Anglicismos aparte, una de las ventajas de ser profesional de la ciencia y declararse, por convicción, por humanidad, por rebeldía ante la injusticia, un obrero de la ciencia, es el cambio de color en el cuello: de blanco inmaculado, almidonado, perfumado a azul trabajo. Otras de las tantas cosas que me ha enseñado pertenecer a un sindicato comunista en un país del "primer mundo".
Cuando se acusa a un obrero de haber robado sabemos que la justicia burguesa hará recaer todo su fofo y celulítico cuerpo (el peso, que dicen) de leyes para hacer del acusado un reo. Los fiscales se pelearán por tener el caso. Papachongo caso. ¿¿¿Cómo puede defenderse un pata en el suelo, un insolente??? Inocente o culpable, el obrero quedará marcado per secula, y si va preso a una jaula común, per seculorum.
"Obrero siempre es peligro. Precaverse es necesario" recuerdo haber escuchado en una cantata que habla de la matanza de 3000 mil obreros. Un datico para los social-demócratas rojos-rojitos que dicen que la Revolución, la que empezó en el siglo XIX, es pacífica y se les aflojan los esfínteres cuando agregamos: ¡¡¡pero armada!!!, ¡¡¡que nadie se equivoque!!!!
Cuando por convicción uno se aparta de los cuellos blancos, quizás lo hace en el espíritu Martiano, de echar la suerte (¡¡¡épale Malaver!!!) con los pobres de la tierra y esa convicción no nace de un dogma aprendido en manuales de ideología. Son muchos años viendo, en el día a día, en todas las latitudes y longitudes, en la realidad y en la virtualidad, a los cuellos blanco, a sus hijos y nietos, robar con desparpajo y seguir por la vida sonrientes, caras lavadas, usufructando lo robado, y siendo felicitados y apadrinados por otros cuellos blancos igualmente almidonados, perfumados... "Mala gente que camina y va apestando la tierra", que decía Machado.
Las protestas de los cuellos azules nunca son oídas, la sociedad de cómplices es sorda. Es por eso que mas tarde que temprano el obrero tomará de nuevo la justicia en sus manos. Cada vez seremos más los obreros calificados, cada vez con más conciencia de clase, cada vez menos tolerantes ante el delito de cualquier naturaleza. Las protestas de los cuellos azules nunca son oídas...
La sordera es mala consejera, que algo queda...
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