrategia muy bien manejada ya que los que persisten y tratan de movilizar a las personas; saben que en la posibilidad de que sucediese, el Presidente lo ganaría porque los números no les cuadran.
En esta semana Datanalisis publicaba cifras de un 67% de venezolanos que apoyarían con un Si, un proceso revocatorio, aunque también afirmaban que la gestión revolucionaria se incrementaba a 6 puntos de aceptación por las recientes políticas sociales. Nos preguntamos; en dónde los numeritos fallan. Si aumentó la aceptación popular no puede ser que a la par haya un contundente rechazo que no varía o que se incrementó.
Algo curioso fue lo acontecido el domingo pasado cuando 600.000 personas acudieron, en todo el país, a la inscripción del Plan Sucre. Fíjese bien; 600.000 posibles alumnos adultos y jóvenes en un día. Salieron a firmar, seleccionar, escoger, argumentar, informarse. Esto sin tragedias que lamentar, protestas, trancas de calles, heridos, alarma poblacional. Simplemente salieron de todos los sectores, aguantando kilométricas colas. contactado por Freddy Bernal, Alcalde del Municipio Libertador-Caracas; quien en tono de burla catalogó como un verdadero firmazo.
Ciertamente si yo perteneciese al bando opositor estaría con la moral por el suelo; nada más ver a miles de personas acudiendo un domingo, sin tanta alharaca y traumas, a llenar una planilla afirmando así, el apoyo a las políticas del Gobierno es para sentarse a pensar.
A esta cifra sumémosle las del Plan Robinsón; 1 millón aproximados de personas inscritas en el plan de alfabetización. Los primeros 100.000 graduados en su primera etapa, esto sin contar los cientos de miles, entre ellos me cuento, que saldremos a inscribirnos en el Plan Rivas para continuar con los estudios de Bachillerato.
De los casi 2 millones o más de personas de todo el país que manifestaron su apoyo a los 3 años de gestión Bolivariana se tendríab que sumar, y de los 30.000 ó 80.000 personas que el PPT logró movilizar desde Catia hasta el Centro de la ciudad contra el referendo. No ignoremos las cientos de miles que acuden a los Mercal y Jornadas sociales.
No nos dejemos engañar; desde cuándo la oposición no saca su gente a la calle, cuántas personas manifestaron la última vez; qué se hizo las 5000 que supuestamente asistían a la Plaza Altamira. Cuántas rubricas realmente son validas, honestas y democráticas presentadas en el Firmazo. Qué paso con las 27 millones de firmas anunciadas por Enrique Mendoza. Dónde están los cientos de miles que no salieron a la calle a defender su derecho a solicitar un referendo. A dónde fueron los millones que pensaba concentrar la Romería Blanca que terminó con colores grises.
Como ya verán, esos 500.000 ó 1.000.000 que, presuntamente marcharon envenenados aquel 11 de abril contra el Presidente, ya no se ve por allí. O es que a la CIA y a la Ultraderecha se le olvidó contar bien; les invitamos entonces solicitar a Chávez que les crea un Plan Matemático que les recuerde que los números no fallan.
www.prensalibre.8m.net
